viernes, marzo 11, 2022

Pancheems




No se bien por que escribo esta entrada, probablemente para desahogar mi mala suerte y selección de terapeutas.

Y es que , llegados a un punto, cuando mis amigos o gente en general me trata, entonces es inevitable llegar a una conclusión : este wuey (yo) de plano necesita un psicólogo. 

 Tan evidente, tan lógico.

 Suelo sentirme mal cuando me lo dicen, "busca ayuda", "tienes pedos" y algunas veces hasta obedezco, todo culpuso y asqueado de ser como yo.

 Seguro me lo dicen por que por algo son amigos y se preocupan por mí. Si, eso. Aunque la verdad, confieso, solía preguntarme por qué alguien querría pagarle a otra persona por escuchar su versión de la historia si eso ya lo hago en el blog y sin cobrar. 

Sigo preguntándomelo, por cierto.

 Todo comienza con  mi primer ataque de pánico, a los 16. Yo no sabia que era eso de la AMZIEDAD ni por que me pasaba esas cosas . Solo sentía que "no podía" respirar.   No podía entre comillas, porque aquí estoy demostrando que sí pude, pero se sentía real.  

También vomitaba hiel por las mañanas, y por las tardes al salir a la calle las extremidades no me respondían; mi cuerpo decidía quedarse tieso como perro que no se quiere bajar del carro. Y muchas cosas, wuuu, más. 

Como pasa en casi todas las historias como esta, solo pensé que tenía cancer y polio (?) ; y ya saben,  todo los que una imaginación hiperactiva como la mía podía crear. 

Ha de ser la adolescencia pegando duro. A los 16 ya no vivi con mi familia, sino con puro roomie desconocido y yo con el perpetuo miedo a que algo sucediera.  Al final fui a un temazcal que era lo mas cercano a una clínica donde podría pagar para que alguien me diera un apapacho mental

 Fui con el pretexto inicial de un sangrado nasal bien hardcore . Aprovechando ahí conté con pena mis dolencias y mis sentimientos.  Tras el cuarto de vapor y ser azotado con ruda, me dijeron que no tenia nada, aunque sentía todo. Que ya mejor me fuera a estudiar. 

Me llené de indignación y dije, ya nunca más.

Pero al cabo de unos años,  ya como un adulto que ha tenido que aguantar las frases mencionadas anteriormente. oK, VA. Voy. Ademas tu problemita con la bebida Pancho, no mames. Es que aparte nomas la cagas. Ok, Iré, dejen de joder.

 Recuerdo que mi primera terapia fue Gestalt. Recomendación de quien sabe quién.  Era una señora de unos 60 años que daba las sesiones en su casa que siempre olía a perro. Y no tengo nada contra el olor a perro, algunos de mis mejores amigos huelen a perro, pero prefiero que el espacio en el que me vayan a hurgar la cabeza tenga un fresco olor a nada si no puede oler a mar.

 Esta señora me ponía a acomodar muñecas y peluches según quién era cada uno en mi familia y luego me explicaba lo que eso le revelaba de mí. Sí, cual test de Buzfeed. Lo que nunca entendí es cómo esas revelaciones iban a repercutir en mi ansiedad antes de que me volviera a dar otro ataque de pánico y me quedara ties0 en un baño del centro hasta que Caneko cruzara toda la ciudad para ir a sacarme de ahí (real). Pero ir a jugar a las muñecas estaba bien si lo comparo con los otros 40 minutos de la sesión en los que la señora de los perros tomaba cualquier cosa que yo dijera para soltar una historia de su familia. 

 Yo: "Siento que no merezco nada, me ofrecen algo, y yo con miedo acepto no por que me convenga sino por que siento que ya no merezco que me lo ofrezcan...¿entiende?

". Ella: "Ah, sí, te entiendo, así le pasó a mi hija cuando empezó a trabajar en una empresa de metales. Ella estudió bla. Bla bla. Blablablabla".

 Y mientras ella hablaba yo sentía caer sobre mi cabeza, en monedas de cincuenta centavos, cada uno de los 300 pesos que le pagaba por la hora hasta que la consulta se acababa, curiosamente al mismo tiempo que ella terminaba de hablar. 

 Fui varios meses con ella aunque la quise dejar desde el primero. En una de las últimas citas me dijo que yo era una persona muy asertiva (real). Asertiva tu mamá, pensé mientras planeaba ir con otra terapeuta para que me dijera como dejarla a ella. Y así fue como durante unas semanas pagué por dos terapeutas distintas porque quizá nunca voy a ganar pero seguro siempre voy a mamar. 

 La terapeuta con la que fui para animarme a dejar a la otra terapeuta decía que su corriente era "de todo menos Gestalt". ¿Alguien dijo red flag? Nah. 

