28 de febrero de 2014

'Cause you make me feel like I've been locked out of heaven for too long


Hoy no puedo pensar en otra cosa que no seas tú.
Tú y tus ojos. Los ojos de mi locura. 
Y tú mirándome tan serio.
Y la forma en que mi estómago se encoge (de excitación y de deseo) cuando me miras así. 
O la expresión inocente que adquiere tu rostro cuando alzas las cejas. 
O tus labios... ay tus labios... la forma en que tienes de acariciártelos cuando te concentras, desconcentrándome a mí... 
Y tu sonrisa, que siempre es mi premio, porque pocas cosas me hacen tan feliz como verte sonreír. 
Y tus lunares... aix, con la manía que tú les tienes y lo loquita que me vuelven a mí.
No ves que son un mapa que me cuenta tus secretos? La única forma de no perderme en tu piel?

Y yo acercándome a ti, sonriente y despacio. Mi nariz acariciando la tuya con suavidad.
Tu nariz que adoro. Y nuestros labios que se buscan, porque no puede ser de otro modo. 

27 de febrero de 2014

We shall heal our wounds, collect our dead and continue fighting.


Si ya bastante incómodo es ir al ginecólogo una vez al año, mejor no hablemos de ir cada cuatro meses.
Que esto ya parece, no sé... creo que lo veo más a él que a mi esteticista!
En fin, todo sea por "el bien común".

Él también opina que si todo sale bien en estas pruebas, haremos una más seguidita y después, si eso, espaciaremos las visitas (6 meses, dice).

Bien, ahora a esperar (y no desesperar).

26 de febrero de 2014

Qué has hecho hoy? Ir a Madrid.

Hoy toca visita al Oso sabio, lo cual significa visita a Madrid.
No sé a qué hora salir de casa, suele pasarme. 
Y si todo sale a pedir de boca con los vuelos y me planto en la capital cuatro horas antes? 
Pero y si no sale todo rodado y no llego a tiempo? Así que acabo saliendo con antelación. Lo cual va bien, porque el vuelo anterior se ha retrasado y me quedo dos horas en Barcelona, esperando al mío. 
Lo bueno de quedarte tirado en este aeropuerto es que la terminal nueva es como un centro comercial, así que tienes por dónde pasearte y entretenerte (resistiéndote a sacar la tarjeta y liarla parda, claro).

Cuando por fin llego al avión voy rodeada de hombres trajeados, es lo que tiene el puente aéreo. La mayoría vuelven del World Mobile o como se llame. El hombre de delante, un tanto extraño, se duerme antes de que despeguemos y empieza a roncar como un león. 

Me encanta volar, siempre lo digo, lo sé, soy una pesada. Pero es que me encanta ese momento en que las ruedas se separan del suelo y sientes cómo la tierra tira del avión, mientras él se encabezona en elevarse y tu estómago, mientras tanto, juega con la gravedad.
Lo que tiene despegar de Barcelona es que en seguida el avión se mete en el mar, mientras yo me pregunto porqué vamos hacia el mar si queremos ir a Madrid, pero vete tú a saber de rutas aéreas. Me gusta porque se internan sobre el agua y luego giran de repente a la derecha, pronunciadamente y, si estás en la ventanilla adecuada (cosa que estoy), parece que te vayas a caer al agua.
El cielo está sembrado de esas nubes pequeñas y bonitas, que parecen bolitas de algodón. 

La luz para poder encender ipod y ipad parece no apagarse nunca y no puedo evitar pensar que, con lo que dura el vuelo, casi estás más tiempo despegando/aterrizando que volando. 
Hoy el piloto se enrolla y nos cuenta de todo. Altitud (10.400m), el motivo de ella, temperatura exterior, velocidad del viento que nos acompaña (50 km/h de cara), hora de llegada, temperatura en destino... Guay, me gustan los pilotos simpáticos. 

