29.11.07
23.11.07
cuando el niño era niño
Después de 9 años de vivir en Alemania y de haber su aprendido el idioma a punta de ensayo y error, de golpe y porrazo, me enfrenté a la necesidad de encararme con esta lengua que poco a poco me ha ido ganando las ternuras.
El encuentro duró seis meses de clases de cuatro horas diarias, cinco días a la semana. Poco a poco se fueron depurando las impurezas de lo aprendido sin reglas a punta de oido y de buenos amigos. Así me atreví a admitir lo que ya sabía... que me encanta este idioma, sus juegos e inocencias; sus reveces complicados y la sencillez de su esencia.
Hace unos días y como colofón de este tiempo que presiente cambios, me tocó presentar la prueba de Certificado Alemán. Fueron seis largas horas de examén, la prueba más larga que me ha tocado hacer hasta ahora. Salí contenta y senti que el verbo "ankommen" describía lo que sentía. Ankommen significa entre otras cosas "arribar"
Creo en los signos y en las señales. Esa misma noche pasaron en la tele una película que para mi es Alemania desde que la vi por primera vez y ni sospechaba que el destino y el amor me traerían a hacer vida en estas tierras. "El cielo sobre Berlin/ Alas del deseo" es una película densa ya se ha dicho, sobre todo porque Wenders utiliza el idioma como uno de los principales elementos de la trama... los ángeles escuchan los pensamientos de la gente y en ese divagar se pierden en una laberinto de almas y de deseos ... enamorado un ángel "arriba" a la tierra... deja de ser niño y lo sigue siendo...
Una vez más y por sobradas razones me conmovió este texto muy adentro: Ich bin angekommen. Finalmente he arribado a Alemania.
Cuando el niño era niño
caminaba balanceado los brazos,
quería que el arrollo fuera río
y ese charco el mar
Cuando el niño era niño
no sabía que era niño
todo tenía anima
y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño
no tenía idea de nada,
no teniía costrumbres
se sentaba de piernas cruzadas ,
corría constantemente,
tenía un remolino en el pelo
y no hacia caras cuando los fotografiaban.
Cuando el niño era niño
era el tiempo de las siguientes preguntas:
Por qué soy yo y porque no soy tú?
Por que estoy aquí y por qué no ahí?
Cuando comenzó el tiempo y cuando termina el espacio?
No es la vida bajo el sol un sueño?
Lo que veo y escucho y huelo
no es una ilusión de un mundo antes de otro?
Existe el mal y gente que de verdad es mala?
Cómo puede ser, que sea el que soy,
antes de ser, no fui,
una vez yo, el que soy,
no seré más el que seré? ...
Peter Hadke
20.11.07
Un viejo árbol fue condenado a muerte

Hay un árbol que es monumento a la esperanza, tiene más de siglo y medio y está enfermo. Para evitar que sus cansados brazos hagan algún daño, se le ha dado cuenta regrasiva a sus días.
Ese árbol es además, un trozo de la historia de una chica que paso años escondida en un ático con su familia, Ana Frank.
Ana Frank solía contemplar el castaño desde la ventana del desván. Las páginas de su diario están llenas de referencias como está:
«El castaño está en flor de arriba abajo. Además, está lleno de hojas y se ve mucho más bonito que el año pasado.» - Ana Frank, 13 de mayo de 1944.
Es muy probable que el inmenso castaño caiga mañana temprano y con él un símbolo real y literal de la libertad en los ojos de una niña que no la conoció.
«Los dos miramos el cielo azul, el castaño sin hojas con sus ramas llenas de gotitas resplandecientes,...» - Ana Frank, 23 de febrero de 1944
El miércoles 21 de noviembre de 2007, se talará castaño.
Etiquetas:
Acto de presencia,
de venas abiertas,
Postales de viaje
18.11.07
Postal de Berlin

Me senté a ver la caída de la tarde en Berlín del este, ya sin muro...
Nunca un punto cardinal, o dos, tuvieron tanto significado.
Nunca que el poniente fuera el Oeste y el naciente fuera el Este, resumió tantas cosas y tantos sentimientos juntos.
De tour por la ciudad en donde viven los ángeles de Win Wennders, inmensa y majestuosa, levantada entre la eterna disonancia de la guerra y la paz, de los opuestos, dividida por un un muro, que aunque ya sólo es recuerdo, también levantó diferencias.
Un extraño sentimiento me invade. Primero una sensación de lejanía, de cuento contado, de película de guerra que se va disolviendo en la clara consciencia de lo que aquí se vivió y todavía se vive . Todo al final una cuestión de poder: rusos, alemanes, ingleses, franceses, antes Prusianos, Galos, Sajones...tantos nombres para reinventar la misma historia. La historia de la lucha del hombre contra el hombre. Con razón los ángeles están tristes...si todo se basa en una eterna contradicción...
15.11.07
6.11.07
Juntos estamos menos solos

