31 de mayo de 2014

Emancipate yourselves from mental slavery, none but ourselves can free our minds!



Ayer tenía la cabeza en otras cosas, claro, y se me olvidó (lo sumamos a la lista)... 
Pero no quería dejar de hacer mención a ello. 
El 30 de mayo se celebra la independencia de Villa Ficticia.
Ya van ochos años. 
Jo, sí, es algo digno de ser comentado. 
Es algo por lo que sonreír.
Por lo que sentirse fuerte.
Y orgullosa de una misma.

Puede parecer algo tonto. Pero no, no lo es.
Los que saben de la historia me comprenderán.

Así que, por un ratito, sonriamos y celebrémoslo amiguitos.

30 de mayo de 2014

Things alter for the worse spontaneously.


En todo lo que está pasando con mi padre había dos palabras que no quería oír bajo ningún concepto.
Una que haría que me pelease con cualquier médico que se cruzase en mi camino pronunciándola, embarcara a mi padre rumbo a la consulta del Oso sabio y lo llevara donde hiciera falta hasta encontrar a uno que no la dijera.
Otra que hace que el monstruo, que nos atosiga y devora poco a poco, alcance unas dimensiones inenarrables. Mordiendo por doquier. Causando estragos. Dejándome otra vez llorando en brazos de C. Empeorando el diagnóstico, ensombreciendo el largo plazo. 

Pues bien. Hoy han dicho la segunda.

Y necesito, por favor, que dejen de decirnos cosas malas.
Ya no aspiro a que nos digan algo bueno pero necesito que no sigan agrandando lo malo. 
Que no lleguemos los dos contentos porque la cirugía de ayer fue bien, no le duele y ha pasado una buena noche, la primera desde hace mucho tiempo, para encontrarnos con un derechazo en la boca del estómago. 

A ratos solo pienso "Basta ya, en serio, ya vale". 
Me siento como una tuerca a la que, en cada visita, le dan una vueltecita más, la aprietan un poquito más. Y temo acabar pasándome de vueltas. 

29 de mayo de 2014

It's a little like wrestling a gorilla. You don't quit when you' re tired - you quit when the gorilla is tired.




El cansancio psicológico es, a veces, peor que el físico.
Y llevo días cansada, tan cansada...

Lunes oncólogo y radiólogo. Pruebas.
Martes descanso.
Miércoles preoperatorio y vascular.
Jueves repetición de una prueba y cirugía menor. (Aquí hasta hoy).
Viernes cirujano.
Sábado curas.
Domingo descanso.
Lunes oncólogo.
Eso por ahora, que yo sepa.


Y trabajo, mucho trabajo.

Y la sensación de que se me empiezan a escapar cosas (dos olvidos, que me consten)... Y, ya, si yo fuera quien recibe estas palabras diría algo tipo "Es normal, tienes demasiadas cosas en la cabeza". Pero no, no me lo puedo permitir. En serio, no puedo.

Así que solo espero que llegue el fin de semana, que ya está a la vuelta de la esquina, para intentar descansar (aunque quizá me toque trabajar). Dormir un mucho. Desconectar un poquitito. Perdeme en algún mundo ficticio durante un rato.
Porque sé que esto es saturación. Y, si consigo desconectar algo y hacer un poco de "limpieza mental", creo que podré volver al ritmo que necesito.
Un break, uno así chiquitito, solo eso.

Para entonces poder creerme esas cosas que me dicen, las de que lo estoy haciendo muy bien.
O, como dice mi hermano, me estoy ganando el cielo.

Por hoy, con una buena noche de sueño, me conformo.

28 de mayo de 2014

Algo habrá que inventar


Necesito un entretenimiento. Un evasión.
La válvula para mi espita.
Con la boda andaba distraída, que si esto, que si lo otro, pero ahora ya ha pasado.

He perdido un poco la práctica y sé que me va a costar, pues no hace tanto me venía dado, pero no sé. Sea como sea, debo encontrar algo que me haga darle al "pause" de vez en cuando.
Porque esto va para largo y arduo y tengo que poder desconectar en algunos momentos.
La música, por ahora, hace efecto. Aunque a veces revuelve otras cosas más que asienta.
Y conducir también ayuda, aunque el cuerpo me pide pisar el pedal más de la cuenta y no es plan.
Y la ducha que últimamente parece que se me traga y me agarra y me roba minutos sin que me de cuenta.
Pero necesito algo más.

