30.10.07

Mariposas en la Oscuridad

cuaTro

Y aquel jardín que un día fue florido, está ahora vacío de matas y vida. Sólo hierba mala nace de la tierra, donde antes crecían el verde y las flores.
Poco a poco se oye una voz que entona viejas cancioncillas que nunca escuché. Canta tan bonito que el tiempo se para y vuelve de nuevo todo a ser igual. De repente, veo a una viejecita rodeada de niños contándoles cuentos, los mismos que ella escuchó de niña; los cuentos del Páramo, de brujas y duendes. La misma señora que el séptimo día salía de su casa, derecho a la iglesia con un velo negro y un rosario claro. La que en el reclinatorio me sentaba a un lado haciendo silencio, demostrando fé. Yo la miraba con los ojos grandes mientras aprendía que eso de creer era cosa seria.

Son tantas las cosas que guarda la casa, por un puño lágrimas, por otro sonrisas. Y aunque nada queda de la vieja casa pintada de azul, gris en las ventanas y este tono sepia viste las paredes, rellena los huecos de los busca-entierros, yo siempre regreso como un muerto más.
Busco a la mujer regando sus rosas en pleno septiembre, rastrojo del viento, calor de fogón; busco a las niñitas, manojo de estrellas, flores de estación. pero sobre todo a misma la doña de la mecedora, que con su presencia coloreaba verdes en tierra de nadie, y entre mariposas sigue siendo ama, reina de la casa.

Poco importa todo. Ya no queda nada de todo ese mundo, sólo los recuerdos y la soledad... en el fondo oscuro unas mariposas que revolotean sobre una mujer que se balancea en su mecedora, susurra plegarias, espectro del sueño, me mira y me habla sin decirme nada. Soy sólo testigo de penas y luchas, de fe en el destino. Hoy las mariposas son dueñas de esa casa que queda en silencio, llena de fantasmas.

para el buen sueño de Sole



...aquí te espero, amiga!
foto: hannes

24.10.07

Esperancita


El momento más hermoso del día se repite desde hace 5 años, cada noche a un hora dada. Es el momento en que dejamos los pesos de a diario y sólo hay una cosa posible, una sóla felicidad y un sólo gesto...la hora del cuento y de las buenas noches; la hora de la oración y del sueño.
Uno de los textos favoritos de mi hija, es Margarita de Rubén Dario. Se lo sabe casi de memoria y como en un rito antiguo, hace las mismas preguntas a esa princesita que también es ella.
Yo cada vez que mi Esperanza me pide que le lea a Rubén Dario, me tomo la libertad de cambiarle el nombre a aquella niña que subió al cielo a robarse una estrella para su prendedor. Entonces empiezo así "Esperancita, está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar; tu acento: Esperancita, te voy a contar un cuento..."

Y es que al final fue a mi a la que el cielo le regaló una estrella que vive conmigo e ilumina mis días:

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,

un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?»

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar».

Y dice ella: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Foto A Mueller



16.10.07

Hay días de sentirse como un pueblo triste



qué piensa la muchacha que pila y pila,
qué piensa el hombre torvo junto a la vieja
,

qué dicen campanas de la capilla
en sus notas, qué tristes parecen quejas

Y esa luna que amanece
Alumbrando pueblos tristes,
Qué de historias, qué de penas,
Qué de lágrimas me dice

En el fondo hay un santo de a medio peso,
Una vela que muere en aceite sucio,
Más allá, viene un perro que es puro hueso

con ladridos del hambre que Dios le puso

Letra y Música: Otilio Galíndez

gracias a : echapafuera.blogspot.com

12.10.07

La tejedora

Silenciosa la vida teje lienzos
y coincidencias,
un día la obra quedará completa.