Me regalaron un libro hermoso, que lejos de cumplir la promesa de romance rosa que la gente de mercadeo se ideó para venderlo, espejó el lado bonito de las soledades compartidas.
La soledad pareciera ser un mal común en nuestros días, sobre todo para los que habitan las grandes ciudades en donde las relaciones frías e impersonales junto con el auge de los valores individualistas, la ambición laboral desmedida y la competitividad, hacen una mezcla expolosiva para cualquier psique. Los seres, con el paso del tiempo, se van aisladando y volviéndose inseguros y la consecuencia es la imposibilidad de relacionarse sanamente con sus semejantes.
“Zusammen ist man weniger allein” como se tradujó al alemán el libro “Juntos, nada más” de Anna Gavalda, cuenta la historia de cuatro almas que forman un conjunto de soledades que parecieran ser irreconciliables.
En algún lugar de París hay una chica anoréxica vive en una fría buardilla; hay un hombre solo que temeroso de todo habita un apartamento-museo heredado de su familia aristocrática; hay un rudo y malhablado cocinero de restaurante de lujo, que aparte de su oficio se evade de la vida con todo lo posible; hay una anciana que ya no cabe en esta sociedad de fríos puntos finales.
Philibert, Franck, Paulette y Camile, como en una sinfonía de vidas sin importancia, van juntando sus soledades para que sentirlas menos lacerantemente. Ellos forman una mezcla que llega poco a poco, primero a descubrir los por qués de su desarraigo y que luego con un verdadero encuentro, da el paso del acercamiento real para lograr descubrir la vida de repente. Así las cosas van cambiando por arte del intento y de la tolerancia y de la esperanza de vencer juntos soledades y miedos.
El libro de Anna Gavalda es un ensamble de metáforas y descripciones ricas sobre las soledades y los silencios. “Juntos, estamos menos solos” como le digo yo, o como de verdad se llama “Juntos, nada más” es un libro que podría pasar como un sencillo escrito si no fuera por la verdad tan simple que encierra: La gente, ese anónimo, puede lograr milagros con sólo abrir la puerta al prójimo y convertirlo de verdad en próximo. Esos seres sin nombre, que a pesar de las diferencias con su sola presencia van mejorando nuestras existencias.
El mensaje es claro...sé honesto con tu cercano. Eso es todo y es mucho al mismo tiempo. La novela celebra la felicidad de estar con quien de verdad es importante con esos pequeños milagros de la compañia sincera.
Anna Gavalda deja hablar a sus personajes, demostrando que posee un agudo sentido de la observación de la fragilidad del ser humano y de ese delicado equilibrio entre la felicidad y la desesperanza, entre los sentimientos y las palabras para describirlos. La autora nos da la llave de un mundo de personajes solitarios, olvidados y casi marginados en una sociedad que se caracteriza por la falta de comunicación entre las personas.
Su pluma rica en figuras descriptivas nos convierte al mismo tiempo en testigos silentes y en participes de la narración. Todos alguna vez todos nos hemos sentido como fuera de lugar, todos hemos sido alguno de los personajes de esta historia de excéntricos...fuera de centro, o como diria el diccionario, de aquellos que no tienen el mismo centro que los demás.
"Juntos, nada más" es una historia viva, con ritmo y verdaderamente visual, llena de esos minúsculos dramas personales que seducen por su sencillez, su sinceridad y su inconmensurable humanidad.
De la incomunicación y la soledad pasamos a una historia repleta de vida, de alegrías, de tristezas, en definitiva llena de la magia que nace en el momento en que nos atrevemos de verdad a relacionarnos con los demás... a encontrarnos.
La escritora despliega ante el lector un maravilloso abanico lleno de ternura, de amor y amistad, a veces dulce, otras amargo pero siempre esperanzador.
Hay una película que se basa en el libro, pero como casi todas las adpataciones se queda corta tanto en la historia como en la riqueza literaria.
3.11.07
Ser Caraqueñ@
Suscribirse a:
Entradas (Atom)