31.5.07
29.5.07
Gloria al bravo pueblo

Gloria al bravo pueblo
que el yugo lanzó,
la ley respetando
la virtud y honor. (bis)
Abajo cadenas!
abajo cadenas!
gritaba el señor
gritaba el señor;
y el pobre en su choza
libertad pidió.
A este santo nombre
tembló de pavor
el vil egoismo
que otra vez triunfó.
A este santo nombre
a este santo nombre
temblo de pavor
el vil egoismo
que otra vez triunfó
el vil egoismo
que otra vez triunfó.
Gloria al bravo pueblo
que el yugo lanzó,
la ley respetando
la virtud y honor. (bis)
Gritemos con brio
gritemos con brio
Muera la opresión!
Muera la opresión!
Compatriotas fieles
la fuerza es la union
y desde el Empireo
el supremo autor
un sublime aliento
al pueblo infundió
y desde el Empireo
y desde el Empireo
el supremo autor
un sublime aliento
al pueblo infundió
un sublime aliento
al pueblo infundió.
Gloria al bravo pueblo
que el yugo lanzó,
la ley respetando
la virtud y honor. (bis)
Unida con lazos,
unida con lazos,
que el cielo formo,
que el cielo formo,
la America toda
existe en Nación;
y si el despotismo
levanta la voz
seguid el ejemplo
que Caracas dió
y si el despotismo
y si el despotismo
levanta la voz
seguid el ejemplo
que Caracas dio
seguid el ejemplo
que Caracas dio.
Gloria al bravo pueblo
que el yugo lanzó,
la ley respetando
la virtud y honor.
Himno Nacional de la República de Venezuela
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Acto de presencia,
de venas abiertas
25.5.07
Libertad de expresión
El derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados, por los gobiernos represores que quieren impedir cambios e implantar ideologías.
En el proceso que se viene desarrollando en Venezuela, el gobierno del teniente coronel Hugo Chávez intenta suprimir la libertad de expresión y controlar la información. Dichos derechos están consagrados en los artículos 57 y 58 de la Constitución venezolana.
Venezuela, se ha convertido en uno de los países con más atropellos contra lo periodistas y contra los medios de comunicación. El propio presidente Chávez en sus interminables cadenas televisivas promete represalias y amenaza gravemente a quien vayan en su contra, al mismo tiempo se burla de quienes lo oponen, desafía al clero, a los propios militares disidentes, a la banca, a la industria y a todo el que tenga una opinión distinta a la suya.
Y aunque Chávez diga que existe libertad de prensa y de expresión en el país; él y sus seguidores fomentan la intolerancia y el odio de clases en sus discursos. Chávez busca lograr la hegemonía comunicacional, lo que es desde el punto de vista de la teoría de la comunicación se define como el elaborar un mensaje unidireccional que afecte ideológicamente al público, para que exista una sola verdad, la del sector oficial.
Los medios de comunicación que ya están en manos del gobierno se han convertido en dóciles instrumentos de propaganda y justificación de los programas y acciones oficiales. Algunos medios que no comparten completamente la doctrina del presidente se autocensuran
Si bien es cierto que los venezolanos están enfrentados a una constante guerra de información entre el gobierno "Revolucionario" y los medios de comunicación privados, que luchan por mantener la libertad frente a la constante amenaza oficialista, también lo es que es el pueblo quien tiene el derecho a decidir y a comparar informaciones para crearse una opinión propia.
Es indudable que los medios tienen la responsabilidad de revisarse y de crear valores en una sociedad que les otorga cada día menos importancia. En tiempos de crisis los medios tienen el deber de replantearse como servicios públicos siendo veraces y fomentando la educación pues ésta es la base de la verdadera libertad en cualquier sentido. Bolívar dijo que “un pueblo ignorante es instrumento de su propia destrucción”, ruego a Dios que estas palabr
RCTV lleva 53 años en el espectro radioeléctrico venezolano, eso en un país que tiende a olvidar los hechos mas importantes de su historia es realmente un milagro. Con la salida RCTV los venezolanos pierden una parte importante de la historia de la televisión y de si mismos .