Lo fácil sería sumergirme en la literatura. Leer y leer. Que además me iría bien porque me avergüenza reconocer que en lo que va de año no he terminado ni un libro (aunque tengo Danza de dragones listo para sentencia y ese vale por lo menos, por dos). Pero tendré tiempo? Si estos días, más que nunca, se caracterizan por correr de un lado para otro... y ese es el problema.

Si no paro quieta, cuándo me entretengo?
Pero es que todo sigue su curso, no frena por ti, y hay trabajo que hacer y tareas del hogar y gente con vidas conectadas a la tuya que requiere de ti y médicos que visitar y pruebas que hacer y también mis médicos que no debo olvidar y vida social y gente que habla y habla y peces que cuidar y necesidades fisiológicas como comer o dormir...

Todo requiere de tiempo. Tiempo. Tiempo. Tiempo. Tiempo. Tiempo.

Habrá que pensar algo porque un año y sin vía de escape, me puede dejar neurótica para el resto de mis días (jajajajaja). Hoy nos ha visitado un médico que ha dicho "cuando pase todo esto ya le veré" y nos ha dado hora para febrero. No digo más.

26 de mayo de 2014

And isn't it ironic... don't you think, a little too ironic... and, yeah, I really do think...

Well life has a funny way of sneaking up on you
When you think everything's okay and everything's going right
And life has a funny way of helping you out when
You think everything's gone wrong and everything blows up
In your face
 

Yo debería haber amanecido hoy en Los Ángeles.
Dispuesta a hacer el viaje de mi vida con C.

En lugar de ello amanezco en mi cama.
Dispuesta a, con mi padre, poner rumbo al oncológico.

En fin, qué le vamos a hacer...
Qué viva la ironía.


Ironic -Alanis Morrisette-

24 de mayo de 2014

Love hard when there is love to be had.


El día de ayer fue genial.
Quedarán en la memoria cantidad de anécdotas que recordar.
Mi Niño Bonito más bonito que nunca.
La familia emocionada. Todos guapos, nerviosos y contentos.
Las conversaciones y las risas.
Los mimos de mi gordito.
Las dos familias unidas por primera vez al completo.
La sorpresa de la jueza.
Las risas de mi hermano.
Mi "casi Marylin".
El exceso de comida y el gustazo de verlos disfrutar.
Mi NB mirándome con cara de "somos buenos".
La sonrisa de mi padre.
Los abrazos y los besos.
El hotelazo.
La cama kilométrica.
El paseo junto al mar.
Las conversaciones.
Nuestra noche.


21 de mayo de 2014

Con extra de azúcar





Día de pocholadas. Que también sienta bien.
Ir a recoger mi anillo (que es taaaaaan bonito).
Reservar el hotel que nos acogerá esa noche (una exquisitez).
Quedar con una de mis amigas para que me de el picardías que pretenden que me ponga (ja!).
De andar gatuneando todo el día a ratitos, retroalimentando esta tontería con la que me he levantado (y con la que he decidido cubrirme, sí, por un día).
Hay que relajarse un poco, incluso en los momentos más complicados.
E intentar disfrutar de lo bonito que me queda.
Porque bonito es. Muy mucho.





20 de mayo de 2014

Cause I don't want to, to trouble your mind with the childish design of how it all should go.





Un pequeño logro personal sienta bien.
Porque hay otras guerras que se luchan sin nadie más que una misma.
Contra esas partes que no te acaban de gustar.
Esos bichos que de repente un día descubres -por las malas- que te pueblan.
Hace meses hablé de una araña.
De una araña negra y fea que andaba por ahí correteando.
Toqueteándome con sus patas peludas cuando no me daba cuenta.
Pues bien, la he cazado y expulsado de mi desván.
Y me siento maravillosamente bien por haberlo conseguido.
No sin esfuerzo.
Pero logrado al fin y al cabo.
Adiós arañita, adiós.
No vuelvas a venir.