Descendemos siguiendo la linea de costa, lo cual tiene más sentido que seguir mar adentro y luego, sin que se note mucho, nos metemos en tierra. Enciendo mis cachivaches y me entretengo cuando nos internamos en una masa blanca de nubes, porque reconozcámoslo, eso solo mola un ratito. Pero voy espiando las alturas de vez en cuando y descubriendo cosas a través de la blancura. Como, por ejemplo, unas montañas (ni idea de cuales) nevadas. Lo cual a una criajilla de ciudad mediterránea como yo, la ilusiona. Canteras, granjas, pueblines. Masas de agua. 
Me gusta, también, ir encontrándome con zonas habitadas, ver cómo los edificios se apiñan. En la costa suelen ser como abanicos ya que el mar les corta la expansión por un lado, pero en el interior no lo son. Los hay cuadraditos, redondines y otros que parece que crecen como les parece, sin criterio lógico.
Y sigo viendo nieve, parece como si alguien hubiera espolvoreado de azúcar glas el territorio.
Me gustan los campos, con sus extrañas distribuciones y sus variedades de verde y marrón. Los caminos y carreteras.
Y me encanta ver la sombra de las nubes, sobre las que yo paso, proyectadas en la tierra, más abajo.

Llego pronto, a pesar del retraso y, como no me gusta tampoco llegar excesivamente temprano, me siento en un banquito al sol (por lo que me han dicho debo de haber pillado las únicas horas cálidas del día). Estando ahí se me acerca un chico de los que quieren que te hagas socio de alguna asociación benéfica/ONG, pienso en evitarlo pero me acuerdo de Nuria y le escucho. Aunque no acabo por apuntarme y a pesar de no conocerle de absolutamente nada, los dos nos reímos de lo lindo. Carlos se llama (jajajajaja).

Tras ese encuentro casual y agradable me voy a la consulta. 
El Oso está como siempre, me dan ganas de abrazarlo fuerte fuerte (y lo peor es que creo que él lo percibe de algún modo). Hoy no hay revelaciones, vengo tranquila y se nota en sus preguntas. Aunque me dice que no me ve muy contenta "y además vienes de negro...". Y más negra que me iba a vestir, pero no lo he hecho pensando en él. "No... vengo verde", le digo. 
"Verde es lo que quieres enseñar", dice y me río.
Como no hay conflictos emocionales a los que hacerle frente, se centra en lo estrictamente físico y me explica un montón de cosas interesantes. Lo sorprendo con cosas que recuerdo de las otras visitas, o se pensaba que no le entendía o que no le hacía tanto caso. Le hago un montón de preguntas.
Me despide muy contento, con mi promesa de una llamada que le cuente los resultados de las otras pruebas y la suya de que, con una revisión más, las otras las espaciará más en el tiempo, como si a mí me preocupara tener que venir a verlo... (aunque mi bolsillo suelta un hurra por lo bajini). 

La vuelta va rodada y me lo paso aún mejor, escribiendo esto y viendo las lucecitas que iluminan esas cosas que veía antes a la luz del sol. 

25 de febrero de 2014

Sobre capacidades...


"Estoy terriblemente feliz", dice...

Y mi estómago da un brinco, contagiando al corazón que da otro saltito y hace que se me contraiga la garganta en un cosquilleo suave.
Y ese cosquilleo se desplaza por mi boca hasta formar una sonrisa en mis labios. 
Primero pequeñita, leve, pero crece, crece y me toma la cara entera.

Mientras (tonta rematada) me pregunto: "Yo... puedo hacer eso?".

Otra patadita del estómago y entonces perpleja exclamo (en silencio) "Oh Dios mío! Yo puedo hacer eso!".

Y entonces... todo vale la pena.

24 de febrero de 2014

Dudas de esas que jamás formularías en voz alta



Si la fiebre es señal de que el cuerpo está batallando para aniquilar a los bichitos invasores...
Entonces los mocos son los cadáveres de dichos bichitos?

23 de febrero de 2014

Die with memories, not dreams


I can't make my own decisions
Or make any with precision
Well, maybe you should tie me up
So I don't go where you don't want me
 














A veces pierdes tu rumbo.
La brújula que te guía da vueltas enloquecida en su esfera de cristal
y por mucho que lo preguntes nadie sabe decirte dónde está el norte.
Eso es algo que tú debes saber.
Buscas las estrella polar, pero no hay noche, aunque la oscuridad te envuelve.
Intentas guiarte por el sol, pero le ha salido un hermano gemelo, destinado a perderte.
Perdición, susurran las mariposas acariciándote con sus patitas y te pones a cantar. 

