domingo, 26 de febrero de 2012

365. AVE FENIX

Pues así vamos, remontando el vuelo una (Emma), y resurgiendo de sus cenizas otra (yo).

Emma estuvo vomitando hasta el miércoles pasado.
Jamás a mi hija le ha durado tanto un virus.
La gente se repartía los consejos y la mitad decía que los virus vienen asi de jodidos este año y la otra mitad que su sobrino/amigo/primo le descubrieron una intolerancia a raíz de un proceso parecido.
El caso es que la llevé una vez más al pediatra.
Para llevarle el informe de urgencias y para ver qué más podíamos hacer porque Emma seguía vomitando hasta la bilis.
Na-da.
Seguía hidratada, así que siguiéramos con agua y azúcar, suero o gelatina de suero (por no ponérselo más fácil al estómago para vomitar) y quizás hacerle un coprocultivo para descartar alguna bacteria más resistente que tuviera alojada.
¿Coprocultivo?
¿Con qué caca?
Si mi hija no comía nada y ni siquiera mantenía líquidos...

En fin, que tras la última vomitona del miércoles (dioosssss, desde sábado limpiando ropa, sábanas y demás), el jueves amaneció con un ánimo espectacular. Yo reticente le he ido introduciendo la comida sólida, más con miedo que con prudencia, todo sea dicho de paso.
El miércoles sólo tomó un yogur antes de dormir. Y el jueves medio vaso de leche sin lactosa y una sopita. Claro está con el suero de fresa para no parar la hidratación.
Y la niña ya jugaba, me hablaba, no lloraba pidiendo agua y yo me iba animando.
Hasta que el jueves por la noche...

TACHÁN,

caí yo con una diarrea del quince!
Empecé a notarme naúseas a media tarde. Y en mi estómago e intestinos parecía que tenía la filarmónica asturiana metida. Así que corrí a tomarme ultralevura. Aún así, lo inevitable, pasó.

Jamás, y digo jamás, lo he pasado tan mal.
Sin dar detalles, diré que casi monto la tienda de campaña en el W.C. porque era ir cada 5 minutos. Pero 5 minutos de reloj, eh?. Porque era tan exagerado que me estuve fijando en la hora.
Tooooooooooooooooooooda la santa noche que ví amanecer sentada en la fría loza.

Pa morirme.
Y entendí a mi pequeñina cuando me pedía agua.
Porque yo notaba la deshidratación en mi boca. Mi lengua era como un papel secante. Ho-rro-ro-so.

Desde entonces he mejorado bastante.
Sigo tomando arroz, ultralevura, manzana... y aunque las visitas a la poceta han disminuido considerablemente, he de decir que son a la carrera.
¿Que suena la sinfónica de la filarmónica?. Sal corriendo, nena, que no llegas.

Y bueno, ya sabéis. Que algo peor de que tu bebé se ponga malito, es que tú también te pongas.
Porque la minina el viernes quería juerga, y mamá quería morirse.

En fin, que mañana al cole.
Que pa que lo pida la pobre, no es moco de pavo.
Y yo a intentar volver a mis 'queridas' rutinas.
Mi niña, mi fisio, mi madre, mi casa, mi perro, mi guinda...

Un besico desde el país que no existe, garfios míos.
Elly

Pd.- UN ABRAZO A MI FLORCI


martes, 21 de febrero de 2012

364. MALURAS

Tenía preparado un post majísimo sobre mi hija, pero lo atraso hasta que ella esté bien.

Desde el sábado está vomitando, con diarrea y con fiebre.

Y todo gracias a un padre talibán, como le acabo de decir a mi amiga Florci en su blog.

El viernes cuando dejaba a Emma en la guarde, un padre delante mío, le decía a la cuidadora que el niño había estado vomitando esa mañana pero que como lo encontraba animado por eso lo había llevado. Que si pasaba cualquier cosa, que lo llamaran, que él entraba a trabajar en el turno de tarde.

Ahora después de 4 días me arrepiendo de no haberle dicho:
- y por qué no se lleva a su hijo a casa y en vez de ir a tomárselas con los colegas, está pendiente de él y así no contagia a otros niños?.