19 de mayo de 2014

I can't explain but I'll find a song that can.

Hay canciones que merecen un momento especial.
Porque estás trabajando y de repente suena en tus oídos y te deja quieta.
Espectante. Al sentir cómo revuelve en tu interior ya de por sí tan revuelto estos días.
Y por un momento tienes miedo y tus dedos buscan la combinación de teclas que la harán pasar.
Pero algo en ti susurra "Espera, tranquila, espera..."
Así que no haces nada, no piensas en nada. Dejas que la música te envuelva.
Lamentas no tener una mayor soledad para poder cerrar los ojos y perderte del todo en ella.
Pero eso no es siempre necesario y lo sabes.
Respiras con ella, la sientes.
Ella sabe qué atraer a tu mente. No lo rechazas ni lo agarras.
Lo dejas pasar. Solo la sientes.
Esa melodía que te mece.
Como si de repente te sumergieras en el mar (y es que últimamente andas muy necesitada de mar).
Se eriza cada poro de tu piel y lo mismo te lleva de la mayor euforia a los ojos anegados.
Mientras acaricia con dedos inexistentes esas heridas que te están desangrando poco a poco.
Esas grietas que están empezando a poblar tu entereza amenazando descalabros.
Pero no las hace escocer, más bien las mima de alguna forma que no comprendes.
Pero no importa, sea como sea será bueno. Solo déjalo suceder.
No te resistas... y disfruta.


Time by Hans Zimmer on Grooveshark
Time -Hans Zimmer- 

18 de mayo de 2014

Pocos sospechan al percibir la primera fisura en una pieza de porcelana que esa delgada línea basta para hacerla estallar.


Somos burbujas, bellas, frágiles y efímeras burbujas.
Pompas de jabón que aparecen en un momento y vagan por el aire, jugueteando con otras, entrelazándose, mezclándose, dividiéndose.
Mecidas y llevadas por el viento, hacia arriba o hacia abajo.
Pero invariablemente hacia el final.

16 de mayo de 2014

Yeah my lungs are filling up with cold dirty water but I’ve a sickness that is making me laugh

"Qué ha pasado ahora?", pregunta mi gatito lindo y yo me río.
Si es que es verdad.
Pasan tantas, tantas cosas.
Dicen que así es cuando estás vivo... y puede que sí.
Pero entonces, quizá... me siento excesivamente viva.
O, como dice el Niño Bonito: "Estamos de presión hasta aquí" (mano bajo la barbilla) y yo me troncho.
Porque soy así de tonta. O lista. No, lista no, que luego me llaman listilla (jajajaja).
A ratos siento el impulso de hacer una lista.
Algo llamado "Brownies que nos acontecen" (o similar).
Pero la verdad es que no me atrevo.
Tengo tanto en la cabeza... tanto, tanto, que creo que si hago una lista me abrumará y no podré con ella.
Dejemos que los hilos sean hilos y no se conviertan en madeja, que si no... no sé, de verdad, yo no sé.
Día a día. Pasito a pasito. Susto tras susto. Parche tras parche.

Que se nos peta una tripita, pues le ponemos una tirita y que vaya tirando.
Que pasan cosas inexplicables, pues las aparcamos para otro momento o decidimos que no merece la pena.
Que de repente estoy sola en la oficina (demasiado tarde, como siempre) y suena una canción que me atraviesa y me llena los ojos de lágrimas por la razones equivocadas, pues no lloro que, leches, estoy en el trabajo pero me prometo que, si eso es lo que necesito, luego la escucho.
Que si me caso en una semana (de hecho en una semana ya estaré casada) y lo tengo todo por hacer... pues ya se hará y lo que no se haga se quedará sin hacer. Y ya...
Que no nos podemos ir al viaje de nuestras vidas... pues nos reímos (con una pizca de amargura) porque el lunes en vez de amanecer en L.A. nos levantaremos como cada día para ir a trabajar.

También le digo al gatito que estoy bien y me llama mentirosa y me río más.
Quizá sí esté un poco loca.
O al-borde-de-un-ataque-de-nervios.
O vaya a ratos, según como le da el viento.
O según la neurona que se conecte.
O solo sea una pobrecita humana más enfretándose a lo que todos vivimos, tarde o temprano.

