30.1.07

Cuando yo sea

"La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
—ni siquiera palabras."
Eugenio Montejo


Mi hija está creciendo bilingüe, cada noche, sin falta, le leemos un cuento, una noche en alemán otra en castellano.
Esta noche me tocó a mi. Saqué de su biblioteca un librito que compré hace dos años y que a mi particularmente me encanta leer, se llama Chamario (de chamo, como se le dice en Venezuela a los más jovenes). Es un libro de poemas dedicado a los niños, lo escribió un tal Eduardo Polo.
Me gusta por musical y divertido. Su autor juega con el lenguaje, corta y rehace palabras y el resultado es un texto alegre y creativo.
De este libro mi poema favorito:

Cuando yo sea

Cuando yo sea grillo
cantando a la luna,
si oyes mi organillo,
dame una aceituna.

Cuando hormiga sea
cargando un gran peso,
que al menos te vea
a la luz de un beso.

Cuando sea ciempiés
con mis cien botines,
deja que una vez
cruce tus jardines.

Cuando no sea nada
sino sombra y humo,
guárdame en tu almohada
que yo la perfumo.

A propósito Eduardo Polo es uno de los seudónimos del poeta venezolano Eugenio Montejo, cuyas obras son altamente recomendables

29.1.07

El entramado de la existencia

"El que quiera entender debe escuchar primero."
Babel

Se mezclan las lenguas, la música suena y un hilo invisible toca y cambia la vida de los hombres. Los hombres están dispersos por el mundo pero indudablemente unidos por el destino y la soledad.

Al principio hablabamos el mismo idioma, pero un día algo sucedió...
Babel la confusión de las lenguas...seremos incapaces de comunicarnos mientras no nos abramos ante nuestros propios sentimientos.

Armados con un rifle dos niños marroquíes juegan. Sucede lo previsible, una mujer sale herida... y nosotros como la cámara y desde el cielo lo vemos todo, somos un Dios que todo lo ve, y en México, Japón y Marruecos, los hombres somos apenas un grano de arena ante la fuerza del destino...ese que nosotros mismos forzamos.

Un instante, un error que toca la vida de la gente en tres partes del mundo. Cuántos hilos se cruzan a diario sin que lo imaginemos...siempre es igual, el aleteo de la mariposa y todo tiene una lógica mínima y punzante.

Babel es confusión y caos...como al principio. La conexión intrínceca entre los individuos, un gesto, un regalo que desencadena una historia que irremediablemente le cambiará la vida a sus personajes.

Una pareja de turistas norteamericanos en medio de un accidente en una tierra extraña, sin las comodidades a las que están acostumbrados...el mundo de lo seguro. Donde ahora están no hay control.
Una adolescente japonesa perdida en el mundo de la nada tecnológica y el silencio en el que vive. Una niñera mexicana e indocumentada que cruza la frontera con dos niños norteamericanos para ir a la boda de su hijo. Las historias se juntan y se componen con palabras de otras. Ninguno de ellos sabrá más allá de lo necesario. No se puede, pues en medio de la confusión faltan palabras. La medeja crece. Y mientras, somos nosotros lo únicos testigos de un mundo lleno de impresiones fulgurantes: el trato violento y racista de la policia de fronteras en USA, la necesidad de una joven en Japón de borrar sus cicatrices, un grupo de turistas que abandona a otro necesitado ser humano y el mismo grupo que observa el mundo desde una ventana porque eso es turismo de lujo y de aire acondicionado; la inocencia de niños sin esperanza, el verdadero mundo en donde la mayoría convive con la muerte porque la vida vale muy poco y una vieja que más allá del entendimiento de la palabra puede conectarse con el sufrimiento ajeno, un milagro casi imperceptible...al final, de esa conexión infima, tejido con hilos de acero, el aislamiento por la incapacidad de comunicarnos con el prójimo.

Somos vulnerables aunque creamos lo contrario, estamos conectados aunque el día a día no nos los deje percibir.