Porque sí, ese niño es compañero de clase de mi ferrero.

Así que desde el sábado después de comer vomitar, está malísima.

Como ya sabéis mi hija es propensa o tiene una facilidad pasmosa para el vómito. Pero normalmente en dos días se le ha ido toda la malura.
Menos esta vez.
Ni agua/suero a cucharadas (ya sabéis que el agua llama al vómito), ni nada de nada.
Vomita hasta la cucharada.
Vomita hasta el jarabe que le mandó la pediatra.

ASí que ayer noche me fui a urgencias y como no había tenido fiebre desde la mañana, sólo le trataron el vómito. Porque diarrea y los peos a huevo podrido, desde el domingo nada, no?. Claro, nos ha jodío, si no ha comido nada la niña. O que se le ha pasao. Claro, ustedes siempre tan positivos y las histéricas somos las madres, le dije yo al joven pediatra de urgencias.
El caso es que como estaba hidratada y el miedo es la deshidratación cuando lo vomitan todo, pos le dieron una cosa para pararle el vómito y pa casa. Que el estómago necesitaba descansar porque a veces entra dentro de una espiral, ingesta-vómito del que no puede salir y mejor dejarlo tranquilo, hasta sin suero ni agua.
¿Proceso vírico?, Puede ser por la fiebre, pero como ya no tenía...

La noche la ha pasado bien, sin vomitar. Gracias a dios porque la noche del domingo al lunes fue de órdago con vómito hasta enredado y pegado en el pelo, en la cama...
Pero hoy, que parecía más animadica (que es un decir, porque nada más que tiene ojeras y no habla), ha vuelto a vomitar este medio día.

Y es que la pobre llora suplicando agua.
mamáaaaa aguaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Se puede tirar 20 minutos así y yo partida en dos del dolor.
Y cuando le doy unos sorbicos o unas cucharaditas, llora pidiendo
mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa máaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassss

Y se tira al suelo con rabia y llora, llora, llora pidiendo más agua. La busca donde la escondo y ya no sé qué hacer. Porque aunque le hidrato los labios, es darle y vomitar.

Mañana he pedido otra vez cita en la pediatra. Que no me a va a decir nada más de lo que ya me dijo ayer.
Además ella me mandó ayer Motilium, que según el médico de urgencias es un engañacuerpos, porque lo que hace es acelerar el tránsito intestinal, vacía el estómago hacia el intestino, con lo cual, claro que no vomitas, pero porque no tienes nada. Pero ese medicamento ni cura ni nada.
Y mi hija ayer echó tres veces la bilis.

Y yo estoy partida en dos de verle nada más que ojos en esa cara tan demacrada.
Con unas ojeras negras que se le hunden en los mofletes que está perdiendo.
Que deja caer su cuerpecito entre mis brazos porque no quiere ni jugar.
Rota de dolor por oirla llorar pidiendo agua y pidiendo más.
Y cansada de no dormir por estar alerta, y de limpiar todo lo que ensucia con el vómito.

Un besico garfios míos, desde el país que no existe.
Elly

miércoles, 15 de febrero de 2012

363. PONIENDO MI CASA EN ORDEN

Pues bien.
Después de amarnos (¿?) mucho ayer, y querernos tanto o más que un buen cagar (una de las frases estrellas de mi adorada abuela Fina, a la par que verdadera como la vida misma), hoy posteo otro batiburrillo.

Diréis, ¿qué prolija está esta chica?
Pues sí.
Pero ésto sólo puede aurgurar algunas semanas venideras en sequía.
Que me dan los arranques y lo entrego todo y luego pasa lo que pasa.
Creo que me voy a dosificar para no crear empacho.

En fin, hace un par de semanas que han ocurrido diferentes cosas en mi vida cotidiana y me dispongo a resumirlas (¿dije yo eso?),a continuación.

Pero vayamos por partes, como dice Dexter.




Lo primero y fundamental, he estado hasta arriba de obligaciones.
Algunas impuestas, otras elegidas, como fue ir preparando a raticos las cosicas para el cumpleaños de mi polluela.