Algunas certezas se convierten en arena entre tus dedos,
mientras que otras se tornan en unas preciosas llamas anaranjadas que te reducen a ceniza.
Y las voces se vuelven locas.
No, eso nunca.
Nunca para ti es quizá... canturreas.
Sería un error.
Todo es cuestión de concepto.
Es que estás loca?
Probablemente.
Y tu razón?
En el fondo del mar, matarile rile rile.

Así que te lanzas a las aguas azules
(bajo el agua no hay ruido) 
pero se vuelven verdes. 
Envolviéndote, meciéndote, cuidándote.
Y hoy, que eres de sal, te deshaces fundiéndote en ellas. 
Te llevan, te transportan, te aman.
Y te devuelven a la orilla de tu playa.
Ve, el mundo te espera, parecen susurrar
 esa voz...
Cierras los ojos y te adormeces.
Hoy no quiero...
Y el sol te calienta, seca tu piel. 

Empieza a soplar el viento que te hace volar
y trepas hasta tu cuerda floja.
Donde rezas porque hoy no te haga caer.

21 de febrero de 2014

...y con el mazo dando.



Abro el correo el trabajo porque claro, estar de baja no significa siempre en estos tiempos no trabajar y me encuentro con que, en mi ausencia, ha estallado una bomba nuclear.

Me leo el mail con ojos de pasmo. (Alguien le ha hecho una encerrona de esas de órdago a mi jefe).
Lo releo. No se me abren más los ojos porque no pueden, me indigno y empiezo a maquinar.
Vuelvo a leer la frase con la que mi jefe me lo ha reenviado, tan tranquilo.
Reprimo el impulso de llamarlo al momento pero al rato, cuando me llaman las chicas para pedirme cosas (que me río yo de su indignado "qué haces mirando el mail del trabajo?"), pregunto y me entero de que también está en casa, también enfermo.
Le escribo al rato:
"Me han dicho que también estás enfermo... que te mejores!"
"Sí, es que me diste envidia".

Bueno, es fin de semana. El lunes (amputado de mis vacaciones) ya se verá.
No puedo simplemente, estar siempre allí.


20 de febrero de 2014

Gripe

Hay días como ayer. Cuando la gripe te asalta a traición.
Amaneces un poco así... qué será esto... ya verás... Te vas a la oficina, porque así eres tú, pero a las dos horas te tienes que volver porque tu cerebro, simplemente, no procesa.
Te arrastras hasta la cama y ahí te quedas, lamentándote de tu existencia, acosada por la tos, la fiebre, el dolor muscular (cómo puede un cuerpo doler tanto porque sí?) y los escalofríos. Hasta que por la tarde y conforme la fiebre va subiendo, decides irte al médico. Esperas... esperas... esperas... para irte a casa con la inútil receta de paracetamol y el útil papelito de reposo para cinco días.
Vuelves a tu cama y ahí te quedas hasta hoy. En esa especie de madriguera que pareces haber creado entre las sábanas y el colchón. Arropada por tu propio calor y la ropa de cama. 
El Niño Bonito te obliga a beber un vaso de caldo calentito. Te va tomando la temperatura periódicamente, controlando la fiebre que lo tiene preocupado. En algún momento lo encuentras durmiendo a tu lado y te abrazas a él. 
Cuando, quince horas después, abres los ojos y parece que la tortura ha terminado, no te lo quieres creer, por si acaso. Sales de la cama, debilucha y aún dolorida, como si una apisonadora hubiera andado por encima de ti. 
Te trasladas al sofá, porque tampoco das para más. A medio día decides darte una ducha, para ver si recuperas algo del ser humano que se supone que eres, lo logras, el reflejo del espejo vuelve a parecerse a ti. Vuelves al sofá y de repente... Oh! Parece que tienes hambre! 
Bien, bien... Esto podría prometer ;)


18 de febrero de 2014

We do not remember days, we remember moments.


