31 de enero de 2015

I guess when you turn off the main road, you have to be prepared to seesome funny houses.

Al principio me asustaba esa mirada. Esa que a veces me dedica.
La que dice "¿Qué tiempo hace en tu planeta?".
Esa que pone cuando le pregunto si le gustaría más ser vampiro u hombre lobo, o dónde nos refugiaríamos en caso de apocalipsis zombie, o cuando le cuento que me fascinaría que me volvería loca de ilusión vivir el hecho histórico de encontrar vida en otro planeta (la NASA se sobre entiende, no yo), o cuando le digo que no tiene sentido alguno de los hechos que sucede en una película de ficción, o cuando me embobo ante algún cuadro que me atrapa y me roba la capacidad de hacer cualquier otra cosa que observarlo, o cuando me encuentra viendo patinaje artístico, o cuando le comento alguna de esas noticias que a mí me dejan alucinada (para bien) o algún hecho zoológico/científico/curioso que he leído/oído o cuando vamos en el coche y le hago reparar en esa luna preciosa que hay en el cielo o cuando le pido que las puertas abiertas o cerradas pero a medias no...

Esa mirada de "pero qué rarita eres", sí, esa que llevo toda la vida viendo.
Al principio, como digo, me asustaba. Él tan normalito y yo tan rara... ¿Y si se daba cuenta?
¿Y si decidía que no era compatible mi mente abstracta con la suya hiperpragmática? 

Pero con el tiempo descubrí que le encanta. Que le divierte.
Que mis rarezas y, en especial, mis preguntas o reflexiones raras, le invitan a pensar.
Y le gusta. 

30 de enero de 2015

Almas errantes


Los ausentes ni siquiera rozaban nuestra memoria. Todavía se hablaba de ellos –"quién sabe qué ha sido de ellos"-, pero poco se preocupaba uno de su destino. Incapaces de pensar en algo. Los sentidos estaban embotados, todo se desvanecía en una especie de neblina. Nada nos retenía ya. El instinto de conservación, la autodefensa, el amor propio, todo había desaparecido. En un último momento de lucidez, me pareció que éramos almas malditas errantes en el mundo-de-la-nada, almas condenadas a errar a través de los espacios hasta el fin de las generaciones en busca de su redención, en busca del olvido, sin esperanza de encontrarlo. -Elie Wiesel-

29 de enero de 2015

We fear things in proportion to our ignorance of them



 ¿Porqué, busque lo que busque en Google images, aparece algo que me da miedo?
Si buscase "cachorrito" seguro que acabaría apareciendo algo terrorífico.
Seguro.

28 de enero de 2015

I'm not a princess, I don't need saving. I'm a queen, I got this shit handled.


A veces...
Digamos que en las últimas semanas...
Me dan ganas de coger a aquellos derrotistas y agoreros.
De no hace tanto tiempo.
Los de "vas a acabar enferma".
Los de "esto tarde o temprano te saldrá por algún sitio".
Los de "en algún momento tienes que petar".
Sí, sí. 
Cogerlos y decirles: 
"¿Qué? ¿Se ha cumplido tu profecía?".

27 de enero de 2015

We all get addicted to something that takes away the pain.

Nunca te imaginas qué o quién te va a acabar doliendo (ni cuánto)... 
Aunque, la verdad es que conforme veía aparecer letras en la pantalla pensaba que, si bien es lo que pienso, no es cierto del todo.

Una persona que te deja.
Un pez que se muere.
Un proyecto que se frustra.
Una ilusión que fenece.

No importa el qué o el quién.
Cuánto más bonito, idílico, genial y/o maravilloso sea algo, más dolerá cuando se acabe.
Siempre lo tengo presente. Sin que eso empañe, necesariamente, lo bello del momento. 
(A veces incluso, ser consciente de la cualidad finita de algunas cosas las hace más hermosas).
Habrá quien me llame pesimista, sí, y aceptaré el adjetivo con humildad. 
Yo podría llamar iluso a aquel que crea que algo perdura indefinidamente, porque todo, y digo todo sin excepción, termina.
Es por eso que dicen que no debes aferrarte a nada ni nadie, vivir el presente, no generar expectativas... pero bueno, esa es una lección de la que solo tengo la teoría.

