martes, 25 de septiembre de 2012

393. AQUÍ ESTOY

Hola amores!!
 qué tal estáis???

Por aquí todo bien.
Resumiendo, hace una semana fui tita por tercera vez.
Mi sobrino Enzo es precioso.
Pequeñito pero de verdad que guapo guapo reguapo.
Para mi gusto el más guapo al nacer de todos los nietos de mi suegra incluida mi ferrero.
El nombre me pareció de risa, de verdad.
Mi chico me sacó de dudas diciéndome que el fundador de la escudería Ferrari fue Enzo Ferrari.
Así que asumo que el nombrecito es italiano.
Qué de modernos y globalizados somos los padres de ahora, no?
Además, me hace gracia porque una de las razones por las que no le puse (es un ejemplo para ilustrar), Candela a nuestra hija, es porque cuando lo decía me preguntaban: "¿viene de Candelaria?"
Y no me gustaba.
Pero da lo mismo. Porque llamándola Emma, una persona mayor (¿Os acordáis de la Alaska?), ya me preguntó si el nombre venía de Emmanuela.
Y el otro día diciendo que mi sobrino se llamaba Enzo, me preguntaron si venía de Lorenzo.
Así que da lo mismo las vueltas que le des a un nombre para tomar una decisión de cuál es el mejor.
Ésa es la conclusión.

Y no sé qué más contaros, la verdad.

Ah! sí, a mi anónima C. que me dejó un comentario en mi anterior post. ¡¡Gracias!!
Por manifestarte y por el piropo a mi niña y espero que vuelvas pronto!.
Ya me ves, aquí estoy escribiendo. Pa que me leáis jejejejejejejeejejejeej

Y nada, mi niña ha empezado el cole genial.
En este sentido me lo pone fácil. Es cierto.
Pero todavía no hemos acabado el mes y ya está tocada OOOTRA VEEEEEZ con el estómago.
Comiendo muy poco, con diarrea esporádica, ha vomitado dos veces y muuuuchos mocos.
Los mocos los he controlado con el Paidoterín que es un descongestivo.
Pero el resto es así desde el jueves/viernes pasado.
Espero que no llegue a más...

Y ahora lo que yo llamo HISTORIAS DE "MI HIJA CRECE".

Esta mañana vamos en el coche hasta la guardería.
Llevo varias mañanas que cuando siento bostezar a Emma, le abordo con la misma perorata:
- Tienes sueño, Emma?
- sí...
- Ves? Cuando mamá por la noche te dice: "vamos a dormir", Emma no se tiene que enfadar.
- No?
- No. Si Emma duerme, Emma está feliz para ir al cole. No está cansada.

Y con esta conversación, llevamos varios días en el coche.

El tema ir a la cama: FATAL. Y llevamos así unos meses.
No hay manera de acostarla.
Da igual por la siesta que por la noche.
Da igual si está reventada porque madrugó y no durmió siesta.
Da igual si te vas a contarle un cuento y darle vaselina para que se vaya haciendo a la idea de que toca dormir.
Da igual que le des sus muñecos favoritos.
En cuanto haces amago de dejarla, pega botes con todo el cuerpo en el colchón que parece la niña del exorcista, grita, llora, te llama hasta que le duele garganta... uffff... es agobiante.
Así que siempre va cansaeta y tocacojones.

Porque claro, ¿qué nos pasa cuando no descansamos? que tenemos un humor de perros.
Y ella no iba a ser menos.
Siempre fue un bebé que dormía poco. Siestas de 20 minutos. Jamás recién nacida durmió una hora completa a ninguna hora del día. Luego empezó a hacer las horas de noche, gracias a dios, pero las espaciaba mucho más por el día, claro. Hasta que siendo todavía muy pequeñita, donde otros niños hacen dos siestas mínimo, la de la mañana y la de la tarde, Emma sólo hacía una o ninguna.

Pero lo de ahora, ya me tiene frita.
Porque nunca dió problemas para ir a la cama. Y ahora es un show. Le tengo pánico a acostarla.
Da igual que se vaya medio convencida de tu mano a la habitación. En cuanto apagas la luz y le das las buenas noches, te arma el cirio pascual.

Yo no sé si se piensa que no va a poder jugar más en la vida o que se pierde algo chulo e importante mientras duerme.
Pero claro, luego por la mañana, cuando hay que madrugar para ir al cole, no hay ni dios que la despierte.
Hasta hace unas semanas la despertaba con los dibujos animados en el móvil. Un brinco pegaba la tía que pa qué.
Pero lleva unos días, que ni con la Peppa Pig susurrándole un oooinnnkkkk a la oreja.
Ni caso.
Boca abierta, baba cayendo, ventanas chapadas.

Nada.

Así que todas estas mañanas que vamos de camino al cole, le doy la tabarra con la importancia de dormir y descansar.
Y esta mañana no iba a ser menos.

Oigo bostezar a Emma desde su asiento en la parte de atrás. El bostezo de hoy es muuuuuy largo.

- Emma, Tienes sueño?
- Sí mamá
- Ves? Cuando mamá dice que nos tenemos que acostar, ¿por qué se enfada y llora Emma?. Nooooooo cariñooooo (digo en tono conciliador), hay que dormir. Cuando mamá dice: "Emma, a dormir", Emma tiene que decir feliz: "sí! mamá!". Porque así, estarás bien para jugar en la guarde. ¿Lo entiendes Emma?.
Y responde bufando:
- Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa vaaaaaaaleeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.


Como diciéndome: "cáaaallate yaaaaa pesáaaaaaaaaaa".
Y yo me he meado de risa interiormente.


Se hace mayor. Y a mí me ha hecho sentir más. Como si esta misma conversación la pudiéramos tener dentro de 15 años y yo empezara diciendo: "Emma, es que tienes un amigo especial??"
Tengo clarísimo que me contestará lo mismo y de la misma manera.
Y he sentido el convencimiento de que así nos podemos tirar toda la vida y que da igual dentro de cuanto tiempo sea, si de 5 ó 10 ó 15 ó 20 años, y por el motivo que sea, me contestará exactamente igual.

Y es que se me hace mayor.
Y decide muchas cosas. Y pide o desprecia así le gusten o disgusten las cosas.
Mamá, quítate que se ponga Emma.
Dame queso que ésto no me gusta.
No quiero más.
A Emma le duele aquí...

Te quiero pequeña, aunque a veces saques a mamá de quicio.

En fin, un besico desde el país que no existe, garfios míos.
Elly