Es curioso como un simple objeto activa el resorte de la memoria.
Clin, clin, clin... los mecanismos se ponen en marcha, las ruedecitas giran haciendo girar otras y de repente te encuentras transportada años ha.
Algo relativamente cotidiano, una cosa completamente inocente, incluso bonita y dulce. Que recuerda a las ferias y las fiestas.
El algodón de azúcar, esa nube de color rosa, que se deshace en la boca y te deja los dedos (y la punta de la nariz) pegajosos.

Que me recuerda a como Ella siempre me llevaba a la feria del barrio en la fiesta mayor. 
Como esperaba mientras yo daba brincos en la rana o daba vueltas en el tiovivo, saludándome al verme pasar y como se subía conmigo al tren de la bruja.
Y me animaba a pescar patitos de plástico.
Jugábamos en la tómbola y casi siempre ganaba algo. Recuerdo una vez en que nos tocó uno de esos perros enormes de peluche que me salvaría muchas veces de caerme de la cama (era de color fucsia y hacía un ruidito así como fluuuuuu... cuando lo estrujabas).

Después, antes de irnos a casa, siempre compraba un algodón de azúcar y nos sentábamos a comerlo juntas en un banco. Mi golosería tiene origen claro y definido.

Son recuerdos de los agridulces, de los que dejan un regusto raro cuando pasan, pero no por ello menos valiosos. Todos y cada uno de los que guardo de ella son pequeños tesoros enterrados entre mis neuronas y de vez en cuando hay que repasarlos y sacarles brillo, para no perderlos nunca.

17 de febrero de 2014

Who do you think it was that brought the bottle to her?


Recuerdo aquellos días, hace qué? Más de un año... Cuando escribir era solo cuestión de sentarse y soltar lo que pensaba, sin más, sin tapujos. 
Como escribir cartas, meterlas en una botella y lanzarlas al mar. 
Probablemente nadie recibiría mis mensajes y, aunque así fuera, no importaba. Solo era un papel escrito más. Palabras sin historia. 

Ahora no lo son. Ahora cada palabra importa. Hay quien las recibe y las recoge.
Escribir ya no es solo vaciar el vaso que se llena cíclicamente. 
Un amigo, veterano en esto, me dijo que esto sucedería.

Lo que no me dijo es lo mucho que se os quiere. Lo grato que es que alguien pierda su tiempo en ti.
En leer tus tonterías, tus desvaríos, compartir tus rarezas, emocionarse, reírse e incluso llorar contigo.
En tomarse la molestia de pasar por aquí una vez al día o solo de vez en cuando.
Sea como sea. Gracias.

Thank you for coming into my life and giving me joy, thank you for loving me and receiving my love in return. Thank you for the memories I will cherish forever. But most of all, thank you for showing me that there will come a time when I can eventually let you go.


16 de febrero de 2014

Pecitos II


Bueno... tras el paso de la mano de la muerte hace dos semanas por nuestro habitat acuático, la consecuente aniquilación de todos sus habitantes y la depresión y luto por nuestra parte.
Hemos decidido volver a probar.
Nueva tienda (probablemente la más especializada en esto de BCN), nuevos consejos y directrices (que no tienen nada que ver con lo que nos dijeron en la otra, para nuestro pasmo y asombro) y nuevos peces.
Cuatro bichitos nadan ahora en esas aguas (esperemos que ya no tan desdichadas), si todo va bien, iremos ampliando la familia.

15 de febrero de 2014

There's nothing like us, there's nothing like you and me.


Somos buenos, muy buenos juntos, cariño. 
Aunque no esté bien que yo lo diga.

Lástima que nadie pueda observar el fruto de nuestros esfuerzos. 

