30 de noviembre de 2012

Declaración de intenciones


Yo lo que quiero es follarte hasta que se nos olviden nuestros nombres.

Que tu cuerpo sea todo mi mundo y lo que haces con el mío lo único que pueda sentir.
Que tus manos expertas me desarmen y tu boca me devore.
Perderme en tu lengua y fundirme en tus brazos.
Explorar cada centímetro de ti hasta aprenderme cada peca, mancha, cicatriz o recoveco.
Que te pierdas en mi piel y te enredes en mi pelo.
Que acaricies mi oreja con tus labios mientras me susurras cualquier cosa con esa habilidad tuya para hacer con las palabras lo que te da la gana.
Hacerte perder el control una y otra y otra vez.
Cederte todo el poder y ver la malicia en tus ojos y tu sonrisa al tenerlo. Que me sometas.
Oírte decir mi nombre y que me hagas pedir clemencia.
Aferrarme a ti con brazos y piernas mientras te hundes en mí, ahogando a embestidas a esa tristeza que te persigue. Morderte el hombro hasta hacerte chillar.
Apretarme contra ti para que llegues más adentro.

Y cuando todo termine abrazarte hasta que te quedes dormido.
Sin promesas de amor eterno, sin todas las mentiras que tantas veces nos dijeron, y dijimos, con algo de cariño y mucho afecto. Acariciar tu pelo. Recorrer con un dedo tu nariz y dibujar tus labios.
Que lo beses y me estreches en tus brazos.

La paz en tu cuerpo.


27 de noviembre de 2012

Entretenimientos varios


Me gusta imaginar a la gente que veo por la calle o en el autobús bailando al son de la música que reproduce mi ipod, como si estuviéramos en un musical.
Es mi entretenimiento favorito camino del trabajo y a menudo tengo que reprimir las carcajadas.
Las más divertidas son las ancianitas y las más exageradas las parejas de enamorados, pero esos siempre lo son, ¿no?

26 de noviembre de 2012

And the beat goes on, I'm a happy girl...

And the beat goes on, I'm a happy girl
It's my birthday song, in my happy world
I know it's gonna be a good day
Oh yeah, today is my birthday, huh
-B-day song -Madonna--


Hoy cumplo 28 años.
No me pesa cumplirlos aunque no niego la evidencia de estar a un pasito, o dos, de la treintena.
Y ya es una edad.

Me enorgullece decir que, a pesar de mis recaídas ciclotímicas, soy feliz.
He aprendido que vale la pena intentar ver lo bueno de las cosas y, aunque no siempre me funcione lucho cada día por ello, más que dejarse llevar por la depresión y el negativismo en una espiral que tan sólo conduce a la autodestrucción.
Aunque el género humano se me siga escapando, me cree verdaderas inquietudes o estupefacción, intento socializar porque es bonito y bueno tener gente que te quiera y a la que querer.
Intento mantener a raya a mis monstruos -excepto a uno- y valorar lo que tengo.
Eso no quiere decir que haya alimentado mi ego y me crea que lo estoy haciendo todo genial, no, considero que en mi estado actual hay un componente de suerte -grande- y que parece que la vida ha decidio sonreírme un poquito.
Y, mientras lo haga, no seré yo quién le ponga mala cara.

24 de noviembre de 2012

¿Borde yo?

S a menudo me dice que soy borde, cuando me quejo me dice que no, no soy borde, que soy tajante.
Y nunca le digo que si cree que soy borde tendría que ver las veces que me muerdo la lengua, las respuestas mordaces que reprimo a diario. La de veces que pongo los ojos en blanco cuando nadie me ve. Cuántas veces no me río de alguien por educación. Lo que esconde mi sonrisa torcida cuando se meten conmigo "en broma" y yo me limito a quedarme ahí, haciendo ver que todo me parece bien.
Yo no soy borde. Yo soy irónica, pero no todo el mundo pilla la ironía.
Soy sincera y el tiempo me enseñó a ahorrar en palabras:
Si no tengo nada que decir, no hablo. No me va la cháchara tonta.
Si sé que mi interlocutor no comprenderá o no tiene interés por lo que le contaría, no lo hago.
Si mis opiniones pueden ofender o no ser bienvenidas, no las doy.
Así de simple.
Aunque claro, ella es todo dulzura, sociabilidad e inocencia (claro, yo también la adoro) así que supongo que desde su perspectiva sí debo de resultar taciturna.