26 de enero de 2015

A mí el Blue Monday me llegó tarde

Acaba un lunes tonto.
Un lunes maltrecho.
Con alguna de mis locas arrancándome costras.
Metiendo dedos en heridas que sería mejor no tocar.
Lunes de consejera matrimonial. 
Lunes de whatsappear y llamar.
Lunes de jefa.
Lunes de revisar y revisar y revisar. 
Lunes de atascos.
Lunes de no-me-gusta-la-rehabilitación (duele).
Lunes de qué-guapa-estás / te-queda-genial.
Lunes de sonrojamientos y "gracias gracias".
Lunes de quiero-chocolate.
Lunes de joder-qué-gorda-estoy.
Lunes de indeseadas pero necesitadas compras.
Lunes de ¿Qué leches te pasa con el azul?
Lunes de atascos.
Lunes de no-me-apetece-música-en-el-coche (uy,uy,uy).
Lunes de grillos en el cerebro cuando busco pensamientos coherentes.
Lunes de acurrucarme en sus brazos. Jo... qué bien se está en sus brazos... 
Lunes de cómo necesitaría que me folles esta noche qué vaya bien la noche amor, que no tengas que trabajar mucho.
Lunes de ¿Papá, qué tal el médico?
Lunes de "Pues todo muy bien" (coros celestiales).
Lunes de labios cortados.
Lunes de Marilyn Manson (disco nuevo... oh, my god...).
Lunes de perturbación mental.
Y así hasta que me vaya a dormir.

25 de enero de 2015

And you are the stars I navigate home by

But it struck me to say while so far away
You are with me today
You are here are in my head, in my heart



El duende de las canciones me sorprendía anoche con esta.
Que suena a nana.
Que habla de amistades de las que te has/se han alejado.
De personas a las que, a pesar de ello, aún guardamos en el corazón.
Personas que nos pueden devolver a nuestro hogar, cuando perdemos el rumbo.

Y me hace pensar en mis relaciones cíclico-elípticas.
En esas tantas personas que van y vienen.
Que se acercan a mi vida -algunos incluso con una pauta temporal definida- para alejarse poco después.
En cómo me duele cuando alguien "habitual" comienza a convertirse en "cíclico".
(porque eso no sucede de hoy para mañana, es un proceso que aprendí a ver venir).
Pero lo divertido y bonito que es cuando vuelven.
Reencontrarte con alguien con quien compartiste mucho.
Y ver que, extrañamente, habéis cambiado mucho pero seguís como siempre.

Elbow - Dear Friends
 

24 de enero de 2015

Don't apologyze for who you are and what you want

Recuerdo aquellos momentos, los tira y afloja de nuestra relación.
Cuando me ordenaba pedía que hiciera algo.
Algo que me parecía demasiado.
La forma en que trataba de convencerle de no hacerlo.
O la ejecución parcial de su petición.
Y cómo me veía venir de lejos y estaba listo para cazarme al vuelo.
Al principio siempre le ponía pegas, por pequeñas que fueran.
Pero él, cargado de paciencia, ejercía su magia de ilusionista.
Dándole una vuelta más a mi tuerca sin que yo me diera ni cuenta.
También aquellas veces en que dije realmente que no.

Recuerdo la sensación de triunfo cada vez que superaba alguna de sus pruebas.
Y el indescriptible gozo de verle satisfecho, complacido, orgulloso de mí.
De tenerme.

23 de enero de 2015

When you sell a man a book, you don't sell him 12 ounces of paper and ink and glue - you sell him a whole new life.


Ya no escribo listas de propósitos al comenzar el año, por aquello de mi desencanto sobre la magia del cambio numérico.
Antes escribía unas largas listas en mi diario cosa que ya no escribo, puesto que el blog se ha comido el tiempo dedicable a ello.

Pero sí que hay una cosa que lleva días arañándome ese punto entre la consciencia y el subconsciente. Un pensamiento furtivo que comienza con "Este año...".
Lo de ir a trabajar en coche se comió mis horas de lectura y, los fines de semana, el blog acabó con las que quedaban. De modo que mi principal afición quedó relegada y me propongo retomarla.
No pretenderé leer la cantidad ingente de libros que leen algunos conocidos bloggers como el poeta decadente y su chica de ojos azules. Mi reto es menos ostentoso.
Un libro al mes. Doce en un año. (Mínimo).
Tengo un estante lleno de ejemplares regalados o adquiridos durante los dos últimos años y pendientes de lectura, aún así se aceptan (y agradecen) sugerencias.

