27.3.13
calle vacia
Contemplo con estupor y algo de tristeza que muchos de mis amigos del blog ya no están por estos lados. Hace tiempo no escriben en los suyos o se han mudado de casa. Es un espejo de la vida, todo sigue todo cambia, queda sólo el recuerdo de los momentos vividos y las flores colgadas en los cometarios habidos. Nos vemos ahora en el libro de las caras o píamos algún comentario en 144 carácteres o menos. No importa seguimos siendo eso que hasta el silencio fuimos... somos. Y ahí, el encuentro. No pienso cerrar mi casa aunque no venga a menudo a ella. No puedo. Abriré otro espacio para seguir haciendo una de las cosas que más me gusta hacer...darle a la lengua-palabra-verbo. Sin más, no hay nada más, seguimos madurando.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)