28.11.10

El tiempo de la esperanza


Me he reconciliado con la Navidad desde que tengo una hija.
Antes de que la esperanza naciera, su papá y yo de milagro comprabamos un par de ramas de pino para decorar y es que de verdad no era necesario, nuestras familias estaban lejos y nosotros todavía andábamos de hippies por esta vida. (lo que también fue importante).
Me gusta la navidad en Alemania porque es un tiempo de verdadera introspección para muchos, pues todavía las tradiciones que datan de siglos pensan y se contraponen al conocido consumismo que aqueja a buena parte de este mundo.

Yo no soy de iglesias, nunca lo he sido...sé y siento que lo que yo llamo Dios de verdad está en todas partes...por eso hemos decidido que aquí, en Alemania no tedríamos ninguna Confesión. Y basándonos en esa libertad pues disfrutamos de todos los cultos y tradiciones cuando lo necesitamos.

El día que nació mi Esperanza nos convertimos en verdadera familia, fue nuestra navidad particular; desde ese momento y con ella reaprendemos las cosas para luego darles nuestra lectura particular.

La navidad es una de ellas...en casa hay pesebre y hay árbol de verdad, buscado en el bosque entre frío y lodazal...maravilloso!. Tenemos una navidad „multi-culti, como se le dice por estos lados a las parejas de diferente nacionalidad.

Pero la tradición que más me gusta es el tiempo de Adviento.
El Adviento,por ejemplo, para mi el tiempo del silencio. Son las cuatro semanas antes de las Navidad. Viene de la palabra latina “adventus” significa “llegada, advenimiento” y se refiere a la espera de la llegada del Salvador al mundo. Se coloca un centro de mesa navideño que contienen cuatro velas y cada domingo de Adviento se enciende una . A cada una de esas cuatro velas se le asigna una virtud:
La primera, el amor; la segunda, la paz; la tercera, la fe y la cuarta, la esperanza.
Como hace frío y oscurece realmente temprano es un tiempo de velas que arden y pensamientos que vuelan.
Cada Domingo a las 10 de la mañana tenemos cita en la iglesia Lutherana que apenas nos queda a unos metros de casa, allí canta mi esperanza con sus ocho años y esa inocencia del que espera y cree que hay algo mucho más grande y poderoso que nosotros mismos. Sin nombre o con uno solo, como uno quiera!
He aprendido a querer esta navidad del norte, silenciosa y esperanzada. Sobre todo por eso...por la esperanza.

en la fota Esperanza tenía 2 añitos...hace tanto tiempo!

27.11.10

apenas unas líneas


Sin mucha promesa, pero con la mejor intención.
Vuelvo, eso espero, con una cuantas líneas ahogadas en la garganta, con ganas de rehacer puentes y afectos que este espacio alimentó en otro tiempo.
No soy de mucho tuiteo, pues me parece un ejercicio de egos que se escriben en la pared, me decido entonces por unas líneas de tiempo en tiempo, como resistencia a cerrar esta mi casa o mi templo. Sin más promesas.

Ilustración: Alexandre Siqueira