La película tiene un par de errores de producción fáciles de conseguir y deja más de un cabo suelto, pero más allá, la fuerza de sus imagenes nos deja removidos en nuestra esencia y hasta los más superficiales salen pensando sobre esa oculta trama que nos une y nos resume.

No creo en los Oscars ni en las nominanciones de ningún premio gringo, creo en lo que a la salida del cine me llevo de una película...y de esta me he llevado un silencio conmovido y la repetición de la conciencia de nuestra vulnerabilidad ante acontecimientos aparentemente inocentes.

28.1.07

Palabras de otros 8


1.-El girasol se mueve para quedarse al sol“ O.Q

2.- Yo me voy a morir de muerte. L.A.

3.-Para ser feliz es necesario no saberlo O.Q.

4.-Qué es un suspiro? – preguntó él
Es el espiritu del viento porque va por dentro. O.Q

5.-Si es de llorar te quedas seco. M.K.

6.-Uno mismo, a veces, se traiciona. O.Q.

7.- Ahí va un hombre cansado de llevarse puesto O.S

8.-Tenemos el corazón en terapia intensiva L.A.

9.-Se nos murió en defensa propia. O.Q.

10.-La luna es el espejo en donde se mira el sol. A.S.

11.-Sobre los libros: Me gusta. Me gusta la primavera bibliográfica. O.Q.

12.-Uno se hace historias de cuánto sufre O.Q.

26.1.07

Cárcel de ti

Los secretos designios
del tiempo y la memoria,
me mantienen
irremediablemente
unida a tu sombra.

25.1.07

Candil de nieve


pequeña hermanita,
niña sin jardín,
por no tener flores
sembraste una en ti.
Silvio Rodríguez