Los organismos internacionales defensores de los derechos humanos han condenado las represalias, los enjuiciamientos y persecuciones contra periodistas, así como las agresiones y amenazas, demandas judiciales y hostigamiento contra los medios de comunicación, pero no ha sido suficiente. Chávez ha creado una matriz de opinión que para el mundo se muestra benévola y hasta positiva. Desde que estoy en Venezuela he visto con profundo temor que existen dos realidades, una la del oficialismo con su discurso falsamente próspero y con su doble moral y la otra del venezolano común que sale a marchar en contra del régimen, que se encuentra cansado de mentiras y de trampas electoreras, ese que tiene miedo, ese se quiere ir del país por carecer de esperanzas, ese que compra cada vez menos con lo que le da su salario y se arrepiente de haber montado a un militar en el poder… todo un libro de ciencia ficción al mejor estilo Orwell
Es cierto que muchos periodistas se han mostrado parcializados al momento de mostrar la noticia, inclusive directores de medios, pero también es cierto que desde las esferas de poder oficial se arremete verbalmente contra todo el que ha levantado su voz para criticar o disentir de los abusos del gobierno.
En una sociedad democrática resulta esencial la existencia de sólidos medios de comunicación independientes del poder político y del poder económico. Nunca antes en la historia democrática de Venezuela se registraron tantas agresiones a periodistas y medios.
Venezuela necesita con urgencia la afirmación y consolidación de un auténtico pluralismo democrático, del cual la libertad de expresión es condición indispensable y fundamental. Sin el derecho a opinar libremente, a denunciar injusticias y clamar por cambios y reformas el ser humano está condenado a la opresión.
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Acto de presencia,
de venas abiertas
24.5.07
los amigos

Parte de la alegría de volver a la casa que dejé hace once años radica en reencontrarme con los amigos que aún viven en ella. En estos últimos días Cortázar ha estado muy presente en mis pensamientos, como ya se ha visto... y es que él dice las cosas mucho mejor que yo!
A mis queridos, gracias por los abrazos y la presencia.
En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.
Julio Cortázar
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.
Julio Cortázar
22.5.07
Cuento con moraleja

En un acto convocado en defensa de la libertad de expresión cientos de periodistas se concentraron en Caracas para desplegar "la pancarta más grande de América Latina" y marchar con ella.
La medianoche del domingo 27 de mayo RCTV deberá salir del canal 2 por el que ha transmitido durante 53 años. Ya son muchos de periodistas que sufren de persecución política por expresar su opinión, ya son miles los trabajadores de las empresas públicas que son obligados a inscribirse en el nuevo partido socialista único venezolano PSUV.
El gobierno de Hugo Chávez Frías sabe bien que la comunicación es el cuarto poder y pretende apoderarse de él. Soy periodista, se del valor de la palabra, en estas mis vacaciones en casa he sido testigo del discurso de odio en el que se basa el tiranuelo Chávez, el mismo que la necesidad de cambio del venezolano eligió después de cuarenta años de corruptelas políticas . No quiero pensar que como pueblo nos merezcamos lo que tenemos. Creo en la esperanza y una vez má

Cuento sin moraleja
Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas, eslóganes, membretes y falsas ocurrencias.
Por fin el hombre supo que había llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del país, que se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café. -Vengo a venderle sus últimas palabras -dijo el hombre-. Son muy importantes porque a usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. -Traducí lo que dice- mando el tiranuelo a su interprete. -Habla en argentino, Excelencia. -¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada? -Usted ha entendido muy bien -dijo el hombre-. Repito que vengo a venderle sus últimas palabras.
