La piel es de quien la eriza
Aun sin tocarla
Aun sin besarla
Aun sin rozarla .
La piel es de quien la eriza
Solo con recuerdos
Solo con su aliento
Solo con su mirada .
La piel es de quien la eriza
Con besos que no se han dado
Con caricias inexistentes
Con la compañía ausente.
La piel es de quien la eriza
Con el tono de su voz
Con los mensajes que le escribe
y
Con todo lo que no se han dado.
Como mucho me ponía algo más sensible, en el sentido de que la lágrima se volvía más fácil de lo normal, no en el de la susceptibilidad.
Pero desde hace unos meses, vengo notando ciertos cambios cuando toca el ovario malo. Todas (generalización basada en mi observación del género femenino, pero igual no) tenemos uno bueno con ciclos menos dolorosos, menos molestias en general, menos síntomas anímicos... y uno malo que empieza a dar por saco una semana antes y no te deja en paz hasta una semana después. Pues bien, últimamente cuando toca el malo, unos días antes de que la amiga haga su aparición estoy de una mala leche que pobre del incauto que se cruce en mi camino y me sople lo más mínimo. Por suerte no he perdido mi autocontrol, con lo cual, apenas va más allá de que esté más callada, menos receptiva.
Es algo sutil, un cabreo así que no sé porqué ni cómo, que de repente me noto que me molesta hasta la simple presencia de otro ser humano (incluso los seres humanos que adoro), que ese cabreo ligerito se va convirtiendo en una mala leche de cuidado, que de repente alguien abre en mi cerebro el baúl de los sapos y culebras y empieza a tirarme toda la porquería que guardamos ahí... entonces el cabreo asciende al nivel cabreo con la vida...
Esto que de repente me digo a mí misma "pero qué me está pasando? qué es esta montaña rusa emocional? no ha pasado nada, nadie me ha hecho nada" y entonces caigo. "Hum... me va venir la regla".
Sinceramente compadezco a quienes tienen que vivir con este cacao toda su vida. Quien lo sufre en su carne o por asociación vicaria. ¿Eso cada mes de mi vida? No thanks.