Te extraño Marce. Tengo miedo de empezar porque le temo a las palabras que no alcanzan, que siempre se quedan cortas. Gata, tú sabes eso mejor que yo...por eso eramos tan buenas hasta en nuestras conversaciones silenciosas. Sabes, estoy escuchando a Amaury y no paro de pensar en ti, tengo ganas de un abrazo tuyo, de salir a volar alcantarillas como cuando los juntabamos los domingos en las tardes por allá en un rincón del teatro. Como cuando sin saber porqué y a pesar de nuestras diferencias (que pesaban tanto para algunos) no podíamos dejar de estar cerca y es que entre nosotras se conjugaba siempre toda la magia de los espacios que nos vieron pasar. Marce tengo ganas de llorar e ignoro las razones o quizá si las conozco. Me haces falta lo admito y qué difícil me ha sido siempre admitir mis carencias, las ausencias. Marcela rondas mi cabeza como el colibrí a la flor, te siento presente. Pensarás tanto en mí como yo en tí?. Me parece que nos hace falta hablar a las dos. Debe ser que hace tanto que no te veo, tanto que no cazamos luceros, tanto que no divagamos por nuestra ciudad, esa en donde caían edificios en cuestión de segundos y nos salvabamos siempre. Te quiero Gata-flor, es cierto lo que una vez dijiste, nos atan tantos hilos...hay tantos cruces en el alma...
Marce, te acuerdas de la universidad, te acuerdas de ese mundo maravilloso y de nuestro primer encuentro. Yo sí, Candil de Nieve, esa clase tan heterógenea y bipolar; llena de chiquitas sifrinas de la mañana que les faltaba el mundo que tu traías, el mundo de desamparo, de exilio; el mundo del libros y de verdades. Y en medio de esos dos mundos, estaba yo con mis preguntas, yo con mis días de buen salario publicitario y mis noches de aula magna. Mientras, tú no soñabas con ser, tú eras y cada vez que abrías la boca te salían mariposas capaces de crear nuevos universos...tú, la que venía de dejar la carrera en la Simón casi cuando ya faltaba nada para culminar, la que precisó de la palabra para describir modelos y mundos existentes o por existir...enciéndete clavel cuando amanecer veas la razón...Marce, te acuerdas de como nos esperabamos y nos sabíamos; te acuerdas de tus ataques de luna y que yo no entendía nada de por qué pateabas, en esos momentos y a pesar de ellos sólo sabía que me quedaba igual contigo aunque no me necesitaras...aunque no pidieras ni un hombro para llorar dolores.
Marce querida, cuánto te extraño, te acuerdas de ese periódico clandestino que hicimos un par de veces y que maravillaba por la verdad tan bien escrita, y Jaime y Máximo y Xabier y el resto. Todos la mar de diferentes, todos la mar revuelta que sólo la Central conjuga.
Marce, te dí alguna vez las gracias por mi viaje al Sur, tu sur porque por tus palabras aprendí a amarlo, a imaginarlo, entendí sin conciencia cierta qué es ser latinoamericano, con tus relatos hice el viaje antes de hacerlo, y cuando finalmente iba camino al sur del continente eras tú mi compañera de viaje. Son tantas cosas Gata-loca. Marcela, marcelita tus amigos, los loquitos que venían de la Simón, todos unos geniecitos como todos los de allá, luego la mejor pasta del mundo hecha con solo un tomate y una cebolla en un edificio real y literalmente en demolición, donde vivía Gonzo y nosotras pernoctabamos y hacíamos literatura de la vida y viceversa. Recuerdo nuestras heridas de amor, tu ese, yo este, tu aquel, yo ese otro, tu este, yo aquel. Una noche de guayabo en el conciero de Soledad, con Jaime cuidando a sus niñas, definiendo el amor como un contrato mientras nosotras lo entendiamos más como ese querer de La Maga y Oliveira, porque sino no era vida, y el amor es vida, verdad....Y el viaje a Mérida y la Azulita, y los muchachos y su poesía...y nuestras salidas con Juancarlos a media noche, cervezas y SabanaGrande y Facundo Cabral. El viaje a Choroni y tus ganas de quedar embarazada cada luna nueva. Y mi mamá culpándote de todas mis locuras. Y Puerto Cabello y la locura de Raquel y Máximo y nosotros como esperando a Godot, en medio de ese teatro del absurdo. Creciendo, creo yo, sé que tu no. Y el primer viaje a Cuba al que fueron todos menos yo aunque fuera mi idea, y aunque me llevaras escondida en el morral. Y los conciertos del poliedro donde siempre había un encuentro porque todo era magia.
Mi operación de apendicitis y yo en mi cuarto de hospital sólo gritaba „traigánme a la Marce!“, y ahí estuviste. Y el viaje a Morrocoy que hiciste sólo por amor a mí, porque los publicistas no te iban...y yo, y yo.
Y el otro viaje a Cuba y tu ataque de luna...una vez más...
Marce y el día en que te ví como una flor que se moría de ganas de mundo y aunque me doliera el alma te deje partir. Nuestro el rencuentro en Londres tu con gato enamorado, y las visitas a mi hogar de Cardiff... y el mar. Y ese año nuevo en Londres con Massimo de regalo. Hoy tengo frío, como en Londres, sabes. Y la última vez por aquí, tu casada con un gato italiano y cocinero y yo haciendo maletas con mi guerrero alemán...y siempre un „pronto nos veremos“. Nunca han habido despedidas, no las puede haber. No sabemos que son, verdad amiga. Y la última vez Caracas, de nuevo y como siempre y yo con mi esperanza...no han pasado los años...es que el tiempo no existe, ya lo sabíamos nosotros, eh... Marcela, deseo por encima de todo reencortrarte siempre queriéndote. Qué cantidad de paja puede hablar uno, viste. Hay tantas cosas para decirte. Me haría un bien infinito que nos encontraramos en el espacio, pasar la tarde hablando, diciendo palabras hasta cansarnos y despedirnos con la sensación de que algo cambió y que estoy injustificadamente mejor después de ese abrazo en Bellas Artes. Anda Gata, no me dejes con estas ganas, así.
Toma mis besos, mis abrazos, mi cariño Candil de nieve.

24.1.07

Alumbramiento

Nacerá desnudo
escudado en llanto,
vendrá de lo oscuro
y traerá la luz.