15 de mayo de 2014

Prepararse para lo malo es lo que tiene


Resulta extraño pero estoy tranquila.
Nos han dado el diagnóstico (cáncer), nos han explicado el tratamiento a seguir (radioterapia, quimioterapia, cirugía, quimioterapia), nos han dicho que va para largo (así como un año). 
Pero estoy tranquila y creo que esta noche -quizá- duerma bien por primera vez en mes y medio.
Porque solo había una palabra que yo no quería oír. Una sola.
Y no la he oído. 
Así que, dentro de todo lo malo (que no es poco), no estamos en la peor de las circunstancias. 
Ahora nada, a seguir adelante.

14 de mayo de 2014

Nothing fixes a thing so intensely in the memory as the wish to forget it.

Lo que no te mata te hiere de gravedad y te deja tan apaleado, 
que luego aceptas cualquier maltrato y te dices a ti mismo que eso te fortalece...
-F.Nietzsche-
  



Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte.

Es mentira.

Lo que no te mata te crea amargura.
Miedos y tristeza.
Se te pudre dentro por siempre jamás.
Convierte en cenizas todo lo que toca.
Deja cicatrices de esas que te marcan para el resto de tus días.
De las feas, retorcidas y grotescas.
Y hace que sucedan cosas que quisieras olvidar tal cual suceden.
Pero que sabes que se han grabado a fuego en tu cerebro.
Quieras o no.
Porque cuando algo duele tanto no lo olvidas.
De verdad que no. 
Nunca.
Las preguntas que te hace.
Las cosas que te dice.
La sensación de que lo llevas como un corderito al matadero.
Las miradas que nadie más ve.
Esas conversaciones que te parten el corazón.
Los silencios de tu hermano.


13 de mayo de 2014

Life is puzzle unsolved.


Esta mañana me han dado una pieza más de este puzzle macabro. 
Y con esa han encajado, como por obra de magia, otras muchas.
Ofreciéndome una imagen nada bonita. Cada vez la cosa va peor.
Parece mentira, pero es así.
Suma y sigue...

12 de mayo de 2014

Brick walls are there for a reason.



Días atrás alguien me dijo que me pongo una barrera y no comparto mis problemas (como que eso es algo malo). Le dije que sí, que me pongo una barrera, pero no con ella en concreto, que es que yo soy así y en general, no obtengo alivio en compartir mi carga. Aún así lo hago, con determinadas personas de características muy especiales, soy capaz de hablar del tema y de explicar cómo me siento y echarme a llorar si hace falta (que hace), pero, al público en general, no me gusta contarle mi vida. Pero, a pesar de darle esa explicación, me quedé un poco dubitativa de porqué lo hago.
Pero poco a poco, conforme pasan los días, me voy acordando.

Lo más simple quizá, sea la presión mediática. Cuánta más gente lo sabe, más gente te pregunta. Quizá lo que tú quieres es no hablar más del tema (que bastante lo tienes zumbando todo el día en la cabeza), pero conforme el grupo se extiende, es imposible. Además, la gente sí comparte sus cargas por lo que la información se expande exponencialmente y, de repente, estás trabajando y te llama un amigo de tu novio, para darte ánimos. Agradeces el gesto de corazón, pero también te pilla tan a traspiés que te deja tocada un rato.

La gente, cuando sabe que tienes un problema, se siente en la obligación (o con el derecho) de dar su opinión. Lo cual lleva a veces a que recibas opiniones estúpidas (sé lo mal que suena pero, ya sabéis, soy una borde). Hay cosas en esta vida en las que no debes opinar. Es así de simple. A mí no se me ocurriría en la vida decirle a alguien si debe o no debe hacer determinadas cosas. Nunca. Y menos aún si no me ha preguntado mi opinión.
Cosas como "quizá no deberíais decirle a tu padre que tiene cáncer, porque esa palabra es muy dura, a mi abuela no se lo dijimos y ella nunca supo que lo tenía".
Ah, ya. Vamos a analizarlo un poco:
Tu abuela tenía 14 años más que él, comenzaba a mostrar demencia senil y el cáncer estaba en una fase tan inicial que el médico dijo que no la iban a tratar y que se moriría de cualquier otra cosa antes que de eso.
Mi padre tiene 14 años menos, está perfectamente desde un punto de vista psicológico, se entera de todo y pregunta por todo, su cáncer está muy avanzado y, si no se trata, se morirá de eso, no de otra cosa. Así que lo van a tratar.
Así pues... si, como tú dices, lo engaño para que "no se coma la cabeza", qué le digo cuando le den quimioterapia? Qué le explico? Qué motivo le doy para que lo enchufen a una máquina y todo lo que ese tratamiento le pueda provocar?
Yo lo veo muy claro, pero si tú no lo ves...

