26 de diciembre de 2021

Hou, hou... cof, cof, cof


Navidad, al fin llegó y siempre paro aquí a felicitar a mis apreciados lectores, no quería que este año fuera menos, aunque llegue un poco tarde.

Lo que no va a haber es resumen, valoración del año o memorando. Y no porque el año haya sido malo, que no especialmente, si no porque acaba de traca: estamos confinados, NB y yo positivos, BB por ahora se libra. 

Al igual que un gran porcentaje de la población nos ha pillao y doy gracias que, si bien no hemos sido asintomáticos del todo, los síntamos han sido "leves", note el lector la cursiva y las comillas, porque el jueves estuve hecha una braga y me acosté rezando a los dioses nuevos y antiguos, a la luna y a plutón para que se obrase el milagro y los famosos tres o cuatro días de subida (por los que NB acababa de pasar, además), en mi caso se redujeran a uno, porque si tenía que estar tres días más con esos dolores podía morir. (plegaria que, por cierto, fue escuchada, gracias universo).

Así pues llevamos encerrados en casa una semana. Primero con NB aislado, BB perdiéndose los últimos días de cole y yo trabajando, y todo el dramón y pesadilla logística lo que ello conlleva en un piso no muy grande y con un solo baño, para acabar concluyendo que yo también estaba contagiada y a un niño de cuatro años no se le puede aislar. Así que a ventilar a todas horas (corramos un tupido velo ante la más que posible horrenda factura de gas que llegará en dos meses), lavarnos las manos cada dos nanosegundos y llevar la FFP2 en casa, todo el tiempo. NB recuperará su libertad el lunes, yo el jueves. BB, si no da positivo per se, deberá entonces iniciar su propio encierro de diez días, porque con el confinamiento paterno/materno no es suficiente, aunque lo haya compartido, pobre criatura. Creo que ni a la cabalgata llegamos.

Que no hay mal que por bien no venga: confinados significa solos. Nos hemos ahorrado todo lo pocho de las fiestas, incluidas las comilonas, total pa' qué... hoy hemos preparado una buena comida de Navidad, que digo buena, porque lo parecía, porque igual podíamos haber comido alfalfa y nosotros tan felices. Ni el café huelo, la siguiente plegaria peregrina será para que mis sentidos vuelvan a ser los de antes.

Así que con esta crónica y entretenido fin de año me despido, que seáis felices, esquivéis al bicho si no os ha pillado ya, y disfrutéis de estos días solos o en compañía. 

Estamos vivos, solo eso ya es digno de celebrar.

 

16 de diciembre de 2021

Mensajes en la arena

 

Con un palito escribí mi nombre en la arena de la playa.

El nombre que tú me diste, ese que nadie más tiene, ese que solo tú y yo sabemos.

Con un palito lo escribí para que las olas se lo llevarán, y ahora todos los saben.

Las olas, los corales y los peces.