Algo me susurra que no debería escribirlo, compartirlo, comunicarlo... como me pasa siempre que le explico a alguien mis planes u objetivos. Esa pequeña superstición (y la única que tengo) de que si quiero que algo vaya bien, mejor no se lo cuento a nadie...
Pero bueno, si finalmente el tiempo se me escapa entre los dedos sin devorar las páginas previstas, tampoco pasará nada.

22 de enero de 2015

Rehab

He comenzado la rehabilitación del accidente, porque sigue doliendo, claro.
En especial al volver a conducir (al fin me dieron el coche).
Aunque claro, trabajar trece o catorce horas tampoco ayuda, seguro.
Ando a tortas con el seguro, pero bueno, lo que quiero es que me curen.
La pelea administrativa ya llegará.

La fisio es genial. Menuda y muy agradable.
Veinticinco minutos de corrientes e infrarrojos.
Las "corrientes" a pesar de sonar a descargas eléctricas y sala de torturas, son unas ventositas que dan un masajito la mar de agradable.
Y los infrarrojos, una lámpara de color rojo que da calor y te incuba como a un pollito.

Aún no podemos empezar con los masajes porque los músculos están tocadillos pero, por ahora, me parece una forma genial de empezar el día.

21 de enero de 2015

No sé qué me pasa últimamente pero no dejo de sorprenderme.





No yo conmigo misma, que eso también pasa, si no con la vida, circunstancias y demás.

A veces, por que el contexto así lo requiere, te ves obligada a compartir algo con un desconocido.
Algo que no sabe nadie o casi nadie más.
Comentas un dato. Te hacen una pregunta.
Y la persona te responde con una ilusión sorprendente.
O, según el caso, con una palabra cariñosa y un abrazo de "compasión".

Y, a pesar del choque de la sorpresa (y tu falta de gusto por el contacto físico en general), te sientes reconfortada.

20 de enero de 2015

Cuando arrivo a casa


Parece lógico que los días que llego tan tarde del trabajo mi plan se redujera a cenar algo y meterme en la cama.
Y es el plan, estoy cansada, quiero dormir... al menos hasta que llego a casa.
Pero no soy capaz.
Es como si me negase de alguna manera a que mi día sole conste de eso: trabajar.
Necesito de un ratito de algo... con sofá y ipad me basta.
O de intentar resolver el último cataclismo del acuario.
Para desconectar, supongo.
Para sentir que he hecho algo más en mi día.

18 de enero de 2015

We cling dearly to the things we need to let go. And that's what drives us mad.


Una promesa me creí.
Porque quise.
Porque leñe parecía verdad. Porque necesitaba creérmela.
Y porque me la repitieron hasta la saciedad y con total convicción.
A pesar de los años que cargan mis hombros.
(No digo muchos o pocos).
Y la colección de cicatrices que atesora mi piel.
De los tropiezos.
De las advertencias.
Escritas.
Sonoras.
Y ambientales que despliega mi mente cuando me adentro por el camino de la confianza en terceros.
Una promesa quise y decidí creer.
Y fue falsa.
Una piedrecita más al pozo de la amargura.
Un ladrillo más en mi muro.

17 de enero de 2015

There's a million reasons why I should give you up but the heart wants what it wants


You got me scattered in pieces
Shining like stars and screaming
Lightining me up like Venus
But then you disappear and make me wait
And every second's like torture
Hell won't endure no more, so
Finding a way to let go
Baby, baby, no, I can't escape

The heart wants what it wants - Selena Gomez

16 de enero de 2015

And we try and we fall and we live another day

Y si un día amanezco extrañamente positiva.
A pesar de todos los "aunque". 
Dejo al negro en el armario.
Me decanto por los colores.
Tampoco muy llamativos, no digamos.
(De esos no hay para mí).
Un granate vivo.
Azul marino.
Azul vaquero.
Pero me pongo los calcetines rosa chicle.
El sujetador rojo.
Y las bragas de estrellitas.
Porque el optimismo se lleva así, por dentro.
No sea que la vida me lo vea.
Y se le apetezca quitármelo.
Aunque se me asomará a los ojos, que yo lo sé.
Sí... y a la sonrisa.
Pero bah, ahí nadie mira.