 Era una mujer de modos suaves, probablemente en sus cuarenta y, al menos conmigo, todo con ella se trataba de aceptar lo que soy sin intentar cambiar nada, porque si seguía vivo y con trabajo y gente que me quería, seguro no estaba tan mal. Su invitación siempre era a tratarme con cariño a mi mismo (bien) y "hacerme a un lado de la ansiedad" (eh, ok, pero cómo, o sea, nomás así, bueno, eh, va). 

 En algún momento éramos fácil unas 10 personas del mismo círculo yendo con ella, incluso fueron Marce y Caneko, todos sintiendo que íbamos muy bien, nadie diciendo red flags. Bien secta el asunto. Y yo andaba esperaba con entusiasmo mi ORGIA. Pero nada.

Dure como unos 4 meses. Cada semana de ese año escuché que soy valioso (pues sí) y que no importa si pienso que estoy mal, sólo debo pensar que no estoy mal (pues what) y ya no beber tanto, ya no drogarme. Ah ok. El poder de la mente, chido. Me sugería "que me tocara con amor" y yo bien emocionado por que pensaba que ya iba a integrarme al intercambio de parejas, pero no. Tampoco.

Llegó un momento en el que ya nada más le platicaba de nada... porque hasta cuando intenté confrontarla sobre la molestia que me causaba que nunca me confrontara sobre nada, su respuesta fue "es válido que te sientas así". Ah. Ah ok. Ah ok va. Pero no quería dejarla porque se me dijo y se me indicó que la terapia es la respuesta a todas las preguntas de la humanidad y yo no iba a ser el cretino que sale en todos los memes de no querer ir a terapia, faltaba más. 

 Y así estuve bien, o sea, mal normal, durante un tiempo, yendo con ella a platicar de nada, hasta un día en que otra vez no pude respirar y me salí a la calle a sentarme en un charco (real). Qué cosa cuando descubres que estabas haciendo algo que creías que te ayudaba, pero en realidad sólo no se había presentado nada en lo que te tuviera que ayudar de verdad. Al día siguiente tenía consulta con ella y por mensaje le avisé que me había dado otro ataque de pánico y descubrí que no tenía ninguna herramienta para controlarlo o al menos amortiguarlo y ya no iba a regresar.

 Después de eso fui al psiquiatra (a los psiquiatras, dirás; el purgatorio de esta metáfora antes de alcanzar el -medio-cielo mental) y a la par busqué a un terapeuta recomendado por el amigo que nunca te falla: el internet. 

 Quién podría imaginarse que mi mejor amigo el internet me iba a fallar. 

 Fui diligentemente a Google y le dije "aber sácate una terapia cognitivo conductual", y así terminé en el Instituto Mexicano de Psicoterapia Cognitivo Conductual con un cñor que se llamaba Arturo y quien me ponía tareas como ir a pararme a la azotea a media noche durante cinco minutos para perderle mi miedo al abandono(real). 

En la tercera consulta me pidió que me provocara un ataque de pánico ahí frente a sus ojos. Fracasé. Me dijo que lo intentara más. Traté de explicarle que, si supiera provocarme conscientemente un ataque de pánico, sabría cómo detenerlo cuando me llegara, que quizá por ahí no era, y me dijo que si no iba a cooperar con él mejor ya ni fuera. Y ya ni fui. Al menos le agradezco que no tuve que pagar terapia doble para saber cómo dejarlo. Así que esto es avanzar. 

 Tiempo después me volví a poner muy mal de mi todos-nos-vamos-a-morir-pero-yo-me-estoy-muriendo-ahorita-o-no-no-sé-pero-algo-está-o-va-a-estar-o-siempre-ha-estado-muy-muy-muy-mal. 

 Una amiga me recomendó de emergencia a la terapeuta conocida de la tía de la cuñada de la que le vende Jafra y fui con ella porque es lo que se hace cuando no hay más. 

Fui a su consultorio por la noche y me senté en su sillón directo a llorar, cosa curiosa porque soy uno de esos seres vomit free since 93, pero con el llanto. Había llorado sólo una vez desde Caneko, pero y ya no de nuevo. Pero bueno, el caso es que me senté ahí directo a llorar. Y ella con toda paz me empezó a preguntar qué soñaba. No qué necesitaba. Ni siquiera por qué lloraba. Qué soñaba. Sueño que encuentro la forma de controlar mis miedos irracionales y que en este momento al menos puedo dejar de llorar. No pos chao.

 Pasaron años, estuve en varios grupos de A.A que dejaba y  mi más reciente intento por creer en el amor terapéutico. 