14 de febrero de 2014

Love is in the air.... Ni no ni no ni no niiiiii


Quererme es...
Cerrar bien la puerta del armario para que me duerma tranquila.
Hacerme compañía mientras ceno, cuando llego tarde de la oficina.
Cambiarle las luces a mi coche, cuando se funden.
Darme un beso todas las mañanas al irte a trabajar.
Buscar piruletas por internet porque me hace ilusión regalarlas. 
Llorar entre mis brazos cuando todos pensaban que lo correcto era ser fuertes por mí.
Que el sexo siempre tenga risas contigo.
Retozar en la cama cuando te arrastro pidiéndote "mimis". 
Comprender la disfuncionalidad de mi familia pero, aún así, mi amor incondicional por ellos.
Ser brutalmente sincero.
Preguntarme el número cada día porque sabes que, aunque no debería, lo hago.
Ir veinte mil veces a la tiendas de animales a ver qué pasa con los peces.
No enfadarte cuando dejo cosas por en medio.
Irme al sofá cuando la alergia te hace roncar.
Que no te asusten mis días negros, dejarme espacio, pues sabes que ya te lo contaré.
Contarme las noticias porque yo no me entero de lo que ocurre en el mundo.

Quererte es...
Hacerte fajitas los fines de semana.
Ser tu asesora-gestora para cualquier cosa.
Comprarte un helicóptero para reyes.
Llegar tarde a casa y hacerte el amor antes de cenar.
Buscarme algo que hacer cuando quieres ver el futbol o el basket.
Ir a todas esas cosas familiares que organiza (o le organizan) tu madre.
Devorarte con los ojos cada vez que te veo poco vestido. 
Dibujar con mis dedos los contornos de tus músculos.
No ponerte "trampas de mujer". 
Hablarte de mi obsesión sin tapujos.
Comprarte quicos y chuches aunque yo esté a dieta.
Seguir viendo esa serie por mala que me parezca.
No enfadarme cuando dejas cosas por hacer.
Levantarte de la cama cuando te entra la alergia y empiezas a estornudar.
Planchar la ropa porque yo lo odio.
Hacerte preguntas raras que te hagan imaginar.

Eso y muchas cosas más.

13 de febrero de 2014

La petulancia es directamente proporcional a la ignorancia; la sencillez es directamente proporcional a la sabiduría.


Odio las clases magistrales (y los sermones, oh, los sermones!).
Soy de la opinión de que nadie es poseedor del conocimiento absoluto y verdadero.
Diría también que hay miles de cosas de las que no sé absolutamente nada, pero hay otras de las que sí. (Y de mis obsesiones sé un poco).

Hablemos, probablemente ambos nos vayamos a dormir sabiendo algo nuevo, compartamos conocimiento, opiniones, debatamos si no estamos de acuerdo. Va.
Pero no pretendas aleccionarme con ciertos temas, porque cuando a alguien se le ponen las gafas de pasta y la bata blanca de profesor cum laude, me entra urticaria y mi cancerbero pelirrojo interior empieza a gruñir peligrosamente.

12 de febrero de 2014

Lo que hay que ver


Volvía yo a casa (hace apenas media hora) pensando en las tribulaciones de mi qué hacer diario y ligeramente cabreada por salir de la oficina a las 22.30, pensando en mis cosas.

Cuando de repente, circulando por la autopista, al contraluz de las luces de posición de otro coche, veo en el que me precede un gesto extraño.
La dama victoriana que hay en mí suelta un gritito y se tapa la boca escandalizada. 
"Eres una malpensada", me digo a mí misma casi riendo, pero empiezo a apreciar como el coche pierda la linea recta, sin llegar a salirse del carril, de ese modo que te hace pensar en que el conductor no está muy por la labor. 
"Claro, porque está centrado en otras labores", pienso y me río. A la vez que sigo regañándome por tener esta mente que tengo y ver obscenidades donde no las hay.

Empieza a reducir la velocidad y, aunque me lo estoy pasando bomba yo solita observando su parachoques, no son horas para tonterías y procedo a adelantarlo pensando "Si será solo un pobre tipo que vuelve tarde a casa como tú" (miro, evidentemente, no había posibilidad de no mirar) y sí, era un tipo yendo a algún sitio ligeramente tarde, pero sí, también había alguien inclinado sobre su regazo e imagino que no iba mirando los pedales.

9 de febrero de 2014

La socialización sólo se presenta cuando la coexistencia aislada de los individuos adopta formas determinantes de cooperación y colaboración que caen bajo el concepto general de la acción recíproca.