23.1.07

Conexión de amor


Ya entendí tanto pálpito, tantas ganas de abrazarte,
de mirarme en tus ojos,
de oirte decir mi nombre con tu acento del Sur y tu sonrisa de luz, de caminar por la ciudad, encontarme contigo en aquel nuestro espacio,
de decir mucho y nada.
Entendí que lo sabía sin saberlo.
Lo sabía, me lo decías en sueños de Azulita y mar azul.
Hoy te nace un sol de la panza.
Feliz, estoy contigo.

22.1.07

una de la esperanza 12

La Salvación
Cuando la esperanza tenía dos añitos, acompañó a su papá a cantar en un matrimonio en la iglesia...creo que fue la primera vez que con conciencia veía algo y reaccionaba ante ello...el cristo en la cruz. Tal fue su impresión al ver al crucificado que se paso días pidiendo que fueramos a bajarlo.
No fue fácil para nosotros explicarle a esa tierna edad de qué se trataba.

En unos meses la esperanza cumplirá cinco años.
Hace unas noches, la niña se despertó llorando desconsoladamente. Había tenido un pesadilla de la que se negó a hablar...

Días después me dijo en tono de secreto:
- Sabes mamá, la otra noche tuve un mal sueño...
- si hija cuentámelo - le dije interesada
- fue con el querido Dios -, dijo un poco triste...
- si hija qué paso?
- estaba en la cruz y.... no pudimos salvarlo.
Otra vez me dejó sin palabras.

19.1.07

el último vuelo


Una noche tu recuerdo se hizo luz. Apareciste para recitarme afectos y me moviste tan adentro que llevo días con tu mirada en la cabeza y tu presencia todavía latente como un abrazo presentido y necesario.
Difícil es hablarte después de pensar, creer y saber que ya no estabas. No es así, apareciste como siempre, tan Carlangas como siempre... el primero en llegar a la fiesta, el que se quedaba siempre hasta el final, el de las verdades destempladas, el de las maldadades del liceo, el de la sensibilidad solapada.
No recuerdo haber soñado contigo antes, debe ser por eso que estoy tan conmovida. La claridad del encuentro no me dejó ciega, por el contrario es por esa luz de afecto que te escribo.
Llegaste a mi casa de siempre, como siempre. Esa noche habría un encuentro de tu clase, mi grupo adoptivo, en mi casa como era normal en tiempos de la adolescencia, de los primeros amores y destierros...
Yo, sin embargo, venía de donde vivo y me sorprendí de verte igual que siempre, con una camisa blanca iluminada aunque algo cansado, te sentaste a mi lado y me dijiste que todavía te dolían las piernas después del salto, que yo no veía las correas que las mantenían juntas y que a veces te tiemblan. Dijiste también que había siempre valido la pena volar y vivir. Y yo mientras te escuchaba era testigo de esa mueca de dolor en tu cara y al mismo tiempo, de la paz con la que perdonabas mi ausencia...esa ausencia que yo hasta esa noche no me había perdonado.
Yo tenía que salir a buscar algo antes que llegara el resto del grupo, me dijiste que me acompañabas y que luego seguirías camino.
“No te quedas”, te pregunte.
“No, esta vez no, vine a verte a ti a decirte de mi afecto”.
Y en el sueño un no sé que de conciencia me decía que algo te pasaba, pero no daba con qué. Me acompañaste un rato y cuando llegó el momento de despedirnos me miraste como el Carlos de siempre, el que yo tanto quise, entonces sentí que por fin yo me podía perdonar porque tu mirada me decía que nada había que perdonar.
Te acercaste a un puente, que no tenía otro lado, y justo en la mitad, alzaste la mano para decirme adiós y en contra de un cielo gris y almidonado saltaste una vez más, como mil otras veces.
Desperté, sabiendo que no había sido sólo un sueño, que había sido una visita llena de amor, para calmar mi corazón y tu ausencia. Supe también que la muerte no existe cuando los seres se quieren bien. Yo tambien te quiero, Carlangas. Amigo, sigue volando, sigue volando amigo.