El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor, mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos ambientes gubernativos. -Es lástima- dijo el hombre mientras se lo llevaban-. En realidad usted querrá decir sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotas por primera vez y naturalmente, usted no podrá decirlas. -¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? -pregunto el tiranuelo ya frente a otra taza de café. -Porque el miedo no lo dejará -dijo tristemente el hombre-. Como estará con una soga al cuello, en camisa y temblando de frío, los dientes se le entrechocaran y no podrá articular palabra. El verdugo y los asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque eso si lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán.
Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba-pálido-como-la-muerte, los echó a empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras.
Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegándole un tiro. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuales hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés.
Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo.
Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas.
Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas, eslóganes, membretes y falsas ocurrencias.
Por fin el hombre supo que había llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del país, que se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café. -Vengo a venderle sus últimas palabras -dijo el hombre-. Son muy importantes porque a usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. -Traducí lo que dice- mando el tiranuelo a su interprete. -Habla en argentino, Excelencia. -¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada? -Usted ha entendido muy bien -dijo el hombre-. Repito que vengo a venderle sus últimas palabras.
El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor, mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos ambientes gubernativos. -Es lástima- dijo el hombre mientras se lo llevaban-. En realidad usted querrá decir sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotas por primera vez y naturalmente, usted no podrá decirlas. -¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? -pregunto el tiranuelo ya frente a otra taza de café. -Porque el miedo no lo dejará -dijo tristemente el hombre-. Como estará con una soga al cuello, en camisa y temblando de frío, los dientes se le entrechocaran y no podrá articular palabra. El verdugo y los asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque eso si lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán.
Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba-pálido-como-la-muerte, los echó a empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras.
Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegándole un tiro. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuales hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés.
Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo.
Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas.
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12.5.07
de cómo Ontokita

Julia y Ana quieren saber el origen de Ontokita, el nombre. Pues, es el resultado de un amor mágico que tuve alguna vez y que me bautizó por andar siempre con los pies un poco más arriba de la tierra haciendo magia como se hacen pasteles.
La Ontokita es la hermana del Ontokito un miembro de la familia Ontok de Silvalandia.
Silvalandia es el lugar en donde dos Julios se inventaron un día un mundo. Allí el artista Julio Silva le dibujó colores y el tío, Julio Cortázar la celebró con palabras. El resultado fue una población entera, donde viven "elefantes con todos los derechos ciudadanos y peces a cuyos amos ¡jamás se íes ocurriría dejarlos en una pecera cuando salen a pasear. Igual que carteles pintados por una esfinge e interpretados por un Edipo platense que veía crecer la hierba donde nunca pudo crecer la hierba".
Es peligroso ser habitante de Silvalandia, pues uno se asume niño de ojos abiertos a la hermosura y de paso le toma la mano a los dos Julios...y todo es placer!
Aquí va un texto del libro que describe un poco a forma de ver el mundo de aquellos seres Ontokitosos.
Preparativos de salida
Los Ontok llegan tarde a todas partes, aunque eso sí con el pescado Ricardo. Los Ontok estarán llenos de defectos pero hasta ahora no se sabe de ninguna reunión a la cual hayan llegado temprano y sin el pescado. Una cosa hace olvidar la otra, por lo menos en Silvalandia.
Algo que no podrá decirse es que el Ontok no hace todos los esfuerzos posibles para que la familia llegue a tiempo. Se trepa al cochecito donde ya ha instalado a la Ontoka, y con gran determinación le ordena que arranque, mientras el Ontokito presenta el pescado Ricardo como prueba de que todas las disposiciones han sido tomadas por la familia.
—¡Arre, rápido! —grita el Ontok.
—Ftak—, —dice la Ontoka, a la que jamás se le ha oído otra cosa.
—Es lo de siempre, so pretexto de que está dentro del cochecito se niega a propulsarlo —brama el Ontok—. Ahora vamos a llegar tarde, se habrán comido las mejores cosas y nos perderemos las adivinanzas, las luces de bengala y las sillas musicales. ¡Arre, arre!
—Deberíamos apurarnos —dice el Ontokito—, me parece que a Ricardo le empieza a faltar el agua, lo noto levemente crispado.
