Celebro a este pueblo que logo una reunificación pacífica después de años de dolor y separación.

Y un texto que escribí en mi primera visita a esa maravillosa ciudad en 1997:
"Me senté a ver la caída de la tarde en Berlín del este, ya sin muro...
Nunca un punto cardinal o dos, tuvieron tanto significado.
Nunca que el poniente fuera el Oeste y el naciente fuera el Este, resumió tantas cosas, tantos sentimientos juntos. De tour por la ciudad en donde viven los ángeles de Win Wennders, inmensa y majestuosa, levantada entre la eterna disonancia de la guerra y la paz, de los opuestos, de un muro, que aunque ya no existe, también levantó diferencias.
Un extraño sentimiento me invade. Primero una sensación de lejanía, de cuento contado, de película de guerra, se va disolviendo en la clara consciencia de lo que aquí se vive y se vivió. Todo al final como dice Gulanis, una cuestión de poder: rusos, alemanes, ingleses, franceses, antes Prusianos, Galos, Sajones...tantos nombres para reinventar la misma historia. La historia de la lucha del hombre contra el hombre. Con razón los ángeles están tristes...todo se basa en una eterna contradicción..."