Bueno.
Realmente nací a las 6h00 de la madrugada del día 30 de Abril.
En un pueblo por entonces precioso y acogedor, blanco de sal y moreno de soles.
La banda sonora de mi infancia son las habaneras y por excelencia, "La bella Lola".
Nací en la casa de mis abuelos, Fina y Antonio.
Mi madre pasó mucho miedo durante el parto y las horas anteriores a él.
No tenía a nadie de su familia con ella. Ni madre (fallecida) ni hermana (a 60 kilómetros).
Estaba sola con su marido, su cuñado y sus suegros y a muchos kilómetros del hospital más cercano si había alguna complicación.
Y le dolió mucho. Muchísimo. Y la asistieron dos mujeres que ni eran matronas ni nada. Además de ella, otra mujer del pueblo también se puso de parto a la vez. Así que las dos mujeres hicieron lo que pudieron por asistirlas echando carreras de una casa a la otra. Más de veinte años después, mi abuela Fina me presentaría a la niña que nació a la misma vez que yo.
A día de hoy, sabiendo lo que sé y sintiendo lo que sentí para traer a mi niña a este mundo, hasta lloro y se me pone un nudo en la garganta de pensar cómo se debió sentir mi madre para parirme. Física y mentalmente.
Pero lo superó.
Siempre ha sido muy dura. Más de lo que ella se ha valorado jamás.
Y fue muy feliz al tomar entre sus brazos a su hija si tenemos en cuenta que hace treinta y siete años no habían ecografías que te chivaran si tendrías varón o hembra.
Siempre me ha contado que cuando iba a la tienda de Dorita a comprar le decía:
- Ay, Dorita... deseo tanto que sea una niña... ¿Tú crees que Dios me escuchará si se lo pido?
- pues claro, mujer -animaba la otra-, ¿Tú crees que vas a venir a comprar garbanzos y te voy a dar habichuelas?
Y así fue.
Y se celebró mi nacimiento muchísimo. Casi tanto como mi sexo.
Mi madre por todo lo alto.
Y mi abuelo recorriendo el pueblo en su moto vespino y gritando a los 4 vientos que tenía una nieta (tuvo 3 hijos y debió pintar de azul tres veces la cuna que hizo con sus propias manos).
Si tengo que decir cómo me siento y hacer balance, diré que muy feliz.
Tengo una hija sana y preciosa.
Tengo un compañero de viaje inmejorable.
Tengo una familia a la que quiero y que me adora.
Tengo dos perricos que son mi pasión.
Cumplo 37 años y me siento muy joven.
Lástima que la edad física no acompañe a la mental.
Me ha salido un post muy raro, la verdad.
Hubiera estado bien, haber indagado qué famosos personajes y qué inolvidablels pasajes de la historia de la humanidad tuvieron cabida en un día como es el 30 de Abril.
Hubiera estado bien haberóslo contado.
En fin, aquí os dejo una tarta para que vosotros mismos os sirváis.
Besicos desde el país que no existe.