15 de enero de 2015

Be curious, not judgmental.



Esto del blog es de lo más curioso.

En general no tengo grandes expectativas respecto a él, no aspiro a coleccionar una cantidad ingente de seguidores ni vivo por y para aumentar el número de visitas.
No es especialmente creativo. Me mueve más vaciar lo que normalmente no digo, escribir tonterías, fantasías... y mantener las relaciones que he ido recolectando con el tiempo. Una cosa sin mucho objetivo pero con mucho, eso sí, cariño.

Pero claro, soy humana y, a veces escribo algo... y me da el subidón ególatra y me encanta, vamos que me molo pero cuando vuelvo por aquí apenas ha cosechado alguna visitilla y un par de comentarios, entre los que, por suerte, suele estar mi queridísimo y constante viejito lindo (tanto que, cuando estás unos días sin venir, me preocupo por ti).

Otras veces escribo de algo por puro aburrimiento, porque alguien me ha dicho algo (al gatito le hacía gracia cómo casi cualquier conversación se puede convertir en un post, en mis dedos), porque lo he oído en la radio, la tv, en el trabajo... Lo que sea que se ha quedado pegado al filtro de mi mente.
Que tampoco es que haga falta mucho motivo para quedarse ahí.
Y, cuando la pantalla en blanco me provoca y no hay ganas de vaciar o estoy cansada... la suelto. Sin más, por cumplir con la pulsión. Pensando más en satisfacer a mi trastorno obsesivo compulsivo del post diario que otra cosa y, sorpresa, sorpresa, ha causado furor.

14 de enero de 2015

La teoría de los seis grados.



Dicen todos estamos conectados por una cadena de no más de cinco personas.
Que si cuentas cinco y vas saltando de uno a otro, acabarías llegando a cualquier persona del mundo.
Y se supone que eso es algo estupendo en esta era moderna y redsocializada en la que vivimos.
Pero a mí no me gusta esa idea, de hecho, me parece terrible.
Yo no quiero que todo el mundo me conozca que cualquiera esté a tan solo cinco pasos de mí.
No me gusta.
Disfruto siendo la chica que nadie conoce en las fiestas, la que sostiene la copa junto a la rubia explosiva... prefiero que no me conozcan... al alcance de tanta gente tarde o temprano alguno quiere saber más... y a mí me gusta estar como estoy sin que, en general, sepan más de lo que yo quiero dar a saber.

13 de enero de 2015

A man's true secrets are more secret to himself than they are to others.


Ahora un Dinosaurio va conmigo a todas partes.
Yo hago ver que no está, que no me sigue.
Que no me empuja con el morro cuando alguien toca cierto tema.
O no se cuela a vigilar mis intimidades.
A veces es como un peluche de color rosa, algo la mar de mono.
Otras es un verdadero T-rex a lo Jurassic Park.
No sé cómo lo hace para meterse en el asiento trasero del coche.
Subirse al autobús.
Entrar conmigo al baño.
O dormir en la alfombrilla al lado de la cama.
Pero ahí está, perennemente. 
Pegadito a mí.
Espero que no le entre hambre.

12 de enero de 2015

I'm not a coach and I know it.

"Tú eres la mejor aconsejando", me dijo hace días una amiga.
¿Yo? 
¿Qué sé yo de nada? 
Nada.
Nada sé. 
A veces soy lo más tonto del planeta.
Sí, sí. 
Lo soy. 
Palabrita de niña Jesusa
Así que... ¿qué clase de consejos voy a dar? 
(Siempre que quiero escribir consejos escribo conejos... Jum, jum, jum).
Lo que le gusta (a lo que suelo escribir fusta... Jajajajaja) es que no la juzgue.
Que no alce el dedo acusador "Oh, pecadora, quemadla en la hoguera".
Eso es.
Siempre ha sido.
Lo que hace que la gente me cuente sus cosas. 
Sus secretos. 
Sus pecadillos. 
Sus errores. 