23 de noviembre de 2012

Surprise, surprise...



Me han ascendido.
Llevo un mes en la empresa.
El puesto es ideal en mi vida evolutiva laboral. Con responsabilidad, poder de decisión y autonomía.
Mi jefe va a negociar una subida salarial por mí con el Director general sin que yo la haya pedido.

¿Dónde está la cámara?

22 de noviembre de 2012

Razones para vivir

 
Son esos momentos...
Cuando subes corriendo las escaleras llamándome y me besas.
Cuando nos metemos bajo las sábanas, nos tapamos las cabezas y reímos como tontos.
Cuando suena una de esas canciones y bailamos estúpidamente.
Cuando estoy cocinando y rodeas mi cintura con tus brazos.
Cuando voy a la cama y te veo dormido.
Cuando estás concentrado en algo, tan serio y te miro.
Cuando me haces reír a carcajadas y ríes solo de verme.
Cuando me despiertas de madrugada, al besarme cuando te vas a trabajar.
Cuando pasas tu brazo sobre mi hombros, al caminar por la calle.
Cuando retozamos en la cama o en el sofá, abrazados charlando de cualquier cosa.


21 de noviembre de 2012

Cansancio



Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo.
Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo.
Cuando mi mente no está ocupada en trabajar o estudiar se dedica a lloriquear, y empiezo estar harta.
Hacía tiempo que no me cansaba de mí misma.

20 de noviembre de 2012

Monstruos



Uno de mis monstruos interiores me acecha. Lo siento. Es como una fiera escondida en las sombras de una cueva. La oigo respirar, a veces incluso adivino su silueta, el brillo de sus ojos... Pero no me da miedo, no, esta vez no.
Sé lo que busca y estoy dispuesta a dárselo. Siendo totalmente sincera llevo tiempo alimentándolo, esperando que crezca lo suficiente para salir del agujero en que se esconde y que tome el control porque, en realidad, yo también deseo lo que él anhela.

18 de noviembre de 2012

Saturación

Otro sábado entre libros y mañana más... ¿Cuánto tiempo aguantaré esta saturación?
Él me dice que esté tranquila, que sólo tengo que aguantar hasta enero y con la próxima matrícula aligerar mis cargas.
Pero el tiempo es tan relativo... En 2 meses estaré de exámenes, en 2 meses y medio de vacaciones al menos por lo que a la carrera se refiere.
Llevo un mes de "ya me apañaré". Dos por delante.
¿Mucho? ¿Poco? Depende del día y del momento en que me preguntes.

"Respira hondo Fic, sigue adelante. Puedes con todo." Es mi mantra.

Siempre he tendido a la sobreactividad, por aquello de mi mente masoquista dedicada a la introspección negativa, pero esta vez me he pasado.
En mi defensa diré que contaba con más tiempo libre -es lo que tiene el desempleo- y que mi también habitual falta de optimismo no me hacía creer que fuera a encontrar trabajo antes de acabar el semestre...
En fin, apechuga guapa y deja de lloriquear.

12 de noviembre de 2012

Uno de esos días...

Hoy no ha sido un buen día.
Lo he sabido prácticamente al levantarme... cuando la imagen del espejo me golpea de esa manera y me lleva a pensar en el cuchillo jamonero no suele ser un buen día. Además no me encuentro del todo bien.
Me pongo la máscara, todo resuelto por fuera.
En el autobús voy tan embutida que no tengo espacio para leer ni para sacar el ipod lo cual desviaría mi mente a otras cosas, así que me entretengo escuchando a tres chicos camino de la facultad de física, pero sólo entiendo parte de lo que dicen y me molesta mi ignorancia y total falta de pensamiento matemático. Parece que hoy ni siquiera mi intelecto se salva de la quema.
Paso el día sin sobresaltos. Una hipotética posibilidad futura expuesta por mi jefe que podría ser genial, pero que es demasiado indefinida todavía para los fuegos artificiales.
N, compañera del trabajo, me pregunta cómo me va y noto por su mirada que mi "bien" y mi sonrisa no la convencen del todo. Nota mental: N es de esas pocas personas intuitivas, me tendré que esforzar con ella.
Salgo, un poco tarde, llamo a mi padre porque hace muchos días que no hablo con él -"mala hija" susurra alguien en mi mente- charlamos.
El autobús viene tarde, en la parada de origen ya vamos dentro como borregos... al menos puedo sacar el libro y distraerme aunque a esas horas ya no hay remedio.