La vida social del ser humano te pone, a veces, en situaciones que una asocial (casi fóbica?) como yo no sabe muy bien cómo gestionar.
No hace falta que sean grandes eventos, de hecho (cosa que no logro hacer entender al Niño Bonito) la presión es algo inversamente proporcional al número de personas. Es decir, cuanta más gente haya, menos protagonismo puedes alcanzar, a no ser que el acto en sí te requiera como protagonista o anfitrión. Pero en pequeños grupos... la cosa se tensa.  
Como juntarte con tus compañeras de trabajo y sus parejas, para cenar, en casa de una de ellas.
Para mí es como un experimento antropológico del que formo parte.

Por eso, cuando sale bien, alucino. Me maravillo de cómo, a veces, parece que es verdad eso de que el ser humano es sociable por naturaleza.

8 de febrero de 2014

Para mi locura no existe una cura que no sea tu boca

Do you remember the night we met?
That's the night I knew you were my pet
I want to tell you
How much I love you
I'm drowning in a sea of love

 
Hay días en que el deseo por ti me puede, me embriaga y me vence.
La necesidad de tu cuerpo y de tu piel. De sentirte de todas las formas posibles.

El frío alcanzando mi cuerpo mientras lo desnudas, despacio, con tiento.
Descubriéndome como si fuera un regalo envuelto para ti.
La electricidad de tus dedos rozando mi hombro.
Recorriendo mi columna, haciéndome estremecer.
Perderme en tu piel. 
Contarte los lunares, besarlos uno a uno y dibujar mi nombre en tu cuerpo con ellos.
Respirar el aire que me den tus labios.
Sentir la suave caricia de tu lengua.
Beber tu saliva.
Que me hagas tuya, moldeándome con tus manos.
Tu aliento en mi oído cuando susurres mi nombre.
Que me azotes y castigues, me ordenes.
Para luego lamerme aliviando el calor de mis nalgas enrojecidas.
Acariciarme, masajeando las marcas de mis ataduras.
Besarme, dándome el bálsamo de tus labios.
Darme placer, aliviando los agravios.
Enloqueciéndome hasta que te suplique que me poseas.
Sentirte dentro, cuando por fin te entregues a mí.

Que hagas esas cosas que, aunque no solo tú sabes, tú sí solo puedes hacer.
Porque soy tuya... ahogándome en tu mar de amor.

 Sea of love -Tom Waits-

7 de febrero de 2014

Perplexity is the beginning of knowledge.



He descubierto, en los últimos tiempos, que una cosa que creía imposible no lo es.
Algo que me ha dejado a rachas con las patitas hacia arriba y la cabeza colgando. No lo bastante para desmontar mi mundo, pero sí como para darle una buena sacudida. 
Nada grave. 
Solo una de esas cosas que dices "No, no, no, a mí no me puede pasar eso" y de repente zas!
Te sucede, vives, experimentas, eso que no podía pasar, que no tenía cabida en tu orden establecido, en tu realidad racionalmente organizada, ordenada y estructurada...

Lo único que me da rabia de todo el asunto es que, encontrarme ahora en ciertas tesituras, me trajo a la mente, hace unos días, aquellas discusiones, con Rubén. Aquellas largas charlas en las que él "que sí que sí" y yo "que no que no". 
Y él frustrado (y cada vez más cabreado) porque no me lo podía hacer entender.
Y yo perpleja por que él pretendiera hacerme tragar con aquellas ideas...

Y ahora, a veces pienso que le debo un "Cuánta razón tenías..." y, claro, una disculpa.
Pero no, por supuesto que esa es una puerta que no debemos abrir (de eso ya se encarga él de vez en cuando). 

6 de febrero de 2014

Sorpresa!



Bueno, ahora que ya es oficial, que ya tengo fecha, lo hago público: me caso.

En mayo. No será un bodorrio (sin ánimo de que suene peyorativo) por todo lo alto, más bien al contrario. Ni el Niño Bonito ni yo queremos parafernalia alguna. 
Algo sencillo: Juzgado. Familia directa (padres y hermanos). 
Una comida en algún sitio bueno y sin adornos. 
Y ya. 
Nada de vestidos de novia/o, ramo, pastel ni protocolo. 

Así lo queremos y así será (aunque está costando lo suyo hacérselo entender a la familia...). 
Se ha precipitado todo, hace quince días no teníamos ni el papeleo iniciado y ahora, de repente... en tres meses me caso!! Jajajaja!