Por otro lado, hoy en día todo el mundo conoce a alguien que tiene cáncer (o lo ha tenido en alguien cercano), así que todo el mundo tiene historias. Pero no hace falta que me las cuenten todas. Sean de superación o fallo. Cada persona es un mundo, cada cuerpo lo es. Por cada historia con final feliz (aunque lo del final feliz también es relativo, porque me cuentan cada cosa que alucino) conozco otra que acaba mal, así que...

Luego también pasa otra cosa. Hay gente que te quiere. Y eso es genial, joder, es tremendamente genial sentirse querida. Pero el afecto conlleva también preocupación. Entonces suceden cosas como que te veas con alguien a quien hace meses que no veías y...
- ¿Cómo estás? -sonrisa de oreja a oreja de la persona que te quiere.
- Bien -sonrisa tuya- ¿y tú?
- Muy preocupada por ti -te abraza.
- Como todos! -dices tú riéndote, para quitarle hierro, pero se pone a llorar y se tiene que ir de la habitación.
O que te vigilen y, a la que te ven un poco más seria de lo habitual te pregunten si estás bien, agobiándote cuando tú estás tan pancha.

Y también está el efecto "galleta de la fortuna". Las frases manidas, usadas y requeteusadas de siempre. Que empiezas a oír en bucle. Y ves bocas repitiéndolas y tú dices "sí, sí, sí", porque qué les vas a decir? La gente siente que tiene que decir algo y lo dice, y tú dejas que lo digan y das las gracias. Así es como funciona.
Las dos mejores reacciones que he tenido fueron, la primera, "no te voy a decir que no te preocupes porque, a ver si me entiendes, es tu padre y sería una idiotez por mi parte, te tienes que preocupar, lo que te pido es que no adelantes acontecimientos y vayas haciendo conforme lleguen las cosas".
Y, la otra, "Qué necesitas de mí?".
Porque esa es otra cosa complicada en casos así, creerte que una persona necesita de ti una cosa que no es la que necesita y que te convierte más en parte del problema que de la solución.

Otro problema (este mío) son las expectativas. Cuento con muy poca gente, en serio, con muy poquita y suelo creer que los tengo bien seleccionados, pero a veces me equivoco, claro. Y cómo jode cuando te equivocas. Creer que puedes contar con alguien, que podrás esconderte en sus brazos si es necesario, que te ayudarán a poner orden en este caos reinante... y toparte de frente (de cabeza y acelerando) con un muro de piedra. Pero bueno, esto pasa siempre en los momentos chungos de la vida, todos tienen sus miedos, sus cosas inaceptables, la enfermedad puede ser una de ellas, lo comprendo. No por eso quiero menos a ciertas personas, las borro de la lista de apoyo pero las quiero. También, a la vez, borrar a esas personas hace que aprecies mucho, mucho más, a aquellas en las que sí puedes contar, porque son tan poquitas que se convierten en un tesoro aún más valioso de lo que ya eran.

Y, bueno, con esta vaciada, os dejo por hoy. Esta semana es muy, muy complicada y solo es lunes.

11 de mayo de 2014

Caperucita, caperucita, dónde vas tú tan bonita?





Una noche relajada, divertida, amena.
De viaje en tren, metro y paseo por la ciudad disfrazada de caperucita roja seguida de once lobas armadas con silbatos.
De tener que vender fruta a los desconocidos y conseguir que un chico me compre dos manzanas por cinco euros.
De tuppersex.
De fiesta.
De reír.
De fotos.
De selfies.
Y reír.
Y reír.
Y bailar.
Y reír más.