"Después de todo, morir no será asunto mío, pensó Andrés burlándose...si algo soy es vida...estoy vivo, soy porque estoy vivo. Entonces no veo cómo puedo dejar de vivir sin dejar de ser lo que soy. Oh razón, oh maravilla, qué claramente se sigue que, si al morir no soy yo, el que se muere es otro" Julio Cortázar, el exámen

Ilustración: grabado sobre madera, "The dream" de Jonathan Day

13.1.07

1935


Silencio en la noche
ya todo esta en calma
el músculo duerme
la ambicion descansa

Meciendo una cuna
una madre canta
un canto querido
que llega hasta el alma
porque en esa cuna
esta su esperanza

fragmento de Silencio
Carlos Gardel

Corría el año de 1935. Mi abuela que distaba mucho todavía de serlo, era mujer de hacienda y trabajo duro por allá, por las montañas de los andes venezolanos, ya le habían nacido cuatro florecitas silvestres y había perdido otras cuatro. Venezuela llevaba 27 años de dictadura bajo la férrea mano del benemerito Juan Vicente Goméz, eran tiempos de silencios y torturas. La única voz que se escuchaba era la del tirano y su palabra era ley. Mi abuela tenía 32 años y poca holgura para soñar.
Pero 1935, ese año fue un año especial. Por la radio mi abuela se enteró de la visita del Carlos Gardel a Venezuela y a través de la radio emisora Broadcasting Caracas le fue siguiendo la pista de sus presentaciones y de sus canciones. Y la radio como la máquina imaginadora invitaba a los escuchas a vivir el espectáculo y a ser parte del sueño. A Gardel ya lo había visto en alguna de sus películas en el cine de Mérida y como todas las muchachas estaba platónicamente enamorada de él.

Gardel llegó a Venezuela el 25 de abril, viajando en tren hasta la capital. El pueblo estaba
enloquecido por la aparición del Zorzal Criollo, quien se presentó en el Teatro Principal, y en el Teatro Rialto de Caracas. Después viajó a Valencia y se presentó en el Teatro Municipal para luego seguir a Maracaibo, en donde actuó en el Teatro Baralt y el Metro.
Juan Vicente Gomez, que gobernaba entonces los destinos de Venezuela quizo escuchar a Gardel, lo invitó forzadamente a cantar en su residencia de Maracay ante una centenar de invitados. Poco tiempo después en Junio de ese mismo año, Carlos Gardel perdía la vida en un accidente aéreo en Medellín, Colombia. Seis meses más tarde se moría el viejo Gomez y con el se cerraba un capítulo importante de la historia de Venezuela.

Cuando pequeña, mi abuela me cantaba sus canciones, los tangos de Gardel, recuerdo sobre todo una, Silencio, en ese tiempo era casi una nana para que los chiquitos nos durmieramos. Más adelante cuando crecí y comprendí su letra como una canción por la paz, y la relacione siempre con la viejita de pelo blanco en la que se convirtió aquella joven mujer que por el treinta y cinco, lloró la muerte de Gardel como una muerte cercana y propia.

Registrando baúles, un día encontré un disco de pasta dura, era de tangos de Gardel, cuando le pregunté a mi abuela si me lo heredaba, me dijo con ojos iluminados y de repente muy jóvenes, que si que era para mi, que ella no lo necesitaba más, pues llevaba las canciones grabadas en el alma. Hay amores que también se heredan.

10.1.07

una de la esperanza 11

"...y sí, te digo que puedo volar, acuérdate que recibí poderes mágicos la última navidad!"

