
El fin?
Anoche tuvimos reunión de Club en el Piso 12
periódicamente (cada año, más o menos por estas fechas, coincidiendo con el alquiler de nuestro pimer local hace 13 años) surge una nueva crisis que le hace a uno pensar si el Club resistirá un nuevo embite o no.
Quedamos 10 socios, de los cuáles sólo dos estamos desde el momento 0, pero 3 han decidido darse de baja porque llevan desde enero sin ir, lo cuál es más que lógico.
Esto nos deja a 7 socios y con las cuotas actuales no podemos pagar el local que tenemos, con lo que las opciones se nos reducen a:
-Buscar un local más barato
-Buscar nuevos socios
-Subir las cuotas
-Fusionarnos con otros
-Chapar el chiringuito
Hablando con el otro miembro de "la vieja, viejísima guardia", llegamos a la conclusión de que tal vez necesitemos que se cierre definitivamente y volver a empezar con el espíritu original que surgió con nuestro primer local; un lugar ande uno acudía sin más que las manos en los bolsillos y era capaz de pasar la tarde la mar de divertida (independientemente de que se jugara a algo, que siempre fue la excusa). Ese espíritu se perdió hace tiempo, cuando se incorporó más gente que no veía el Club como un lugar donde uno podía contar sus vivencias, ocurrencias o batallitas, sino un lugar ande había que jugar a algo "por cojones"
Y llegaban cual marea vespertina y arrasaban con todo lo que había en la playa.
Mi amigo confesaba que necesitaba un descanso serio del WiF (algo que muchos ya le habíamos notado) y puede que esta sea una buena oportunidad para que él descanse y el resto recuperemos algo que jamás debimos perder.
La imagen no tiene que ver mucho, pero cada vez que surge el tema del fin del Club siempre siento en mi interior un amasijo de sentimientos contradictorios y la aleatoriedad que se muestra creo que lo refleja bien. Es un sitio (no necesariamente físico) donde he vivido mucho, y eso pesa.
Es imposible conocerme sin saber mi relación con el Club.
Propicios días, ciudadanos
Música: I have Been to a Marvellous Party, de The Divine Comedy