10 de mayo de 2014

Break

La vida sigue y yo con ella.
De un modo extraño, pero sigo.

Más que nunca parece que dos personas distintas habiten mi cuerpo.
La que sufre y está pendiente de todo lo que pasa con mi padre y demás problemas.
Y la que vive, la que sigue tirando del carro y flotando en la corriente.

Ayer me compré al fin el vestido para la boda (que no sé si finalmente celebraré o no). Es precioso y me sentí súper bien por, al fin, tenerlo.
Y hoy es mi despedida de soltera. No quise cancelarla, me irá bien un rato de desconexión, seguro, además mis amigas han hecho un esfuerzo por organizarla. 

No sé qué pretenden hacer conmigo.
Lo único que he podido averiguar es que aparecerán en algún momento de la tarde en mi casa, que pretenden colarse en el piso (pero no van a poder muajajá), que me van a disfrazar (sé que se plantearon vestirme de Marilyn, pero no sé si eso es definitivo y espero que no!) creo que ellas van todas de negro, empezamos en mi casa pero acabaremos en barcelona y me van a dar de beber y de cenar. Una me preguntó si tengo pintalabios rojo y, por lo visto, voy con falda.
Llevan desde la seis de la mañana acosándome por whatsapp unas metiéndome miedo, otra ofreciéndome omeprazol, otra mandándome canciones y, la mejor, mandándome fichas del "manual de la buena esposa". Son la bomba.

He preparado mi hogar para el desembarco de diez mujeres dispuestas a torturarme, (ya sabéis, escondiendo objetos frágiles, mujeres, perros y niños) y ahora a relajarme en espera de su llegada.

Esta noche promete. Sea como sea. Pienso pillar una buena (qué narices, es mi despedida!), reírme más que nadie de mí misma y ser, por una vez, la alegría de la huerta. Un pimiento rojo y feliz.
Prometo crónica de sucesos, si mañana la resaca no me ha resecado el cerebro.

7 de mayo de 2014

Wow





Nunca creas que la cosa no puede ir a peor. No.
O que no te pueden caer más cosas encima.
No cometas ese error.
Porque parece que haya alguien al acecho, esperando a que lo pienses, para tirarte otra piedra.

Situémonos. Cuando todo esto ha petado, me hallaba en plena preparación de boda y viaje de novios. Todo quedó en stand by. El viaje está ya pendiente de cancelación. Y la boda (que ya en su inicio era algo muy en "petit comité": padres y hermanos, visita al juzgado y comida familiar) sigue pendiendo de un hilo, a expensas del día 15.
Lo que habíamos decidido era que, si mi padre ese día no está operativo, es decir, se encuentra bien y puede venir, nos limitaríamos a ir al juzgado con dos testigos y ya. Luego cada uno para su casa y se acabó.

O eso creía yo.
Ahora resulta que es comprensible que podamos cancelar la comida, pero no que algunos de los demás no puedan estar presentes en ese momento.

Y estoy tan fascinada que no sé si estoy enfadada o solo saturada.
Me resulta sumamente egoísta ese pensamiento, en todos y cada uno de ellos.
Es decir, si mi padre (está operado o tremendamente hecho polvo en casa por la quimioterapia) no puede venir a mi boda, no debo cancelarla, si no seguir adelante como si nada, simplemente que él no venga.
Si ese día mientras firme los papeles no puedo dejar de pensar en lo mal que se encuentra mi padre y en la pena que él mismo tendrá si no puede venir (porque está tremendamente ilusionado) no debo dejarme llevar por la tristeza de que también él me falte ese día, no, debo hacer el paripé y sonreír para los demás.

Es decir, debe prevalecer "la ilusión" de los demás por presenciar un momento que ni para él ni para mí tiene la relevancia que tiene para ellos (para nosotros solo es un papeleo) ante el sufrimiento que vengo yo (y mi familia) arrastrando durante más de un mes y que no hace otra cosa que ir a más.

No sé, quizá soy una egoísta tremebunda y no soy capaz de verlo, pero... creo que esta vez la cosa debería estar mucho más que clara. 
Por favor, corríjanme si me equivoco.