 Entre un periodo y otro, pasaron muchas cosas: enterré dos parejas, me secuestraron, el trauma de ser positivo, mis fracasos amorosos, el estrés de ser -seguramente- el peor padre soltero del cosmos, perdida de trabajos, cancer, COVID. Todo. 

Pero  todo lo libré, así , solito. Sin terapia, sin ayuda, fracasando. 

En julio de 2020 la pandemia lo logró conmigo como lo ha logrado con tantos y me descompuso.

El gran bajón. Sin poder moverme porque cualquier cosa que sintiera mi cuerpo era señal de La Enfermedad. Terrible. Así que de nuevo busque ayuda. 

 Por mis traumas terapéuticos del pasado, le pedí a la nueva que por favor no me hablara de sí misma, y dijo que así lo haría pero ¿si la astrología no es cierta, por qué ahora sé que esa terapeuta es Acuario, tiene TLP, le tomó tres años que la diagnosticaran y para ella fue un calvario encontrar un buen terapeuta, tiene historial de trastornos alimenticios y mucho más? Ay verga con todo.!.

 También criticaba en cada sesión las decisiones de mi anterior  psiquiatra, mi santa patrona del equilibrio químico, y desestimó mi diagnóstico de TEA por el que, a mi parecer, no computaba sus meditaciones de youtube para conectar con mis emociones del pasado remoto y volverlas a sentir (con trabajos las sentí en su momento, de qué me habla), y en cuatro sesiones no creerás lo que pasó otra vez: bye.

 Ya estaba decidido a, por lo menos por un tiempo, dejar de buscar terapia por aquí, terapia por allá, terapia por delante y terapia por detrás, cuando un día que fue anoche estaba scrolleando en Facebook y me salió un anuncio de terapia a 100 peso. Pensé "qué mamada" e inmediatamente después "obvio lo voy a probar" por que ya había empezado a fantasear con el suicidio y empezaba a pensar que me mataría más rápido, y  qué forma dejara menos sangre.

 Me gusta creer que le estoy ganando al sistema porque al menos esta vez estaré pagando lo menos por lo menos y ya no, como antes. Pero ni eso me he curado del desamor de las terapias. 

Es así por que he vuelto mejor al blogger.

Solo espero que de aquí en adelante las cosas no empeoren.



spoiler: seguro que si xD


viernes, marzo 04, 2022

Ya no sé escribir

Ya no sé escribir, pero extraño hacerlo.


Hola!

Que trágico y qué patético mi último escrito.  Tengo mil borradores en el tigretón y ninguno con un enfoque, sin coherencia , triste, tristisimo. Quiero cambiar mi discurso, contar cosas nuevas. 

Pero, sigo sin enfoque y sin coherencia. Ya no se redactar mis escritos. Quisiera poder escribir todo lo que me va llenado el alma, que he evadido , todo lo que he dejado ir y perdido, lo que me ha pertenecido y he soltado, quisiera ponerlo en orden.

Hoy aprovecho la tranquilidad de los días. Aprendo a caminar de nuevo.

Recuerdo ese accidente de moto, ese que me mutiló los dedos y yo ya ni caminar podía. Al salir de la clínica bien recomendaban terapia de rehabilitación, un bastón de apoyo, ir a paso lento. Sabiamente decidí ignorar todo. La herida se me infectó, me apestaban las patas y dolía horrible.

Eventualmente dejó de doler, oculté la peste con talcos y yo me acostumbré a malcaminar, a constantemente tropezar, a avergonzarme de mis pies.

Debí darme tiempo para sanar, rehabilitarme y lavar mis pies . Pero estaba demasiado ocupado apresurándome, distraído corriendo detrás de otras gentes. llegando tarde siempre por que me perdía literal y metafóricamente, sintiéndome mal por lo mal de mi malcaminar. 

Pasó lo mismo pero en mi mente. Se me rompió todo. La mente. Me costó mucho trabajo encontrar la fuerza para buscar ayuda. Parecía muy tarde, pues también la mente se pudre y la mía ya tiene costras de heridas pasadas. 

De igual modo, "uno aprende a caminar de nuevo". Uno debe darse su tiempo para sanar, para lavar , para purgar. Para exorcizar. 

Estoy en ese proceso. Voy bien, creo. Lento, por que sigo siendo un tigre de lo más lentón. Un ent. Ya ven.  Mi terapia siempre fue escribir, pero así como re-aprender a caminar tras una lesión, igual pasa con la escritura....quiero decir, nunca he sido muy bueno y entendido, pero me ayudaba expresarme con mis letritas....y si lo extraño.

Ya no sé escribir, se me olvidó. Pero empezaré de nuevo para mi proceso de sanación.






Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...