(gracias LINIERS por dibujarme una esperanza)

7.1.07

esa que soy


Hoy hay una buena excusa para hablarle a la del espejo de esa quien soy, de la que sigo siendo ya sin remedio a pesar de las distancias y de los tiempos, a pesar de toda el agua bajo los puentes y las lunas pernoctadas en otros cielos.
Tengo una lista de libros por leer, un montón de países por visitar y unos cuantos hijos por tener. Me sigue gustando el mar y el azul de su tela llana, la montaña bien alta, bien escarpada. Los olores exóticos,las lenguas raras, la música de tambores,la voz humana.
Todavía me encanta la gente y sus abrazos, el color de sus ojos, el calor de sus manos con todos sus gestos y sus significados. Amo los niños pequeñitos y su inocencia, su mundo por estrenar, su olor a nuevo. Sigo buscando como si estuviera perdida, sigo encontrando como al principio: maravillándome de la luz, de los mapas y los poemas, del horizonte y los papagayos que el viento arrastra sin más ni más.
Ya no temo al compromiso, ni a juicio arcano. Defiendo las libertades y los silencios. El aire que aún es gratis, los aguaceros... las carpas de los circos .... los trampolines y los trapecios, los tulipanes, los girasoles, los delfines y los dragones. Sigo soñando despierta, construyendo puentes, hablando con fantasmas, leyendo suertes. Sigo siendo rebelde, palo torcido, no hay más que hacerle...
Mi bandera va conmigo a donde yo vaya y una estrella enciendo con cada
credo. Ya sé de donde vengo y eso defiendo, no sé hacia donde voy... aún me
sorprendo. Ya sé de
despedidas y de reencuentros, puedo escribir un libro cualquier día de estos.
Adoro al chocolate negro como a los dioses. Me gusta la parchita desde chiquita, los cítricos sabores del trópico lejano y el abrazo de amigo, el abrazo de hermano. Me embriaga la palabra y toda su magia. Me gusta ver las cosas desde otro balcón, imaginarme posibles los imposibles, y regalarle a toda regla su excepción.
Me gusta verme en los ojos de mi hija linda y que ella me descubra con emoción. Ya he vivido mil crisis y otros naufragios pero también coronas y días de sol. He aprendido con el tiempo a darme tiempo, que en el apuro sólo hay cansancio,
Hoy puedo quitarle importancia al calendario, mirar el cielo iluminado, juntar recuerdos en días nublados, tocar la tierra con estas manos agradeciendo la presencia de esos que después de todo todavía están, sabiendo que me quieren,que yo los quiero y que sólo eso basta para mi andar.

3.1.07

La carta de una Rosa

o mi encuentro con
Rose Ausländer


Im Wunder

Ich verliere mich
im Dschungel der Wörter

finde mich wieder
im Wunder
des Worts

maravillada
me pierdo
en la selva de palabras

vuelvo a encontrarme
en el prodigio
de la palabra

Daniela me regaló una copia de su libro de cabecera,
un hermoso libro, del que ya había leído algunos
poemas en Cardiff. Y del que desde hace años busco una
versión en castellano. Lamentablemente no existen
libros traducidos a nuestro idioma y hay apenas un
par publicado en inglés.
Se llama Carta de las Rosas. La historia de su
autora, Rose Ausländer es muy interesante. Ella, una
judía sin patria en medio de las dos guerras. Vivió en
Austria, Estados Unidos, Rumania y Alemania y perdió
tres veces su nacionalidad (la austríaca, la rumana y
la norteamericana) además de su patria. Rose Ausländer
sobrevivió con su madre al exterminio de 50.000 judíos
de su ciudad natal. Al final de su exilio se radicó en
Alemania, en donde ya mayor, se recluiría en un
ancianato para encontar la libertad en el único lugar
en donde su alma podía encontrarla, la escritura. En
ese encierro voluntario comenzó su fase literaria más
creativa. Ausländer, aunque escribió toda su vida,
sólo en sus últimos diez años de existencia logró
escribir y publicar nada menos que una veintena de
libros. Tenía 75 años cuando comenzó el reconocimiento
de su obra.

Dornen

Wir haben Rosen
gepflanzt
es wurden Dornen

Der Gärtner
tröstet uns
die Rosen schlafen
man muß auch
seine
Dornenzeit lieben

Espinas

Plantamos rosas,
nacieron espinas

El jardinero nos consoló,
las rosas duermen
uno debe también
amar el tiempo
de las espinas


Me gusta de Rose Ausländer, su voz y su manera
luminosa de ver el mundo; no es fácil mantenerle el
cariño a la vida después de una historia como la que
ella vivió. El siguiente poema, por ejemplo, da cuenta
de su historia personal y de su amor por la palabra.

