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hecho de las normas jurídicas que consagran el derecho que reclaman,
manteniendo la obligación de aportar los soportes en que se basan sus afirmaciones, con las cuales pretenden se les reconozca un derecho, la aplicación de una norma, o un efecto jurídico particular, el no hacerlo conlleva inexorablemente a la negativa de éstos.
En desarrollo de tales preceptos normativos, la jurisprudencia de la Honorable
Corte Suprema de Justicia en sentencia del 25 de octubre de 2011, radicado 37547 sostuvo:
“…La Sala considera que el Tribunal no distorsionó el verdadero sentido de la
regla de juicio de la carga de la prueba, contenida en el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil –aplicable al procedimiento del trabajo y de la seguridad social, merced a lo dispuesto en el artículo 145 del estatuto de la materia-, porque la carga de la prueba del tiempo servido por el trabajador al empleador la soporta el primero, de modo que la falta de demostración del tiempo de servicios comporta que no hay posibilidad para condenar al pago de prestaciones, salarios e indemnizaciones...”.
DEL FUERO DE ESTABILIDAD REFORZADA DEL
PREPENSIONADO
La Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia ha sostenido que la
protección a la estabilidad laboral reforzada de ciertos grupos de poblaciones entre los cuales están las madres cabeza de familia, personas con limitaciones físicas y próximas a pensionarse, no es automática, sino que, demanda la acreditación de condiciones específicas para su aplicación, en virtud de las cuales primarían tales garantías (sentencias ST-11947 de 12 de septiembre de 2018)
Así la “pre-pensión” protege la expectativa del trabajador de obtener su pensión de
vejez, ante su posible frustración como consecuencia de una pérdida intempestiva del empleo. Por tanto, ampara la estabilidad en el cargo y la continuidad en la cotización efectiva al Sistema General de Seguridad Social en Pensiones, para consolidar los requisitos que le faltaren para acceder a su pensión de vejez. 05360 31 05 001 2019 00094 01
En la sentencia de unificación SU-003 de 2018, la Corte Constitucional adoctrinó
que acreditan la condición de “prepensionables” las personas vinculadas laboralmente al sector público o privado, que están próximas dentro de los 3 años siguientes a acreditar los dos requisitos necesarios para obtener la pensión de vejez a saber: la edad y el número de semanas o tiempo de servicio requerido en el Régimen de Prima Media con Prestación Definida o el capital necesario en el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad y consolidar así su derecho a la pensión.
El Órgano de Cierre Constitucional en la T-500 de 22 de octubre de 2019,
sostuvo:
“…En relación con el derecho a la estabilidad laboral forzada de las personas
próximas a pensionarse (prepensionados), en Sentencia T460 de 2017, la Corte Constitucional expuso que dicha protección no se fundamenta en un mandato legal sino en disposiciones especiales de protección contenidos en la Constitución Política y en el principio de igualdad material que ordena dar un trato especial a grupos vulnerables. En particular, reiteró que:
“(…) dicha estabilidad opera como instrumento para la satisfacción de los
derechos fundamentales de estos grupos poblacionales, que se verían gravemente interferidos por el retiro del empleo público. Por ende, la Corte desestima lo expresado por los jueces de instancia, en el sentido de confundir la estabilidad laboral reforzada de los prepensionados con la figura del retén social, para concluir erróneamente que la mencionada estabilidad solo es aplicable en los casos que el retiro del cargo se sustenta en su supresión ante la liquidación de la entidad y en el marco de los procesos de restructuración de la Administración Pública”
A partir de esta definición, este Tribunal Constitucional “sostuvo que en
desarrollo del derecho fundamental a la igualdad “la estabilidad laboral de los prepensionados es una garantía constitucional de los trabajadores del sector público o privado, de no ser desvinculados de sus cargos cuando se encuentren ad portas de cumplir con los requisitos para acceder a la pensión de vejez”, siempre y 05360 31 05 001 2019 00094 01
cuando, la terminación del contrato de trabajo ponga en riesgo derechos
fundamentales tales como el mínimo vital…”.