5 de febrero de 2014

Servil i acabat boig per tu...

Advertencia de contenido: 
Si hay algún otro barcelonés aquí presente, 
que no se ofenda si no comparte mis humildes 
y totalmente subjetivas opiniones.



Hace días leí un artículo que me hizo reír bastante, titulado:

46 COSAS QUE SÓLO ENTENDERÁS SI ERES DE BARCELONA


Me hizo reír, básicamente porque creo que trata con humor los tópicos de los barceloneses y, además, hay que reconocer que la mayoría son completamente ciertos. O yo así lo pienso.

Siempre decimos Adèu, te sale, es algo como innato... no sé, lo tienes arraigado y, si no te paras a pensar, la despedida que te sale es esa, estés donde estés. (Aunque pensaba que era algo de catalanes y no solo de pixapins). Y sí, exactamente se pronuncia así "la pronunciación correcta de adéu es 'déu, donde ' equivale a una cuarta parte del fonema 'a'."

Que en Barcelona no hay norte, este, sur y oeste, es cierto. Aquí hay mar, montaña y, si eso, Llobregat y Besòs.

Que nosotros no nos bañamos en nuestras playas... es cierto aunque matizable. Todos hemos dado con nuestros cuerpos serranos en la Barceloneta alguna vez (especialmente alguna noche de San Juan), aunque si has de elegir te vas a La Marbella, claro, pero si puedes evitarlo... te vas fuera, que para eso está Renfe, además, todo el mundo sabe que en el puerto hay peces radioactivos.

Es verdad que quedamos para "hacer cafés". (Pero eso tampoco pensaba que fuera algo de aquí)

Nos quejamos invariablemente de los guiris. Y los timan invariablemente en Las Ramblas.

El Bicing... fue otra de esas grandes ideas que ha habido en la ciudad. Comenzó bien, algo verde, sostenible, que vacíe un poco el saturado transporte público, sí... hasta que, según tengo entendido, se esperaba una respuesta de la población que se vio desbordada como en un 1000% o algo así... y claro... eso se nota.

Y la humedad! Qué decir de la humedad! La gran desidia de todo barcelonés! (Y yo a estas alturas partiéndome de risa).

Pero hay dos que me tocaron especialmente la fibra sensible y dicen:
En las lentas siempre sonaba Boig per tu.
Si la versión de Boig per tu que te viene a la mente es la de Luz Casal, no eres ni barcelonés ni catalán.


Debo de reconocer que nunca he sido muy fan de la música en catalán y menos aún del "rock català", pero que Boig per tu... es, no sé... Quién (de por aquí) no ha bailado (o querido bailar) esta canción amarrado a alguien? Así, bien pegadito... Es un clásico que, desde que me entretuve con tan amena lectura, lleva rondando por mi cabeza y hoy, al fin, tengo a bien compartir.



4 de febrero de 2014

We're setting fire to our insides for fun.



Algo se está cociendo en esta mente perturbada que tengo.
No sé qué es pero tengo la sensación de tener un bollo en el horno, algo cociéndose poquito a poco, aumentando de tamaño y con riesgo de salirse del molde, invadir toda la cavidad y acabar por desbordarse y colonizar la cocina entera.

No sé. Es un no sé qué que qué sé yo en la boca del estomago, ahí, justo detrás, un poco a la izquierda. 
Donde se sienten los vacíos, donde mi agujerito (negro y pringoso) se siente con más intensidad.

Quizá sean efectos colaterales de la no-bronca de la semana pasada.
O los peces que no dejan de morir.
El exceso de... excesos.
O la caja de los truenos que se abrió con o por (no lo tengo claro) mi padre en navidad.
La duda sobre si plantar la uni o seguir probando a hacer malabares con los minutos y las horas.
O que llevo unos días en que todo me La recuerda.
Vivir incongruencias irrenunciables.
O que me quiero, quiero, quiero, quiero (...) tatuar. 
Y tal vez teñirme pelirroja.
O mi cabeza loca.
Que es febrero y el monstruo malo empieza a arañar su caja, claro.
O la reparación que debería hacerle al coche.
Quizá solo sea que duermo poco. 
O que no hago ejercicio.
Que es invierno aunque no hace frío de verdad.
O que no llueve tanto como quisiera.
Que todo el mundo habla de nieve pero por aquí no cae ni un copo.
O que no dejo de pensar en París. 
Y en Nueva York.
O que pienso demasiado.
Que todo cuesta esfuerzo y una a veces no tiene ganas.
O que tengo la regla.