Estuve en el oculista con mi madre porque todavía andamos liados con el ojo que le operaron de cataratas el 13 de Diciembre. 
Le encontraron un edema macular en la visita posterior a la intervención y parece ser que todavía tiene un poco de esa inflamación en la mácula. Así que no nos quitamos de encima la medicación, ni las visitas al médico, que pa qué os voy a engañar, me acarrean un montón de estrés el día que tenemos visita, por la poca autonomía que va teniendo mi madre. Hasta para vestirse, ya que se agobia pensando en qué orden tiene que ponerse la ropa, por ejemplo.

Además, menos mal que se me ocurrió comentarle al médico que le habían diagnosticado Alzheimer, aprovechando que se llevaban a mi madre a otra salita a hacerle una prueba de agudeza visual.
Según mi madre no ve nada. SE agobia mucho cuando le hacen esa prueba, por ejemplo. Le dejo unas pastillas de su medicación con un vaso de agua en la mesa, y no ve las pastillas. Toca en todos lados, pero no las encuentra. Pero luego, aunque en muy pocas ocasiones, ve cosas que hasta a mí me cuesta ver.

El médico anotó en el informe el diagnóstico del Alzheimer para tenerlo presente y me comentó que aunque hay estudios, todavía no está muy claro si los enfermos de esta dolencia, 'ven con los ojos o con el cerebro'.
No sé si me explico. Ya sabéis que el cerebro interpreta lo que nuestros ojos ven. Pues van por ahí los tiros.
Según él, mi madre debe ver bien del ojo que le operó por lo mismo hace unos años (dice que tiene un 70% de visión), y cree que ve más de lo que dice por el ojo que le operó hace dos meses.
Nos dió cita para esta semana otra vez, y a ver qué pasa.

En fin, cambiemos de tema.

Ya os dije que iba a dar a Kiyo, no?


Pues ya es una realidad. Kiyo ya no es mío.
Una realidad cruda, favorable para todos, incluso para él, pero cruda.

Como ya os conté, Kiyo fue adoptado por una familia.
Un matrimonio de más de 50 años de edad.
Yo creía que era lo idóneo para él. Un ambiente donde él es el centro de atención, donde está mimado, donde no tiene que competir con otros cariños como es el de hijos pequeños, etc.

Pues bien, a los dos días de ser adoptado, mi pobre perrito tuvo que pasar otro calvario parecido por el que ya pasó cuando Mario se lo encontró en una cuneta contando tan sólo con 4 mesecitos de vida.

Y es que no se le ocurrió otra cosa al buen señor, que abrirle la puerta al perro para que se paseara solo.
Mi chucho que vió la puerta abierta y a aquellos señores que no conocía de nada, y salió escopetao.
Según cuentan, además pasaba un coche como el de mi chico, y pa qué quieres más.
Ya volverá, ya volverá,... pero el perro no volvió.

Yo de esto me enteré días más tarde y a raíz de la llamada de un veterinario que yo no conocía de nada.

Como mis perros llevan chip, me localizó a través del que lleva Kiyo, y me preguntaba si quería al perro o no. Que lo habían encontrao en una gasolinera.

Yo en plena batalla campal de darle la cena a mi heredera, no entendí bien lo último y le dije que no lo quería, que sabía que no había hecho todavía el cambio de titular a sus nuevos dueños pero que es que quien conocía a esa pareja era mi chico. Que lo sentía mucho, bla bla bla...

Y el veterinario que no, que no estábamos hablando de lo mismo.

Y resulta que una pareja joven que trabaja cerca, se lo había encontrao en una gasolinera. Todo sucio el pobretico mío, muerto de miedo y de hambre. Y que si no lo quería, pues ellos se lo quedaban.

Y miren ustedes-vosotros, ante la ignorancia de no saber lo que había pasado (lo de que el primer dueño le había abierto la puerta al perro y éste se había escapado), le dije que sí. Que se lo quedaran. Yo pensé que muy cuidadosos no debían ser los otros cuando el perro no les había durado en casa ni 48 horas. Pero vamos, que directamente pensé que lo habían abandonao y me sentía tan agradecida con esta pareja, que no pensé en la otra. Mea culpa.