Als ich
aus der
Kindheit floh
Erstickte
mein Glück
in der Fremde

Al ich
im Getto
erstarrte
erfror
mein Herz
im Kellerversteck

Ich Überlebende
des Grauens
schreibe aus Worten
Leben

Cuando de la
infancia huí
asfixié mi suerte
en el extrajero

Cuando estuve
en el geto entumecida
se congeló mi corazón
escondido en un sótano

Yo sobreviviente
del espanto
escribo
de las palabras,
vida

De ella lo que más me gusta son los poemas que hablan
sobre la palabra y sobre el amor a la lengua materna
como la única manera de regresar al hogar que ya no
existe. Me identifico con ella en ese aspecto, porque
sé que sólo a través del uso de la palabra se mantiene
vivo el nexo con el lugar que nos vió nacer. El
lenguaje logra, además, el sortilegio que aleja las más
profundas ausencias y las soledades más sombrías.

Manche Worte

strahlen

Andere schauen mich an
mit schwarzer Magie

Ich hole
ihr verbogenes Licht
und lege es
in mein
umdunkeltes Herz

So
Lebt es sich
Leichter

Algunas palabras
brillan

Otras me ven
con magia negra

Recojo la arqueada luz
y la coloco
en mi oscurecido corazón

así vivir es más fácil

En Rose Ausländer convergen además de esa carencia de
patria y la lejanía geográfica que determina el
exilio, la necesidad de resguardar la memoria de lo
que se ha tenido para seguir andando y la obligación
de mantener la identidad a pesar de todo.

Ich wohn
auf einer Zauberinsel
wie einst
der arme Robinson

Früchte nähren mich

doch ohne Wort
und Menschen
muß ich

verhungern

Vivo en un isla mágica
como una vez,
el pobre Robinson

Las frutas me alimentan

pero sin palabras
ni gente

he de morir
de hambre

En los textos en alemán sus palabras se llenan de
gracia, ella juega con el lenguaje y como una
hechicera crea nuevas palabras. Eso me gusta, así como
lo breve de sus textos, y en esa brevedad la forma
poética pura, libre y sin rima y su estilo claro como
un día de sol.

Ich mache
einen eigenen Raum
aus Luft und Atem

Da wohne ich
in meinen Untergang
und unterhalte mich
mit Fischen

Hago mi propio
espacio
de aire y aliento

Allí vivo,
en mi caida
y converso
con los peces

Agradezco el encuentro con Rose Auslander, con sus
poderosas y sencillas palabras que como aves libres,
extienden sus alas, me abrazan y vuelan.

Briefe III


Brief aus Rosen
ihr Duft
umarmt
meinen Atem

Brief aus Astern
herbstbuntes
Ade

Cartas III

Carta de rosas
su aroma
abraza mi aliento

Carta de Asteres
color de otoño
adiós

2.1.07

Palabras de otros 7


1.- La calle está llena de miradas tristes”.A.S.

2.-La luna es la válvula por donde se infla el cielo. R.C

3.- Todo siempre cambia porque el universo conspira. M.C.

4.- El ser amor. El ser humano tiene la capacidad de volver a empezar

5.- El resentimiento libera...o hay un yugo en el resentimiento?. M.C

6.-Y tu qué eres? –dijo él - La respuesta o la pregunta?
Yo soy la posibilidad, soy el principio y la duda, eso soy –dijo ella OA/OQ

.7.-Hay lazos que crecen en la distancia. O.Q.

8.-El que no sueña muere pronto. O.Q

9.-Cuando estás bien conectado con tu esencia y atento a lo que sucede a tu alrededor...te das cuenta que la vida dialoga contigo. La magia está allí. A tu lado. E.B.

10.-Ni siquiera se conoce hasta que punto no se conoce O.Q