El Ontok se agita con vehemencia en el pescante, y hasta elogia el sombrero de la Ontoka para animarla, pero ftak, dice la Ontoka; es seguro que llegarán tarde, y para peor en taxi.
Silvalandia es el lugar en donde dos Julios se inventaron un día un mundo. Allí el artista Julio Silva le dibujó colores y el tío, Julio Cortázar la celebró con palabras. El resultado fue una población entera, donde viven "elefantes con todos los derechos ciudadanos y peces a cuyos amos ¡jamás se íes ocurriría dejarlos en una pecera cuando salen a pasear. Igual que carteles pintados por una esfinge e interpretados por un Edipo platense que veía crecer la hierba donde nunca pudo crecer la hierba".
Es peligroso ser habitante de Silvalandia, pues uno se asume niño de ojos abiertos a la hermosura y de paso le toma la mano a los dos Julios...y todo es placer!
Aquí va un texto del libro que describe un poco a forma de ver el mundo de aquellos seres Ontokitosos.
Preparativos de salida
Los Ontok llegan tarde a todas partes, aunque eso sí con el pescado Ricardo. Los Ontok estarán llenos de defectos pero hasta ahora no se sabe de ninguna reunión a la cual hayan llegado temprano y sin el pescado. Una cosa hace olvidar la otra, por lo menos en Silvalandia.
Algo que no podrá decirse es que el Ontok no hace todos los esfuerzos posibles para que la familia llegue a tiempo. Se trepa al cochecito donde ya ha instalado a la Ontoka, y con gran determinación le ordena que arranque, mientras el Ontokito presenta el pescado Ricardo como prueba de que todas las disposiciones han sido tomadas por la familia.
—¡Arre, rápido! —grita el Ontok.
—Ftak—, —dice la Ontoka, a la que jamás se le ha oído otra cosa.
—Es lo de siempre, so pretexto de que está dentro del cochecito se niega a propulsarlo —brama el Ontok—. Ahora vamos a llegar tarde, se habrán comido las mejores cosas y nos perderemos las adivinanzas, las luces de bengala y las sillas musicales. ¡Arre, arre!
—Deberíamos apurarnos —dice el Ontokito—, me parece que a Ricardo le empieza a faltar el agua, lo noto levemente crispado.
El Ontok se agita con vehemencia en el pescante, y hasta elogia el sombrero de la Ontoka para animarla, pero ftak, dice la Ontoka; es seguro que llegarán tarde, y para peor en taxi.
Soy

mientras el viento que me empuja al vuelo
despeina mis alas cuando aclara el día.
Ese deslumbramiento desborda mis ríos
mis mares internos.
Me asomo a mí misma desde esa ventana
y distingo mi alma.
El vuelo inaugura lunas y cometas
galaxias y constelaciones...
Entonces domino una magia antigua
superior a cualquier arte,
a cualquier intento:
recorro distancias y tiempos
cada vez que duermo, hablo con aquellos
que no están ya en tierra
y en un sencillo acto revivo misterios,
muerdo alguna fruta, huelo alguna flor
con un sólo gesto descubro olvidos
que sólo el recuerdo perpetuo en mi piel.
Y suelto la risa como suelto anclas
navego mil mundos;
y peces y algas tejen mi vestido,
lo siembran de pétalos, estremecen hojas.
Soy maga Ontokita, colibrí, rocío
un lucero alado, sol, lluvia y canción.
4.5.07
Postal de mi alma
El sol me quema la cara,
el viento remontando mares la acaricia.
mi mirada se hace infinita
se reconoce hasta en la última estrella
de este cielo iluminado
y en mis labios crece una sonrisa,
la que refleja mi pueblo alegre y eterno,
mi pulso late cual corcel de sangre.
el viento remontando mares la acaricia.
mi mirada se hace infinita
se reconoce hasta en la última estrella
de este cielo iluminado
y en mis labios crece una sonrisa,
la que refleja mi pueblo alegre y eterno,
mi pulso late cual corcel de sangre.
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