Al acercarse la medianoche, envolviendo rápidamente al niño en pieles tibias, descalzo y todo, lo arrebató como una presa, mientras le repetía al oído: -¡Ven, que ha nacido Dios y te está
llamando!
Emilia Pardo Bazán
10º) Admitir y desechar las renuncias que hicieren de sus cargos el Gobernador y vicegobernador o la persona que ejerza el Poder Ejecutivo, y declarar con dos tercios de votos de los miembros que componen cada Cámara, los casos de inhabilidad física o moral de los mismos, para continuar en su desempeño, llamando al funcionario que corresponda según esta Constitución.
Y tú encontrarás un amigo, sin saber cómo; se reunirán, y al acercarse la primavera irán a pasear por la muralla, mientras todas las campanas doblan
llamando a la penitencia y a la oración.
Hans Christian Andersen
«Luego está enferma verdad! Dijo, y mordióse los labios, Añadiendo, mas hay sabios Que vean su enfermedad.» Y llamando á sus doctores Visitarla les mandó.
Todas las prensas se pondrían en movimiento llamando a una nueva cruzada contra los cómplices de traición a la libertad, de adictos a los Borbones y de violadores del sistema americano.
- Nosotras los vimos cuando estaban en la vil calle, muertos de hambre y ahora se creen los millonetas. - ¡Ándale hija, vamos al rosario! Ya están
llamando. - Ya voy mamá.
Antonio Domínguez Hidalgo
De tiempo en tiempo, en medio de la tarde llena de tedio invernal, se alzaba el ardiente son de las cornetas, o el campaneo de unas monjas llamando a la novena.
Al mismo tiempo, ya que el Gobierno ha querido dejar a todos los ciudadanos finlandeses saber estas palabras, el Gobierno se dirige a los ciudadanos, así como a las autoridades públicas y privadas, llamando a cada uno en su propio nombre con mucha atención para seguir (la ley) y el orden cumplimentando su deber patriótico, esforzándose con toda su fuerza para lograr el objetivo común de las Naciones en este momento del tiempo, que tiene tanta importancia y firmeza, que no han sido nunca antes en la vida de los finlandeses.
A su vez, los ahijados de XÓLOTL, transmitieron la adoración adecuada para el TECPATL de donde nacía siempre el fuego protector y al que le fueron llamando XIUTECUHTLI Aunque cuando despedía llamas amarillentas cambiaba su nombre a IXCOCAUHQUI, es decir, el de cara amarilla.
(164) En vano se entró iracundo Por sus puertas adelante Llamando con voz pujante A su gente desleal; Solo el eco que en las bóvedas Cóncavas se guarecia A sus voces respondia Con lamento funeral.
Estaba, pues, concluyéndose cuando entró; mas era otra su intención que la de oírla, porque concluida toda, fuese al vestuario, y con maña, llamando aparte a una moza que él sin duda conocía, la interpeló en esta forma: «Toma esos ocho doblones y a esa sirena engañosa a quien sirves, si te estimas, dirás lo que aquí me oigas.
¡Voluntario fajado de tu zona fría, templada o tórrida, héroes a la redonda, víctima en columna de vencedores: en España, en Madrid, están llamando a matar, voluntarios de la vida!