11 de enero de 2015

Mezclas arriesgadas

De repente me hallo sentada a una mesa estrecha con mis compañeras de trabajo, lo cual es normal, y con sus parejas, lo cual ya no lo es.
Ver a esos hombres de los que sé tanto.
Secretos y confidencias hechas por sus mujeres en susurros en horas de trabajo.
Enfados aplacados mientras preparamos café.
Problemas resueltos gracias al consejo de las otras.
Pasamos muchas horas al día juntas, todos los días. Y, la verdad es que, las mujeres lo cascamos casi todo.
Sabemos cosas las unas de las otras y de ellos, que nadie sabe. Ni mucho menos ellos. 
Sé que una de ellas quiere dejar al hombre que se sienta a su lado. Y que él no tiene ni idea.
Sé todas y cada una de las cosas que sacan de quicio a la otra, del otro.
Y pienso en todo lo que saben del Niño Bonito sentado junto a mí. 
Se nos escapan las horas bañadas en copas de vino, risas y charlas.
Nos alcanza la madrugada y las tres sonreímos maravilladas de lo bien que ha ido.
A veces es raro juntar a determinadas personas de tu vida.
Otras es todo un acierto.

10 de enero de 2015

We make up horrors to help us cope with the real ones.


Últimamente me ha dado por soñar que me voy a morir.
No que me muero, no, que estoy muy enferma e iniciando la cuenta atrás.
Escenas de hospital y melodrama.
No hace falta una gran capacidad psicoanalítica para saber de dónde me vienen tales inspiraciones oníricas.
Pero podrían irse ya...

9 de enero de 2015

Hay cosas que son injustas y contra las que no podemos hacer nada


A no ser que tenga unas causas muy pero que muy objetivas, un despido siempre resulta algo injusto.
Y, cuando sucede en mi empresa, es una mala pasada para mí.

Hoy se lo han comunicado a un compañero al que aprecio muchísimo.
Una de esas personas entrañables por naturaleza.
Divertido y cariñoso.
Que si te ve una cara larga, viene a ver qué te pasa o a hacerte una monería.
Alguien con quien te puedes entender con una sola mirada. 

Como todos saben que yo los sé antes de que sean oficiales, siempre vienen a hablar conmigo...
Y, en este caso, mis compis y yo hemos acabado llorando.
Lo vamos a echar de menos, no hay duda posible al respecto.

8 de enero de 2015

Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.


No creo que haga falta decir más.

Cuanto más lleno el vacío más frío y brutal, el desencanto.


"Es normal que estés triste, te has llevado una decepción muy grande, probablemente la peor en mucho tiempo... y te la he dado yo".

Y lo terriblemente amargo que es oírlo de labios de aquel al que más quieres.

7 de enero de 2015

Urbanita

Hacía ya tiempo que no realizaba mi rutinario viaje casa-trabajo-casa en transporte público.
Y aún más que no recorría mi ciudad por los túneles de tren y metro que la perforan como un queso gruyere.
Como una hormiguita.
Y me gusta.
Creo que, si eso te agrada, caminar por túneles abarrotados de gente, los golpes de calor de los andenes, el ruido chirriante de los raíles... Pero no como viajante que lo hace de vez en cuando, al modo en el que yo me enamoré del metro de Nueva York, no. Si no como bichito que se mueve siempre así.
A pesar de los (parece que) inevitables malos olores ajenos, de los niños con reggaeton en el móvil, del loco de turno con sus preguntas recurrentes, de las abuelitas que te fulminan con la mirada si es que osas acercarte a un asiento vacío, de los empujones en las puertas y las miradas indiscretas (sí, señor que va sentado a mi lado, sabe lo que es la privacidad?).
Eres un ser completamente urbano.
Y no importa que ahora vivas en un pueblito adorable entre bosques verdes que te roban el aliento, que te estés adaptando a la vida de ratoncito de campo con pasmosa facilidad.
Tu corazón late con la city, nena, no lo puedes evitar.

6 de enero de 2015

Is it ignorance or apathy? Hey, I don't know and I don't care.