3 de febrero de 2014

She turned her cant's into cans and her dreams into plans


Un buen día decides iniciar una lucha contra ti misma.
De esas buenas, de las que se deben de librar... Porque sí. 
Una que apenas nadie conoce pues no queremos añadir presión mediática a algo ya bastante complicado de por sí,
Porque cuesta, vamos que si cuesta. 
La falta de voluntad, la comodidad, los nervios, las malas costumbres.
Y tu cuerpo indómito que se empeña en pedir lo que no debe.
Pero tú ahí, sigues, fuerte y cabezona. Empeñada en que no, esta vez no.
Aliada con el monstruito que, por una vez, está alineado contigo, de acuerdo, a favor y no sufre de (demasiados) delirios de grandeza.

Y poco a poco empiezas a creerte que lo estás haciendo bien... y lo que es aún mejor: alguien ajeno, se da cuenta. Reconoce, sin saberlo, todo tu esfuerzo.
Redoblando tus fuerzas. Animándote muchísimo sin ni siquiera darse cuenta.

2 de febrero de 2014

Cómo pasa el tiempo.

 
Sí, tópico donde los haya. Lo sé, pero no puedo evitar pensarlo.
Hoy no.
L, una de mis amigas, está embarazada! 
Y ya van dos de cuatro (en las que me incluyo, de las cuatro, que no del embarazo). 
Nos lo ha soltado tal cual, como hizo la otra.
C lo dijo el día de mi cumpleaños, estábamos en casa, charlando y de repente dice "Qué os iba a decir... que estoy embarazada". Así, sin paños calientes, jajajaja.
Y la otra loca hoy igual. E le preguntaba a C si ya tienen nombre, de hecho le decía que le pusiera el suyo, cuando de repente L suelta "Que yo también estoy embarazada". 
Y ale, E y yo llorando como pánfilas, abrazándola, abrazando al papi que casi llora... Ains. 
Qué sensiblerío por Dios!

Y ahora no puedo dejar de pensar en eso, en que cómo pasa el tiempo.
Que resulta abrumador pensar que para finales de año seremos dos más, pero a la vez resulta lógico y es que, no en vano, han pasado ya ocho años desde que mi vida se cruzó con la de ellas. 
Primero llegaron los viajes. Los fines de semana de fiesta non stop. Las escapadas a la mínima de cambio. La Semana en Ibiza. Los pitostes que cada una tenía en su casa (porque la que más la que menos, todas hemos tenido). Después los novios. Más tarde los pisos con sus inauguraciones. Los compromisos y sus anillos (de ellas, que mío no), con dos bodas frustradas por la crisis y otra por separación. Las mascotas. Las enfermedades graves y menos graves. Los sustos. 
Y ahora, después de todo eso... hay dos que van a ser mamis... A l u c i n a n t e

1 de febrero de 2014

​Love takes hostages

 
Have you ever been in love? Horrible, isn't it? It makes you so vulnerable. 
It opens your chest and it opens up your heart and it means that someone 
can get inside you and mess you up. You build up all these defenses, you 
build up a whole suit of armor, so that nothing can hurt you, then one stupid 
person, no different from any other stupid person, wanders into your stupid 
life... You give them a piece of you. They didn't ask for it. They did something 
dumb one day, like kiss you or smile at you, and then your life isn't your own 
anymore. Love takes hostages. It gets inside you. It eats you out and leaves 
you crying in the darkness, so simple a phrase like 'maybe we should be just 
friends' turns into a glass splinter working its way into your heart. It hurts. 
Not just in the imagination. Not just in the mind. 
It's a soul-hurt, a real gets-inside-you-an-rips-you-apart pain. I hate love.

-Neil Gaiman.