Llamé a mi chico corriendo y me dijo que no sabía nada.
Y después de unos días, nos enteramos de lo que os conté al principio.
 Y parecía ser que la 1ª señora adoptiva estaba hecha polvo por la desaparición del perro.
Pero yo ya había dado mi palabra.
Y el domingo día 5, el día del cumple de mi polluela, los segundos papás adoptivos vinieron a mi casa a que les firmara el cambio de titularidad del perro porque DESEABAN quedarse con él. Para más inri, ellos viven cerca de los primeros papás adoptivos y creo que han visto a Kiyo con ellos y siguen insistiendo en que lo quieren. Pero vamos, que como le dije a mi chico: ¿se les escapa y no nos avisan?. Pues como dice mi pequeña: 'mamáaaaaaaaaaaa, no útaaaaaaa' (mamá no gusta).

Debo decir que tras conocer a los nuevos papis, no tuve ninguna duda de que Kiyo estaría genial con ellos.
Era una pareja joven con una bebita pequeña y estaban ENAMORADOS de Kiyo. Literalmente. Y se notaba. 
Yo quedé con ellos cerca de mi casa a las 20h de una noche más que desapacible de frío y viento (instada con premura por la chica ya que temía que yo me echara para atrás y que no le diera al perro) y aproveché que tenía que pasear a Momo para acudir al encuentro.

No esperaba ver a mi pequeño...

Y verlo, verlo correr hacía mí cuando yo andaba hacia ellos, me embargó de emoción.
No pude evitar llamarle aunque él ya trotaba con el rabo arriba en nuestra dirección.
Momo y Kiyo se saludaron, yo no paraba de arrascarle la cabeza como tanto le gustaba.
Algo pasó, y ellos que estaban olfateándose después de una semana sin verse, de pronto se gruñeron.
Para haber estado Momo unos días muy tristones y para haber estado Kiyo tantos días sin vernos, aquella reacción no me gustó.
De pronto, en cuanto el chico cogió a Kiyo y lo tomó entre sus brazos mientras lo mecía como a un bebé, entendí que ese perro ya no era mío. Kiyo había elegido. Kiyo había decidido quién era su familia ahora.
Aun así, despedirme de él, con la promesa de sus nuevos dueños de estar en contacto para saber de mi yanoperro, me inundó de profunda tristeza.
Kiyo, con el que había compartido 5 años de mi vida, se iba en aquel coche, para siempre.

Es ahora cuando escribo ésto, y no puedo reprimir unas lágrimas por él.
Sé que los dos estamos mejor de lo que estábamos. De Momo todavía no lo tengo claro, pero lo estará, eso seguro. O quizás es que vuelve a ser el mismo de antes de que llegara Kiyo. Tranquilo, afectuoso, juguetón, manso...
Yo ahora estoy tranquila, estar con Momo es como no tener perro. O como tenerlo pero con casi ninguno de sus inconvenientes. Es obediente, limpio, afectuoso, sabe estar... no sé, es especial. Puedo incluirlo en los juegos con Emma sin miedo a ladridos, gruñidos y algún amago de mordedura. Tengo la casa y la terraza limpias, no temo por dónde estará tirada en el suelo Emma, no sé, son muchas cosas positivas.
Y sé que Kiyo es feliz. Sé que su nueva familia le colma de atenciones.
Sé que duerme con ellos en la habitación a los pies de su cama.
Sé que no se mea en casa cuando ellos no están (no sé si esto cambiará).
Sé que sigue siendo igual de afectuoso y cansino para que le acaricien.
Así que sé, que hice lo que tenía que hacer.

Aunque sea muy raro que esta estampa no se vuelva a repetir...



A los que me leen y no saben lo que es tener animales domésticos para lo bueno y lo malo, a los que no entienden que se les quiera como a uno más de la familia, a los que duden de que se les ame aun cuando te estás desprendiendo de ellos dándolos en adopción, a esos, que se ahorren sus comentarios, por favor.

Un besazo desde el país que no existe, garfios míos.
Elly

martes, 14 de febrero de 2012

362. FELIZ SAN VALENTÍN

Que os quieran mucho y os lo demuestren.
Hoy y todos los días.

Feliz San Valentín.




lunes, 13 de febrero de 2012

361. AZUL

Así fue ayer nuestra Blue Party parti-cular.