Siempre me acecha, la depre, procuro alejarla son muchos años de relación y nos conocemos bien. He ido desarrollando mis tácticas, pero supongo ella también.
Y hoy ha ganado.
Pero ya, ya lo sé mañana será otro día, el sol brillará, lo veré todo de otro color... y todo eso.

10 de noviembre de 2012

Mi asociabilidad y yo

La gente es cotilla. Sí, es algo que se me olvida. Algo que me molesta sobremanera... Y hay dos personas en mi entorno que se empeñan en no dejármelo olvidar.
A los ejemplos me remito:
- Me compro algo o voy a algún sitio y, como no soy muy dada a contar mi vida, no se lo cuento a estos dos pero en un momento dado se enteran y me recriminan "no me habías dicho nada" a lo que yo respondería algo como que no sabía que tuviera que contarles cada paso que doy, pero que si quieren a partir de ahora le mando un sms cada vez que mi tránsito intestinal se active... pero claro, ficticia no hace esas cosas, así que me limito a un "ya" y se ríen tomándolo por otra de mis rarezas, supongo.
- Cuando tienen mi Ipad a mano.Todo lo miran, por todo preguntan, las fotos, las aplicaciones... solo les falta entrar al mail. Cada vez que lo van a tener a su alcance tengo que cerrar blogger, comprobar no tener webs comprometidas abiertas... uno de ellos un día se puso a mirar el historial!
Y me molesta porque yo no me intereso lo más mínimo por esas cosas, quizá es que respeto muchísimo la privacidad de la gente o que, como mi grado de confianza es bastante bajo, me gusta tener secretos... Me gustaría soltar más de una lindeza en esas situaciones pero me tengo que reprimir, claro, en aras de la socialización.

6 de noviembre de 2012

Esta, nuestra especie


Ver de nuevo aquella película y darte cuenta de que no solo entiendes perfectamente al ingeniero, si no que le apoyas completamente.
Somos una abominación.
Nos herimos, mentimos, maltratamos, engañamos, destrozamos y matamos unos a otros sin que nos importe...
Si yo hubiera creado al ser humano también querría destruirlo.

4 de noviembre de 2012

Hoy no


 
Abrir los ojos. Café. Maquillaje. Ropa. Llamar. Coche. Charlar. Saludar. Sonreír. Abrazar. Cocinar. Comer. Reír. Hablar. Compartir. Besar. Pensar. Sentir. Vivir.
Hay días en que nada tiene sentido.

1 de noviembre de 2012

Ratas descerebradas



La castañada aquí. Día de difuntos en el resto del país (si no me equivoco, que podría, el folklore no es lo mío). Festivo.
¿Festivo? Si con eso nos referimos a no ir al trabajo, sí.
Si nos referimos a tiempo lúdico... pues no.
La universidad me satura. No pienso renunciar a ninguna asignatura como alguien me ha sugerido, no. Pero voy poco mejor que de culo.
Ejemplo de lo dicho: de 9 AM a 18 PM haciendo una práctica de neurofisiología que suena muy cool pero no es más que un montón de jerga científica -que me encanta a pesar del tono despectivo de mis palabras- y evidencias empíricas obtenidas de experimentación con ratas.
La expresión redundante en el texto "ratas descerebradas" me ha hecho reír varias veces a lo largo de la mañana.

Y pasada la fase intelectual del día y con necesidad de descanso he abierto el Itunes inocentemente pero lo que ha empezado con una alternancia entre Kings of leon y Love of lesbian animándome el ánimo... se ha truncado cuando Domigo astronómico me ha arrancado una lágrima y ahora estoy atrapada en un bucle entre esa y Photofinish (de Zahara) y no creo que sea bueno para mi enclenque estabilidad emocional... pero no me importa demasiado. Autolesión para la tarde de un jueves, ¿porqué no?
Lo bueno del estrés por la sobreactividad a la que me someto es que me quita tiempo para la introspección. Los recuerdos siguen abriéndose paso hasta la pista central del circo que es mi mente, pero en general los aspectos pragmáticos de mi existencia (proletaria,estudiante,ama de casa,amante,hermana,hija,amiga) me mantienen bastante distraída.
Lo mejor son las noches. Ya no hay insomnio ni preámbulo al sueño, ese en el que suele anidar mi tendencia depresiva o mi Ms.Hyde tan dispuestas a dar al traste con mis noches de descanso... no, ahora toco la almohada y caigo inconsciente en 0,2 segundos.