24 de diciembre de 2009
Adieu mes amis
Creo que voy a dejar esto. Me parece un tanto absurdo, también.
Lo añadiré a la lista de propósitos del 2010, entre "hacer más ejercicio" e "intentar preservar a mis amigos" pondré "no escribir más chorradas en el blog".
A ver si almenos cumplo uno de ellos.
15 de diciembre de 2009
Siendo sinceros...
He borrado la entrada de ayer porque, básicamente, era mentira.
El rollo "yo contra el mundo" no me pega, la verdad. Siempre seré la niña buena (aunque eso me produzca una úlcera, en un futuro) y si lo soy, supongo que es porque quiero.
Fue solo que estuve leyendo a Miss Take y, por un momento, también quise ser rebelde.
11 de diciembre de 2009
A little world

- Podría pasarme la vida en la cama contigo.
- ¿Alimentas mi vanidad masculina?-responde él.
- Va en serio, no es algún atontamiento postpolvo -asegura sentándose sobre él- eres increíblemente bueno, podría limitar mi existencia a esta cama, contigo dentro. Haríamos el amor y dormiríamos, nada más. Aprendería cada línea y contorno de tu cuerpo, cada peca, cicatriz o marca de tu piel. Te diría cosas guarras y te dejaría explorarme de todas las formas que se te pudieran ocurrir -besa sus labios.
- Cariño, moriríamos de inanición.
- Bueno, solo saldríamos de la habitación para ir a buscar comida y agua. A aprovisionarnos. Encargaríamos a alguien que fuera llenando la nevera, no sé, quizá a tu madre.
- ¡Seguro! Le encantaría la idea de que me convirtieses en un escalvo sexual.
- Ella también fue joven, además, a nadie le iba a importar más que a tu madre que te alimentases correctamente.
- Creo que a ese ritmo me matarías - ríe.
- No, si te alimento y te dejo descansar.
También conocido como:
Delirios llamen a un médico,
Hombres...
7 de diciembre de 2009
4 de diciembre de 2009
Thinking
El desencanto se cierne de nuevo sobre ella.
En estas fechas entre su cumpleaños y la Navidad, una conocida melancolía la visita anualmente.
Si alguien se percatase de su ánimo y le preguntase la razón de tal desdicha, no sabría decir realmente qué es lo que añora, aunque ella piensa mucho al respecto.
"A la mama, supongo -se dice- a toda la gente que quise y se fue, que son unos cuantos.... o quizá a esa misma "yo" inocente y soñadora a la que dejé marchar tanto tiempo atrás. Supongo que me gustaría tener más amigos o, al menos, aprender a cuidarlos que no sé. Puede que añore todos esos proyectos o ideas que he tenido en algún momento de mi vida pero no he sabido o querido realizar... Creo que a esa vida diferente que quería tener -suspira, sin que nadie se de cuenta- ¡Hay tantas cosas que echar de menos!"
Sonríe a su compañera que la mira y sigue tecleando, como otro día más.
En estas fechas entre su cumpleaños y la Navidad, una conocida melancolía la visita anualmente.
Si alguien se percatase de su ánimo y le preguntase la razón de tal desdicha, no sabría decir realmente qué es lo que añora, aunque ella piensa mucho al respecto.
"A la mama, supongo -se dice- a toda la gente que quise y se fue, que son unos cuantos.... o quizá a esa misma "yo" inocente y soñadora a la que dejé marchar tanto tiempo atrás. Supongo que me gustaría tener más amigos o, al menos, aprender a cuidarlos que no sé. Puede que añore todos esos proyectos o ideas que he tenido en algún momento de mi vida pero no he sabido o querido realizar... Creo que a esa vida diferente que quería tener -suspira, sin que nadie se de cuenta- ¡Hay tantas cosas que echar de menos!"
Sonríe a su compañera que la mira y sigue tecleando, como otro día más.
1 de diciembre de 2009
Viajar
Me encanta viajar, pero siempre se me olvida.
A ver, sé que me gusta viajar, pero nunca recuerdo esa sensación en el estómago cuando el avión despega, la forma en que la gravedad reclama tu cuerpo cuando ilógicamente te despegas del suelo, las sonrisas de la azafatas, la forma en que el pasajero de al lado cotillea mi libro, las vistas por la ventanilla (si tienes suerte y te toca), el relajante "run-run" del avión, la incerteza de que las maletas lleguen a mismo destino que tú, lo protector que se vuelve ante "lo desconocido"...
Sobretodo olvido esa primera sensación que me asalta cuando llego a un nuevo lugar. El ambiente de las callejuelas que rodean el Sacré Coeur, la sorpresa ante el tráfico del Cairo, la pequeñez cuando salí del metro en Nueva York, la calidez de las casitas de película de Celebration...
Sin quererlo voy dejando trocitos de corazón por el mundo.
También conocido como:
Delirios llamen a un médico,
Verdades
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