Y es que como sabéis ayer Emma tuvo su fiesta de cumpleaños.

Lo pasamos genial.

Bueno, ella y los asistentes. Ya sabéis que los anfitriones estamos al tanto de todo y no lo disfrutas igual. Y aunque me lo monté todo como de buffet libre, la verdad es que no recuerdo en qué andaría liada toda la mañana, pero no comí casi nada.

Fue a partir de las 12h de la mañana y debo decir que aunque hacía fresquete, a medio día y a primeras horas de la tarde estuvimos genial en la terrazita ya que no nos hacía viento y el sol calentaba hasta el punto de tener que moverte hacia un poco de sombra si estabas muuuuuuuuuuuuucho rato.

¿Desilusiones?. Sí, las hubo. Más de las que yo hubiera querido.
Mi suegra trajo la tarta por la mañana pero no se quedó (no quiso cambiarle el día a la chica que se queda con mi suegro en el hospital -este es otro tema-), así que se marchó.
Mi cuñada la de mi hermano no se había acordado del cumpleaños y no pudo cambiar el turno de trabajo por lo que llegó practicamente para ver cómo acostábamos a Emma a dormir la siesta.
MI cuñada pequeña (sí, la de la movida aquella), llegó tardísimo, mal y se marchó rapidísimo. (Por supuesto ni me saludó al llegar ni nada.).
Dos parejas de amigos con sus repectivas hijas amiguitas de la mía, que tampoco se quedaron a la fiesta. Llegaron, picaron algo y unos se fueron antes que los otros.
Y el amiguísisisisisisisisimo de mi pequeña que estaba malito desde el día antes y sus papás también, y no pudieron asistir. Esto no fue decepción, lo aclaro ya. Que ésto fue causa de fuerza mayor. Pero el resto, nasti de plasti. Que llevamos dos semanas haciendo la fiesta y todavía el mundo sabía cuándo y cómo, cojona!.

En fin, que les pedí a los asistentes que vinieran vestidos con algo azul.
Preparé un fotomatón casero para disfrazarnos y dejar constancia de la asistencia a la fiesta.
Preparé un buffet variadísimo y fácil de digerir.
Como era la fiesta del dos, hubo dos tartas saladas y dos tartas dulces.
Lo decoré todo en azul y blanco (globos, mesa, cubiertos...) en la medida de mis posibilidades.

Quedé contenta con el resultado.
Y mi hija se lo pasó genial.
Eso es lo que me importa.
Que lo hice casi todo sola...¿?
Que nadie me hizo ningún comentario sobre la decoración o el esfuerzo que saltaba a la luz, me había costado hacerlo todo...¿?
Pues bueno, lo doy por bien invertido.
Preparados para ver unas fotos?¿?¿?¿?¿?

Fotomatón de Carmen con su pequeño (se les pasó ponerse delante del fotocall jajajajajaja)

La tarta 'pessss' no podía faltar en la fiesta 'assuuuul'

Fotomatón de Emma con su tita y con su primo

Chchues, hojaldres, ensalada... todo etiquetado con estrellas azules.

Tartas saladas, 'olivias', pataticas, cascaruja...

Fondo de fotomatón

Ramo de rosas chuches

Ensaladillas

Los CHUCHES en mayúsculas

Un poco de orden, por favor.

Le hice a mi pequeña unos farolillos de mariposas, como no, 'asssuleeees'

Bocas, mostachos, gafas variadas, sombreritos de animalitos, pelucas,... atrezzo variopinto

mi sobrino con una mezcla de payaso y Luis Aguilé 'lachatungaoé'

Emma con su prima y sus amigos

¿Que no sabes lo que hay para picar? Échale un ojico al menú

Fotomatón amiguita de Emma y su mamá


Tarta de la abuela

El gran descubrimiento. Emma aprendió a abrir los regalos y se lo pasaba mejor quitando el papel que con el regalo en sí.

Mi cuñada se llevó el premio al mejor fotomatón.



La decoración todavía está sin quitar.
Si alguien quiere celebrar algo, alquilo la terraza por horas.
jajajajajajaajajajaajajajaaja

Besicos garfios míos.
Elly