Ya septiembre. En pocos días es cumple de mi oruga.
Inicié este blog, el tigretón, para escribir memorias del Caneko. Por que no quería olvidarlo y de cierta forma, este me ayudara a contar a su hija sobre él. Quien fue Canek, su papá biológico.
No tenía claro cuando le iba a enseñar estos escritos a Naidee. Pasó el tiempo y yo me convertí en SU papá, cosa que complicaba mucho las cosas. Con el tiempo, menos quería decirle la verdad y yo dejé de escribir sobre Canek en el blog.
Empecé a escribir sobre mi proceso de paternidad. Las desveladas cuando ella se enfermaba, sus triunfos, su forma de ser, nuestra relación padre-hija. Nuestro duelo por Marcela, su mamá. Su pubertad. Mis celos de papá. Los regaños. Nuestros enojos. Cosas de familia, algo que siempre anhelé y sin merecerlo lo obtuve. El gran usurpador.
Ser su papá sin dudas es muy cómodo.
A veces, en las noches de insomnio, en los momentos de silencios, de cavilaciones, yo pensaba. ¿Cómo reaccionaría cuando le diga la otra cara de moneda?. ¿Me odiará y rechazará?. ¿Lo aceptara así nomás?.
Es mi hija, la conozco. Yo la críe.
Es comprensiva, dulce y cariñosa. Es empática.
Ay! pero la pubertad y los cambios de humor juegan malas pasadas. Explota, se enoja, berrea y me muestra otra faceta intensa que , aún a la fecha, me descoloca.
¿Quién no es intenso a sus 14 años?
Pensaba. No. A esta edad no le digo nada. Demasiadas hormonas locas intensas. Mucho encierro. Mucha ansiedad y energía que solo sacá cuando se pone a bailar como sus grupos coreanos.
No. Aún no, pienso. Lo siento Caneko. Todo se lo diré cuando sea adulta. Si. Se lo diré después.
Ay!!
Llega Howl con sus amenazas y yo tiemblo de miedo de qué enterarse por terceros es lo peor que puede pasar.
Así no!. No de esa forma tan ruin! que derecho tiene!.
He tenido "la plática", con mi hija muchas veces. Sobre muchas cosas. Sobre la enfermedad de Marcela. Sobre su muerte. Sobre mi homosexualidad. Sobre mis adicciones pasadas. Sobre mi cáncer. Nos hemos abierto tanto y siempre trato de ser sincero, trato de ser positivo y esperanzador. Ella sabe que no soy perfecto.
Pero ...
Es demasiado para ella.
Entiendo que no es nada malo, ni grave, ni supremo. Sé que la confesión de decirle que tuve cancer puede ser más shockeante que confesarle que no es mi hija biológica. Según yo...y la lógica. ¿ o no?¿ o si?. No sE!
Aún así..."la plática" me estaba constando más dolor, me producía más miedo. !Me va a odiar!, me aterraba. Justo cuando empezaba a hablar para soltar la confesión volvía el tartamudeo que tenía de niño. Mi hija nunca me escuchó tartamudear, seguro se sacó de pedo, se sorprendió verme tan así, tan menso, tonto, idiota.
Guardarme el secreto, callar. Luego huir lo más lejos de Howl para que nunca llegué a mi niña era una hermosa opción, la que quería tomar.
Pero al final se lo dije.
Ya ni sé con que palabras, que salieron torpes de mi boca, que salieron atropelladas y presurosas.
"Yo soy tu papá, y te amo. Pero has de saber que yo no te engendré"
Algo así dije, pero en una versión tonta.
Hubo un largo silencio. Luego un "oséa, ¿como?"
No quería repetir la frase.
Solo dije:
" Eso..."
Otro silencio, que se alargó tanto que me salieron canas. Luego sonó su telefono, una y otra vez. Ella miraba la pantalla y la mesa.
Entré en pánico y añadí más cosas innecesarias.
-- La verdad, no quería decirte, tu eres mi hija. Pero no quiero que te enteres por otros...
En eso, Naidee ríe muy suavecito mientras araña tantito la mesa.
-- Es que, apá, yo ya lo sabía.
Puse mi cara de pendejo terminal.
Espera.... ¿Qué?
¿por que lo sabe?¿howl se me adelanto?¿quien pasó el chisme!?
'QUE! QUEEEEE! Me muero!
-- Mi mamá me dijo.
Siento que me da algo. Que me da algo. No entiendo. Me da algo, me da la paralisis facial. Marcela murió cuando Naidee tenía 4 años. ¿A esa edad le dijo?¿ Naidee lo recuerda?. Me da algo.
-- Medio lo recuerdo. No entendía, pero luego entendí mejor y lo recordaba. No importa. Tu eres mi papá. Y ya.
"Nada más. Y ya".
Yo estaba como idiota. Naidee tranquila. Terminé abrazandola, repitiendo que la amaba mucho mucho mucho y mi mente era un caos. Estaba asustado, aliviado, estresado, relajado. La sonrisa de mi niña tiembla un poco. Mi bebé. ¿qué piensa?
Cambiamos el tema. Luego volvimos de nuevo a el, más tranquilos.
-- ¿Quieres saber de tu papá? -- llegué a preguntar, pues podía darse el tema.
Ella hizo un gesto de desinteres que me rompio el corazón.
-- Ñe...ya se quien es. Las fotos de mamá sale con el, pero no contigo. Así que sé que es el. El pelirrojo.
Yo quiero contarle muchas cosas de el, como fue, como lo conocimos y cambio nuestra vida...quería que lo quisiera y amara tanto como yo. Pero Naidee no muestra interes en ese desconocido.
-- Pero si amaste a mamá. ¿verdad? Si la querías. ¿no?.
Es lo más importante para ella en esa plática. Y yo me tarde en responder por que no esperaba esa pregunta.
-- Claro que si la amaba.
Mi tardanza es lo que la hace enojar. No lo otro. Llora de enojo y me tardo un poco en convencerla de que me tarde por que estaba distraido, que no esperaba una pregunta con una respuesta tan obvia. Saca su espiritu incendiaro, su frustración.
Ella se calma después de un rato, volvemos a abrazarnos, decirnos que nos amamos y no hemos vuelto a tocar el tema.
Siguen las cosas igual entre nosotros. Pero comprendo que tiene sus secretos y sus sentires ocultos. Sé que lloró en los brazos de su novio y que este le consoló; sé que lo hizo para no hacerme sentir mal y que no me guarda rencor.
Sé que me ama tanto yo a ella.
Yo estoy más tranquilo tras quitarme ese peso. Pero también me siento triste por que siento que le fallé a Canek, a su memoria...a lo que quería transmitir. Me siento mal por ello. También siento que lo extraño de nuevo.
Quizá es dar tiempo al tiempo. Quizá deba guardarme las memorias para mi solito. No sé. Muchas cosas. Me superan.
Y ya no sé como terminar este escrito. Ja.