lunes, junio 24, 2019




Que nostalgia este blog. Me dieron ganas de eliminarlo, de nuevo, como la primera semana de su existencia en que, lo veía y no me gustaba.

Al final lo he dejado ser y existir.

¿Novedades?. No hay mucho.

Me han contado que un ex dijo que me he vuelto aburrido. Que ya no quedaba nada de aquel que se había enamorado. Que el artista que fui ya murió y ahora queda este tigretón que parece haberle vendido el alma a un trabajo estable.

Me dejó pensando un rato.

Pero al final me encogí de hombros. Creo que todos debemos vivir esa etapa de expléndida inspiración artistica y cultivarla si uno quiere. También creo que todos estamos en nuestro derecho dejarlo de lado si no nos llena, buscar otras cosas.

Es cierto, no escribo como antes, no pinto, ya no bordo. La necesidad de expresión se me agotó, ahora pensandolo detenidamente eso es triste.

Pero la verdad a mi no me entristece. El pintar empecé  por mi, pero eventualmente solo quería la aceptación de la gente a traves de mis manchones. Aprendí a bordar para estar a su lado. Empece a tomar fotos por que otro lo hacía.

Para mi dejar de hacer todo eso, ha sido como despedirme de esas personas, o esa faceta de querer quedar bien. Quizá lo mismo pasa en este blog. Existe por que extrañaba mucho a Canek.  Por que tenía mucho miedo de olvidarme de él.

Ahora casi no pienso en Canek, hay días en que no recuerdo su rostro...pero ya no me causa mayor angustia.  Ya no pienso en aquellos que tanto daño me hicieron.  Suelo recordar más a mi familia.

He recordado más a Victor, ese naciente amor y cariño que me negué a darle por miedo. He recordado más al pumita por que aveces la soledad es muy grande y su cobijo ya no está. Recuerdo a mi kerito bebé y lo que no fué.

En esencia soy el mismo, igual de depresivo . Con mil fracasos amorosos que cada día me importa menos. Sigo estando enfermo y eso me pesa.

Tengo recaídas y me rindo. Suelo recuperarme rapido, me levanto y sigo.

Tengo recaídas y caígo en lo mismo. Flagelos, autoestima al suelo, autodestrucción, rencores pendejos.

No me he vuelto más sabio o tolerante. Soy más cerrado y más simpático aparentemente.

Hasta ahí las novedades. Sigo enfermo, tengo cancer, sigo con vih y muchos pedos mentales. Pero ahí la lleevamos, ahí seguimos luchando. Sigo amando. Sigo disfrutando de un buen almuerzo, cocino para quien se deje y mi risa sigue escuchandose a varias cuadras ala redonda.

Creo que estoy más feliz que nunca.

Estoy más feliz ahora que estoy más calladito.

Curioso.



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