Más adelante, en Sentencia SU-003 de 2018, esta Corporación advirtió que la
garantía a la estabilidad laboral de los prepensionados, se predica del trabajador que le faltare el cumplimiento del número mínimo de semanas de cotización para acceder a la pensión de vejez, dado que el requisito faltante, relativo a la edad, puede ser cumplido de manera posterior, con o sin vinculación laboral vigente.
“…Sobre el particular indicó que “la ‘prepensión’ protege la expectativa del
trabajador de obtener su pensión de vejez, ante su posible frustración como consecuencia de una pérdida intempestiva del empleo. Por tanto, ampara la estabilidad en el cargo y la continuidad en la cotización efectiva al Sistema General de Seguridad Social en Pensiones, para consolidar los requisitos que le faltaren para acceder a su pensión de vejez.
De acuerdo con lo expuesto, la Sala encuentra que la estabilidad laboral de los
prepensionados se predica de los trabajadores (público o privado) que les faltare tres (3) o menos años para cumplir con el número de semanas de cotizadas o el tiempo de servicio, en el caso del Régimen de Prima Media con Prestación Definida, para acceder a la pensión de vejez…”.
Como queda visto, en esencia la garantía de estabilidad laboral del
prepensionado, se predica del dador de servicios al que le faltare el cumplimiento de las semanas mínimas de cotización o tiempo de servicios para alcanzar la pensión, toda vez que, el otro requisito, valga decir, la edad puede acreditarlo luego, vinculado o no laboralmente.
En el caso concreto, el documento de identidad que obra en el expediente, da fe
que el señor Moisés Orlando Álvarez Agudelo nació el 25 de noviembre de 1959, tenía 34 años de edad y 536 semanas cotizadas el 1° de abril de 1994 cuando entró en vigencia en el sector privado el Sistema General de Pensiones creado por la Ley 100 de 1993, o sea, que no es beneficiario, del régimen de transición previsto en el artículo 36 de esta normatividad, que conservó la edad, el tiempo 05360 31 05 001 2019 00094 01
de servicios o el número de semanas de cotización y el monto de la pensión por
vejez establecidos en el régimen anterior, a favor de tres categorías de trabajadores: los hombres con cuarenta o más años de edad, las mujeres con treinta y cinco o más años de edad, y unos y otras que independientemente de su edad tuviesen quince o más años de servicios cotizados.
Por lo que la normatividad que le aplica es la prevista en el artículo 33 de la Ley
100 de 1993, modificado por el artículo 9 de la ley 797 de 2003, que exige 62 años edad para el hombre y 1.300 semanas de cotización.
La historia laboral que milita en el expediente actualizada a 12 de junio de 2019
da cuenta que el actor ha cotizado en toda su vida laboral y hasta el 31 de mayo de 2019 un total de 1.750 semanas.
Corolario de lo anterior, para la fecha de la terminación del contrato de trabajo,
esto es, el 2 de junio de 2018, el citado ciudadano contaba con 58 años de edad y con más de 1.300 semanas sufragas al sistema pensional, siendo claro y patente, que el susodicho no es acreedor de la estabilidad laboral reforzada citada en jurisprudencia, por tanto, su derecho no se vería frustrado por su desvinculación a la empresa demandada, ya que, el requisito de la edad, lo alcanzó el 25 de noviembre de 2021, con independencia de que hubiese estado o no vinculado laboralmente.
En consecuencia, se confirmará la decisión de primera instancia en este aspecto.
DEL REAJSUTE DE DE PRESTACIONES SOCIALES, VACACIONES
Y APORTES AL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL EN PENSIONES
El Código Sustantivo del Trabajo en sus artículos 127 y 128, modificados
respectivamente por los artículos 14 y 15 de la Ley 50 de 1990, define los elementos integrantes del salario y aquellos pagos que no lo constituyen, de la siguiente forma: