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1.
Ayuda que se pide:
Que la persona decida pedir ayuda depende de las características
personales (edad, género, personalidad…) como de la naturaleza del
problema y el tipo de ayuda que se necesita, además de las
características del posible donante de ayuda, solemos acudir a personas
semejantes a nosotros. Las personas tienden a atribuir a causas
externas el motivo de sus problemas “Teoría de la atribución”, de esta
forma conservan su autoestima positiva. Los costes de la ayuda también
influirán “Teoría del intercambio social”.
2. ayuda que se recibe sin quererlo:
. Teoría de la reactancia: Las personas quieren maximizar su libertad personal
de elección. Se puede pensar que al recibir ayuda estamos perdiendo nuestra
libertad o por sentirse obligado a devolver la ayuda recibida
Conducta de Altruismo:
La conducta altruista es la conducta humana que consiste en brindar una
atención desinteresada al prójimo, aunque dicha diligencia atente contra el bien
propio.
El altruista intenta procurar el bien ajeno, sin importarle el propio. Este sujeto
realiza algún tipo de sacrificio personal para proporcionarle un beneficio al
prójimo.
El altruismo tiene influencia sobre la interacción de los seres humanos, y
modulan la salud y el bienestar. La teoría altruista dice: La base de la moralidad
está en la razón. Favorecer a los demás es el desarrollo razonable y ético del
comportamiento.
Existen dos aspectos que definen el altruismo:
La simpatía se apoya sobre valores de bondad y caridad.
El compromiso que se considera un acto que va a beneficiar más a otro
que a sí mismo, implicando un sacrificio personal. El compromiso se
inscribe en una ética de la responsabilidad.
Porque trata de actuar concretamente sobre el presente y sobre el
futuro para proporcionar mayor bienestar al resto de la sociedad,
implicando una inversión personal para el desarrollo de bienes
comunes.
Conducta Pro-social:
Es una conducta social positiva a favor de la sociedad y, en cualquier caso, es
una conducta intencionada y propositiva, que siempre define una función de las
consecuencias que tenga sobre los demás.
La conducta prosocial es un comportamiento que beneficia a otros y que tiene
consecuencias sociales positivas. La conducta prosocial es un acto realizado
en beneficio de otras personas como también la manera de responder a éstas
con simpatía, condolencia, cooperación, ayuda, rescate, confortamiento y
entrega o generosidad.
Existen muchos factores que pueden influir para que se dé el desarrollo de una
conducta prosocial. Estos factores pueden influenciar de manera positiva o
negativa, puesto que pueden existir tanto el temor y la agresividad como la
buena relación y el amor del individuo en relación con los demás.
Según estudios realizados, los padres, maestros, hermanos y otros, pueden
contribuir al buen desarrollo de la conducta prosocial. Esta conducta se
desarrolla de diferente manera en cada persona, además eso dependerá del
ambiente en que se desenvuelva. Esta conducta es una disposición innata que
se puede ir moldeando a través del tiempo con ayuda de nuestros padres.
Los factores que influyen en el desarrollo de una conducta prosocial saludable
esta la agresión. Que desde pequeños los niños muestran un tipo de agresión,
la agresión instrumental, donde el niño se comporta agresivamente con el fin
de lograr una meta.
Esta conducta prosocial tiene un carácter voluntario y se dirige en beneficio de
los demás, aunque no necesita tener una motivación de tipo altruista, la
conducta prosocial es como un constructo que comprende conductas de ayuda,
compartir, alentar, comprender, ponerse en el lugar de, entre otras; sin esperar
ningún beneficio a cambio.