Seram2012 S-1001
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Objetivo docente
FRACTURAS ESCAFOIDES
Las fracturas de escafoides son las fracturas más frecuentes en los huesos del carpo
1.
siendo aproximadamente cerca del 80% del total de dichas fracturas
4
Se han descrito diversas clasificaciones, entre las que es más conocida la de Russe ,
basada en la orientación del trazo de las fracturas del cuerpo respecto al eje longitudinal
del hueso, y que divide las fracturas en transversas (60%), oblicuas horizontales (35%)
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y oblicuas verticales (5%). Posteriormente Compson, o años más tarde Herbert ,
modificaron e introdujeron nuevos modelos en el sistema de clasificación.
La cicatrización ósea del escafoides es lenta y difícil dado que se trata de un hueso
sin periostio y su curación depende única y exclusivamente de la formación de hueso
reparador a través del endostio. Además, como toda fractura, necesita una buena
vascularización, que en este hueso está limitada de forma fisiológica, dado que el 80%
de su superficie está recubierta por cartílago hialino para sus carillas articulares.
Los pocos vasos que entran lo hacen a través de ramas de la arterial radial a nivel
de la cresta dorsal principalmente, y en menor medida de las ramas palmares con una
orientación de distal a proximal. Éstas son ramas terminales con escasas anastomosis
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intraósea que dejan buen parte del tercio proximal del hueso con débil irrigación. Fig.
1 on page 7
Otro factor que puede complicar el proceso biológico de curación es que el callo precisa
de una gran estabilidad y de una proximidad de los focos de fractura. La singular
situación anatómica del escafoides, que hace de puente entre las dos filas del carpo, lo
somete a continuas fuerzas de cizallamiento y distracción, especialmente en las fracturas
inestables. El diagnóstico tardío con una inadecuada inmovilización, el desplazamiento
o conminución de la fractura o factores anatómicos y fisiológicos que se escapan del
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control médico hacen que la fractura de escafoides no consolide y se ha asociado
con el desarrollo tardío de cambios degenerativos en la muñeca. A este patrón se le
conoce como colapso avanzado por no unión escafoidea o SNAC. ("scaphoid nonunion
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advanced collapse"). Es por ello que es muy importante un diagnóstico precoz y saber
diferenciar entre pseudoartrosis estables e inestables.
Así, las pseudoartrosis estables se caracterizan por una unión fibrosa firme que previene
la deformidad. La altura y la forma del escafoides está conservada y el riesgo de artrosis
es mínimo. Son criterios ampliamente aceptados para establecer la estabilidad fractuaria
7
los descritos por Cooney que considera inestables aquellas fracturas que tienen Fig.
2 on page 8
Este hueso es un puente vital en la estabilidad entre la primera y la segunda fila del carpo
y su fractura altera severamente los mecanismos funcionales carpianos.
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En los casos de pseudoartrosis, el escafoides se irá flexionando progresivamente hacia
volar. Este acortamiento óseo es el responsable que el semilunar se vaya colocando
hacia dorsal (extensión) por la presión del hueso grande. El semilunar arrastrará
el fragmento proximal por el ligamento escafo-semilunar, ocasionando también su
extensión. Fig. 3 on page 8 . El fragmento distal se flexionará arrastrado por
el ligamento escafo-trapezoideo. Todo esto provocará una prominencia ósea dorsal
(deformidad en "joroba"), y un patrón de DISI. Se producirá una situación anormal en
la cinética y transmisión de fuerzas de la muñeca, y la aparición de cambios artrósicos
prematuros. Fig. 4 on page 9
Grado I:Cambios degenerativos comienzan entre la estiloides radial y el polo distal del
escafoides. Fig. 7 on page 10 Fig. 8 on page 11
Grado III Cambios degenerativos que afectan a la cabeza del hueso grande. Fig. 10 on
page 12 (Fig 10).
TRATAMIENTO
Las técnicas quirúrgicas de las que se dispone para el tratamiento de esta patología
son prácticamente todas paliativas o de rescate, sin preservación escafoidea, salvo en
estadíos iniciales donde se puede realizar cirugía conservadora. La ventaja para ésta
última es el restablecimiento de la altura del carpo y de su biomecánica en la trasmisión
de cargas.
Entre las técnicas quirúrgicas que se han propuesto, se incluyen el injerto óseo
vascularizado, la estiloidectomía radial, la resección de la hilera proximal del carpo, la
fusión de las cuatro esquinas, la artroplastia de muñeca y la artrodesis total de muñeca.
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Cuando el traumatólogo solicita un estudio por TC, lo hace principalmente para obtener
un mapa prequirúrgico y valorar si bien se encuentra ante una situación que le permitirá
hacer un tratamiento con conservación de escafoides, óptimo para la funcionalidad de la
muñeca, o bien requerirá una técnica de rescate. Por ello el tratamiento varía en función
del grado de colapso carpiano existente.
Cuando el traumatólogo nos solicita la realización del TC, lo hace para valorar con
exactitud el grado de SNAC (en ocasiones dudoso mediante radiología convencional) , y
determinar si se encuentra ante una escafoides salvable. Si se está valorando la cirugía
conservadora el traumatólogo necesita estimar el volumen de injerto óseo a utilizar. Así,
resulta crucial que en nuestro informe reportemos los siguientes datos en los casos de
SNAC I: Fig. 11 on page 12
SNAC I sin signos radiológicos de necrosis del polo proximal Fig. 12 on page 13
SNAC I con necrosis del polo proximal o SNAC II: Fig. 14 on page 14
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Procedimientos paliativos. El escafoides no es salvable. No se aprecian cambios
degenerativos en la cabeza del hueso grande.
Excepción
SNAC I con necrosis del polo proximal, pero si el paciente es joven (<20- 25 años) y
se trata de su primera cirugía, se puede hacer una intento de cirugía conservadora
con injerto vascularizado
• Ventajas:
• Problemas:
- Los movimientos de translación entre la cabeza del hueso grande (1) y la fosa radial
del semilunar (2), aumentan la presión sobre esta área y a la larga causa cambios
degenerativos en la gran mayoría de casos, ( se correlaciona con el dolor).
• Contraindicaciones:
- Cambios degenerativos en la cabeza del hueso grande o en la fosa radial del semilunar
(SNAC III).
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- Elimina articulaciones degenerativas.
• Contraindicaciones y complicaciones:
-Variante de la anterior.
SNAC III: Fig. 19 on page 16 Afectación de la cabeza del hueso grande principamente
con cambios degenerativos en la superficie articular con el escafoides:
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Fig. 13
Fig. 14
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Fig. 15
Fig. 16
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Fig. 17
Fig. 18
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Fig. 19
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Conclusiones
Bibliografía.
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6 Herbert TJ: The Fractures Scaphoid. St Louis: Quality Medical Publishing 1990
Yang Z, Mann FA, Gilula LA, Haerr C, Larsen CF. Scaphopisocapitate alignment: criterion
to establish a neutral lateral
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9 Oehmke A: The blood supply of the scaphoid bone. J hand Surg 2009; 12:502-508.
10 Perlik PC, Guilford WB. Magnetic resonance imaging to assess vascularity of scaphoid
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11 Vender MI, Watson HK, Wiener BD, Black DM. Degenerative change in symptomatic
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