Odio esos momentos en blanco en que se me escapa el tiempo observando la espuma del café.
Sin más, como si mi rendimiento mental hubiera caído a mínimos.
Y mi mirada se desvía hacia el acuario y, al ver los peces nuevos estáticos en su mundo flotante (de ese modo que me inquieta, como si alguien le hubiera dado al pause para ellos), pienso que debo de verme igual.
Con la vista fija en una taza, sin más movimiento que el de los pulmones trabajando y un pestañeo de vez en cuando.
No sé qué ha despertado a la apatía, no lo sé, pero aquí está. Tampoco es que necesite un motivo.
La sobreactividad ayuda, por supuesto. Pero a veces ha tomado mi cuerpo antes de que yo despierte y, simplemente, sale de la cama pegada a mí.
Y despegársela es complejo, sí.
Tras años y años de relación tengo mis truquitos, claro, pero para aplicarlos hay que querer.
Hay que tener ganas.
Y una no siempre las encuentra en su arsenal.
Me digo que no voy a dejar salir esas lágrimas que me pican tras los ojos porque no tengo un motivo (definido) para llorar y llorar por na' es tontería.
Además, es la mañana de reyes! Quién narices se siente así un día como hoy?
Vomitarlo ayuda, eso también.
Aunque no es fácil soltarlo sin arañar demasiado, ya que hincar la uña sería problemático: tras la apatía suele haber escondido un vendaval.
Pero no quiero desatarlo, así que sigo acariciando el hielo, mojándome los dedos, sin más.
Y sé que en no mucho rato me moveré, iniciaré la actividad.
Prepararé el piso para las visitas de esta tarde.
Limpiaré el acuario para hacer que ellos también se muevan.
Y, para cuando salga más tarde de la ducha, la máscara ya estará recompuesta.

5 de enero de 2015

La Carta

Queridos reyes magos,

Este año he sido bastante buena.
No os mentiré y diré que buena del todo, que yo sé que todo lo véis y... pues no.
Tuve mis enfados, mis faltas más o menos graves y mis dosis de mala leche.
Seguro que en algún momento enfadé o molesté a alguien.
Sentí envidia, no del todo sana.
Me equivoqué y, en algunos casos, me puse excusas.
Mentí algo, aunque diría que no mucho.
Quise huir, cuando menos tocaba.
También me entregué al melodrama en algunos momentos.
Y tonteé con la vanidad, en otros.
Pero, supongo que en la balanza... podría considerarse que fui buena.
Ya sabréis que soy más de entonar el mea culpa que de hacerme una lista de elogios, así que la recolección de las buenas os la dejo a vosotros. (Además que creo que no sumaría puntos lo de hacerme una auto oda a mi bondad).

Siendo así que mi balance parece, a priori, hacerme merecedora de vuestros mágicos servicios, quiero pediros estas cosas:
Entereza, para afrontar lo que venga.
Fuerza, por si vienen mal dadas.
Inteligencia, para aprender de lo práctico y lo teórico.
Voluntad, para conseguir los objetos que me im/pro-ponga(n).
Salud, que ya sabemos porque la pido.
Inspiración, para seguir siendo capaz de ver algo bello en cada amanecer y persona que me cruzo.
Tranquilidad, un poco, para poder dedicarme al enriquecimiento personal.
Trabajo, que ya quedó demostrado que en paro se me viene el mundo encima.
Amor, eso, por favor, que no me falte.
Y sexo, que de eso tampoco haya falta.

Atentamente,

F.



4 de enero de 2015

3 de enero de 2015

Be (bē): To exist in actuality; have life or reality.

Some lessons we learn the hard way
Some lessons don't come easy
That's the price we have to pay 


Quizá algún día sepa encontrar las palabras para expresar, para explicar que a veces se puede estar sin estar, más aún que los que están, pero para poder hacerlo hay que desearlo, quererlo, si no, no se puede estar, no estando.

2 de enero de 2015

A los hechos me remito


Comienzo el año con un resfriado del copón, un montón de trabajo, sin (mi) coche y una llamada perdida que no me apetece nada devolver.
No digo nada...

1 de enero de 2015

You're never fully dressed without a smile



Un día como hoy la mayoría andan llenos de esperanzas ante el nuevo año que comienza o, aquellos corazoncitos más tímidos, con una leve y tentativa sensación de comienzo.
Sí, ni siquiera las escépticas como yo podemos negar el hecho de que empieza el año.
Muchos andarán elaborando esa lista de propósitos para el 2015 (esa que no cumplirán... muajajá), pensando en los deseos de paz, amor, etc que recibieron el día anterior... más de uno estará prometiendo "que no bebe nunca más".

Yo lo que quiero hoy es desearos muchas, muchas, muchas, sonrisas. Aix, esas pobres que tan a menudo (y tristemente) se nos olvidan.
Cálidas, tiernas y sinceras sonrisas. Eso quiero para vosotros.