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Curso: 8-3
TAREA AUTONOMA
Según GEM Ecuador en el año 2013, el indicador de actividad emprendedora temprana (TEA)
en ese año se cumplió en un 36%; aproximadamente 1 de cada 3 adultos ha tomado medidas
de comenzar un negocio o ser propietario de un negocio que no tenga más de 42 meses. Sin
embargo, el 22,7% afirmaron que se comprometieron a aprovechar la oportunidad, mientras
que el 12,1% lo hizo por necesidad. Al igual que el año anterior, la proporción de
emprendimiento basado en necesidad se encuentra por encima del promedio regional de
4,7%.
En 2017, estas tasas fueron de 21,2 y 9,8, respectivamente. Dicho esto, los cambios en 2019 se
deben principalmente a que más personas toman medidas para iniciar negocios que aún no
están en funcionamiento.
Aún en un entorno debilitado post Covid o Covid, las ventajas mencionadas actuarán como
palanca de reactivación, existen instituciones y organizaciones vinculadas a sistemas de apoyo
al emprendimiento como Alianza para el Emprendimiento y la Innovación, AEI, i3lab de ESPOL,
CIE, InnovUG, Buen Trip Hub, Épico, etc. como puntales para promover el emprendimiento.
Dado el trabajo conjunto observado durante la pandemia, sus directivos consideran que el
emprendimiento y la transferencia de tecnología de las universidades al sector privado son las
mayores fortalezas, se espera que estas relaciones se mantengan y fortalezcan.
El 56% de la población ve una oportunidad de negocio, el 55% le resulta fácil hacerlo, el 78%
siente que tiene las habilidades para iniciar un negocio, sin embargo, para el 35% de la
población, el miedo al fracaso impedirá iniciar un negocio. Luego descubrimos que, también a
nivel individual, las percepciones y actitudes hacia el espíritu empresarial seguían siendo
favorables.
Las principales debilidades identificadas son las políticas gubernamentales relacionadas con los
impuestos y la burocracia, el apoyo financiero y la transferencia de investigación y desarrollo.
Al momento de aplicar la encuesta a los expertos, aún no se ha discutido ni aprobado la Ley de
Emprendimiento, lo que de alguna manera responde a las mayores preocupaciones sobre
creación y cierre de empresas y financiamiento.
Curiosamente, a pesar de no ser rico en fortalezas, normas sociales y culturales, creemos que
los ecuatorianos son altamente emprendedores, mientras que la educación superior brinda
formación empresarial, lo que afecta la naturaleza del emprendimiento y su impacto, ventajas
relativas que aún existen.