Y no tratandose en la actualidad de forzar a nadie al servicio, sino de admitir en el a todos los Voluntarios que vengan a presentarse en este Govierno; prevengo a Vmds, lo publiquen y hagan entender asi en sus respectivos Partidos, empeñando todo su celo y Patriotismo, para que los mozos solteros, se han los primeros a presentarse gustoso; muy seguros, de que en ningun caso saldran de la Provincia como se le ofreze este Govierno, en lo que deven estar firmemente persuadido; pues todo su servicio to desempeñaran dentro de los limites de la Patria.
Bajaron otros
mozos, acusando de torpeza al primero, pero al fin tuvieron que convencerse de que aquel pozo no tenía salida alguna.
Vicente Blasco Ibáñez
La botella se sentía llena de canciones y versos referentes a cosas de las que no tenía la menor idea: las verdes montañas soleadas, donde maduran las uvas y donde las retozonas muchachas y los bulliciosos
mozos cantan y se besan.
Hans Christian Andersen
Yo quería, ante todo, dar cumplimiento a la misión que llevaba, y no vacilé, aun cuando suponía llena de riesgos aquella ruta, cosa que con los mayores extremos confirmó el guía, un viejo aldeano con tres hijos mozos en los Ejércitos del Señor Rey Don Carlos.
Los
mozos bravos de cabeza ligera -y bien sabe el diablo que en Valencia no faltan- excitábanse unos a otros y echaban suertes para salir contra la bestia, marchando a su encuentro con hachas, lanzas, espadas y cuchillos.
Vicente Blasco Ibáñez
Mas de su oro disipada la crecidísima suma; harto don Juan de la monja, que sus desvíos acusa; dudosa de los dos mozos la amistad, que poco dura entre quien de ella pagándose inconsiderado abusa, del porvenir de los tres el horizonte se anubla, y la discordia fermenta dentro sus almas oculta.
Tal vez le odia la nobleza, y el populacho le acata, que es de cuna (hablando en plata) columpiada en la bajeza, y a su genio emprendedor y a su ingenio y travesura debe el verse en tal altura y gozar tanto favor. Tal es el hombre que tienen por enemigo estos mozos, y que agua todos sus gozos, mas con su suerte se avienen.
Mas ¡cuánto fué de los mozos el horror de intenso y grande al dar tras de pocos pasos en un cuarto donde yace Genaro tendido en tierra y el suelo nadando en sangre, y en una alcoba en un lecho de una mujer el cadáver!
Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinó arrimarse a los buenos por ser uno dellos, y vínose a vivir a la ciudad, y alquiló una casilla, y metióse a guisar de comer a ciertos estudiantes, y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena, de manera que fue frecuentando las caballerizas.
Los soldados convalecientes paseaban: La fiebre les había descarnado las mejillas y hundido los ojos: A la luz del amanecer parecían espectros: Casi todos eran mozos aldeanos enfermos de fatiga y de nostalgia.
Los hijos, de su reino despojados, verá exiliados en nación extraña, mozos a merced de sus contrarios; mas fin tendrán al cabo sus calvarios.
Ocho estrechos al rey hay que a destajo juntos compiten en la lucha armada: mozos, que en armas tiene gran bagaje, todos señores o de gran linaje.