6 de mayo de 2014

But then the hell storm came and yelled, you need to let go, you’ve got no control. No.


La vida es una montaña rusa, sí.
A veces sube y sube y sube y te preguntas si no estarás subiendo demasiado alto mientras te agarras con tanta fuerza a los elementos de sujeción que se te ponen los dedos blancos.
A veces baja.
En picado haciendo que se te suba el estómago a la boca.
O suavemente, continuando un bonito paseo.
Hay trozos de llanito.
De pequeñas curvas inclinadas donde la fuerza centrífuga hace que te chafes con tus compañeros de vagoneta y te rías.
Hay loopings que te dejan preguntándote dónde está el suelo y dónde el cielo.
Otras te pone boca abajo y te sigue dando vueltas y vueltas.
O te lleva marcha atrás, con los rizos en la cara.
Hay headchoppers donde te agachas chillando porque crees que realmente te van a rebanar la parte pensante del cuerpo.

Y todo va a tal velocidad que tampoco puedes intentar ver qué vendrá a continuación.
Solo puedes dejarte llevar.
Disfrutar del paseo o chillar de terror.
Levantar los brazos en un acto de valentía.
E intentar poner la mejor cara posible para la foto.

5 de mayo de 2014

Perseverance is the hard work you do after you get tired of doing the hard work you already did.


Tengo momentos en que me pregunto si no será esto lo que me venza.
Lo que me hunda. Lo que me sepulte en el fondo del pozo donde manos blancas como la cera me esperan.
La espera. Las pruebas. El ir desmenuzando poco a poco el veredicto.
Porque no basta con decir "tumor". Y no basta con decir "cancer".
Hay tipos, fases, localizaciones, afectaciones, continuidades, extensiones y todo un universo de cosas asociadas. Y de terribles posibilidades.
Avanzar. (Des)Esperar. Una información aquí. Otra allá.
Y, cuando crees que no puede ir a peor, lo va. O te insinúan que podría irlo.
Así que nada, no te obcecas hasta que tengas un diagnóstico definitivo. 
(Porque hacerlo sería letal). Y, ante todo, tú eres una chica práctica.
La que tenía que ser una semana tranquila comienza fatal.
Con pájaros de mal agüero sobrevolando mi cabeza.
Y un virus dejándome fiebre, un hilo de voz y un cactus atravesado en la garganta.
Y mi padre me dice algo terrible, algo atroz, pero inocente y loable a la vez.
Algo que soy incapaz de reproducir, aunque lo intento.
Y mi hermano me pregunta qué significa que le pidan ahora otra prueba nueva.
Y me filtran los resultados del TAC.
Y se los cuento al Niño Bonito con la barbilla temblorosa.
Y sí, claro, me pregunto si esto podrá conmigo.
Me digo que no, que soy fuerte, que puedo con ello. 
Claro que sí. 
Porque siempre he podido con todo. Mejor o peor.
Y porque me necesitan.
Sí, eso, la responsabilidad es un buen motor para mí. 
Pero a ratos siento los dedos de la tristeza que me llama. 
Me acaricia melosa. Me invita a flotar en sus aguas.
Y es tentadora, vamos que si lo es. 
A ratos lo único que me apetece es dejarme llevar por ella...
Pero no, no se puede. Y punto. 
No es negociable. 

4 de mayo de 2014

Breve et irreparabile tempus omnibus est vitae.


Hay días en que solo quieres estar en tu sofá. Sin más.
Con el Ipad, leyendo o jugando a algún juego absurdo.
Entreteniendo al cerebro. 
Viendo alguna serie con el Niño Bonito acurrucado contra ti.
Comiendo alguna porquería (que parece requisito indispensable).

Pero la vida no se para, la vida sigue y hay compromisos. 
Cosas que hay que hacer. Gente a la que ver.
No importa si son de esas que, ya con el humor al 100% no puedes comprender del todo (asociabilidad) y con el humor en números rojos, pierden por completo el sentido.
Da igual que te vaya a tocar responder preguntas a las que no tienes ningún interés en dar respuesta.


No importa. No puedes esconderte de la vida y de su gente.